"El rol de las mujeres fue clave, nunca dejamos de luchar por la Nueva Región"
MOVIMIENTO. Por 32 años, el movimiento femenino trabajó para que la antigua Provincia de Valdivia se separara de la región de Los Lagos. La integrante del comité repasa esa lucha, cuando se cumple un nuevo aniversario de Los Ríos.
Un gran compromiso social con la realidad que vivía sintió, desde pequeña, Carmen González Fickar. Nació en Valdivia, en 1947; hija única de un padre comerciante que falleció cuando ella tenía muy corta edad y de una madre que pudo subsistir mediante el oficio de modista.
Estudió en el Liceo de Niñas de Valdivia y, tras egresar, comenzó a trabajar para aportar económicamente en su hogar, desarrollando labores desde cuidar enfermos hasta desempeñarse como secretaria. Por esos años, sintió la vocación de la fe y, durante dos años, fue novicia en la orden de las hermanas de la Divina Pastora, en Santiago.
Ya de regreso a Valdivia y con experiencia docente, ejerció como profesora rural en la localidad de Reumén.
Su trayectoria es amplia, en lo laboral, político y en el apoyo que ha brindado a distintas organizaciones sociales.
En ese camino, por nombrar algunas de sus actividades, cuentan la experiencia laboral en la Municipalidad de Valdivia, donde integró el equipo liderado por el entonces alcalde y ya fallecido, doctor Jorge Sabat; asimismo, la labor que desarrolló como encargada de adultos mayores en la Municipalidad de Lanco; además, su vinculación con el movimiento de exonerados políticos y con agrupaciones de mujeres emprendedoras.
Por razones familiares, hace algunos años se trasladó a Panguipulli, cerca de Neltume, aunque, según reconoce, "sigo siendo igual de valdiviana".
Y desde allá, Carmen González Fickar repasa la lucha de hombres y mujeres que anhelaban que la entonces provincia de Valdivia se convirtiera en región, cuando -justamente- hoy se celebra un nuevo aniversario de la creación de Los Ríos.
Por 32 años fue parte del comité femenino por la nueva región, el cual -afirma- "fue un espacio abierto, inclusivo, democrático y diverso, donde nos encontramos mujeres de distintas corrientes políticas, cuando eso en Chile era imposible; además, era un espacio político desde la idea de la transformación y no elitista desde la exclusión a priori por clase social o poder político o económico; compartimos nuestros sueños con pobladoras, con dueñas de casa, con académicas, con profesionales, siempre en un espacio de cariño y respeto, más allá de nuestras diferencias. Aportamos a esta región con constancia en la lucha, pero también con humanidad en el discurso".
¿Qué la motivó a sumarse al movimiento femenino por la Nueva Región?
-La lucha por ser región comenzó al mismo tiempo de generada la regionalización en 1974. Cuando nos dicen que vamos a pertenecer a la región de Los Lagos y cuya capital era Puerto Montt, sentimos una rabia muy grande. Nos sentimos menoscabados. Antes, los valdivianos éramos muy importantes, existía la Perla del Norte y nosotros éramos la Perla del Sur. Valdivia era una ciudad con mucho movimiento, había refinerías de azúcar, curtiem-