Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
ENTREVISTA. carlos obando obando, socio fundador y dirigente de Club Deportes Las Ánimas:

"Fui, soy y seré orgullosamente animeño hasta el último de mis días"

HISTORIA. Dirigente "eterno" de Las Ánimas también desarrolló una destacada carrera laboral en el área de las curtiembres.
E-mail Compartir

Juan Carlos Hernández G.

Un galvano en el salón comedor de la casa habitación de Carlos Obando Obando (86) testimonia el cariño de Club Deportes Las Ánimas hacia uno de sus socios más antiguos, incluso testigo de la fusión de los clubes Fernandito y Unión Las Ánimas, el 28 de septiembre de 1960. El galvano habla de un socio fundador de la institución "Fantasma", con una vida "de entrega y ejemplo de esfuerzo como deportista activo y dirigente" de quien es considerado un señor del deporte.

El 4 de octubre pasado, Las Ánimas cumplió 79 años de existencia, ya que conserva la fecha de fundación original del club de boxeo Fernandito, en el momento de la fusión.

Pero, la inserción de don Carlos Obando Obando en la comunidad también abraza un destacado recorrido laboral en los años de bonanza de la industria del cuero en Valdivia.

¿Qué recuerdos guarda de su época laboral?

-Trabajé desde niño en la antigua industria Rudloff, pero al mismo tiempo estudiaba. Trabajaba en los veranos. Después, un técnico alemán, don Enrique Reinecke, me trajo a la fábrica Weiss, donde llegué a trabajar en el área de terminaciones, dedicado a los colores y después aprendí todo el funcionamiento de la empresa. Tenía el sueño de ser más, de surgir, llegó el terremoto de 1960 y arrendaron un galpón en la salida sur, para instalar las máquinas. El dueño llevó harto personal, pero no a todos, no se podía. Estuve en la lista de los que seguían, fui sereno incluso porque había que hacer lo que sea. La empresa volvió a levantarse y me empezaron a mandar a reuniones a Santiago. Empecé a surgir de nuevo, llegué a ser jefe, pero me fui a trabajar un tiempo a Santiago, siempre en el mismo rubro. Hice un curso de técnico en calzado y curtiduría.

¿Qué pasó después?

-Volví a Valdivia, a la fábrica Weiss. Estábamos en Las Ánimas, tenía una jefatura y durante una visita a la industria conocí a gente de Victoria. Ellos llegaron a comprar una máquina, andaba el gerente de esa empresa. Yo no sabía que Weiss estaba en quiebra y ellos me ofrecieron irme a Victoria. Me fui y cuando terminé contrato, me cambié a Temuco. Después, con más lucas sobre la mesa volví a Victoria y de nuevo a Temuco. Ahí me inscribí en la asociación de técnicos y tuve la oportunidad de viajar a perfeccionarme a Argentina, Perú y Bolivia. Después volví a Valdivia y jubilé acá.

¿Cómo se gestó su relación con Club Deportes Las Ánimas?

-Cuando era chico fui boxeador del club Fernandito y después cuando viví en Las Ánimas, jugué un poco de fútbol por Unión Las Ánimas y luego fui dirigente. Estuve cuando se fusionaron los dos clubes, en la construcción del gimnasio, sufrí y lloré cuando se quemó el segundo gimnasio, fui presidente de la rama de fútbol y dirigente de la Asociación de Fútbol Amateur de Valdivia.

¿Qué significa para Ud. el club y sobre todo, ser socio y dirigente durante tanto tiempo?

-Mucho, porque antes siempre hubo mucho compañerismo en el club, a excepción de un periodo que fue algo nefasto. Yo llegué a ser dirigente cuando era muy joven, empezando como oyente en las reuniones de la Asociación de Fútbol de Valdivia. Me gustaba, trabajé con Luis Muñoz, un gran dirigente, buena persona y exigente. Soy vicepresidente de la institución. Cuando tuve un accidente en la cabeza, me hicieron un homenaje muy emocionante. Nunca pensé que la gente me quería tanto.

¿Qué sintió cuando Las Ánimas fue campeón de Chile en el básquetbol profesional?

-Fue un orgullo tremendo. Fui, soy y seré animeño hasta el último de mis días. Vi o veo los partidos del club cuando los dan por televisión. Es un orgullo ser de Las Ánimas, porque es un club serio, transparente, donde los dirigentes y socios hacen al club y por eso marcha bien. Lo único malo es que falta más apoyo del barrio.

"Cuando tuve un accidente en la cabeza, me hicieron un homenaje muy emocionante. Nunca pensé que la gente me quería tanto...".

Carlos Obando Obando, Vicepresidente de Las Ánimas

"

nacido en isla teja

E-mail Compartir

Su historia Carlos Obando Obando tiene 86 años de edad. Nació el 28 de diciembre de 1934 en la Isla Teja y fue uno de 11 hermanos, hijos de Juan y Carmen. Estudió hasta tercer año de enseñanza preparatoria en una antigua escuela de la isla y para cuarto año preparatoria, el siguiente destino fue la Escuela N° 1, hasta sexto año. De ahí, al Instituto Comercial porque su padre quería que estudie la carrera de contador. Pero, según el mismo señala, no le gustaba la corbata y luego de tres años derivó a una escuela técnica en la cual se preparó para ser técnico de mando medio en curtiduría, una actividad que abrazó para siempre en tiempos en que el trabajo de curtir y trabajar las pieles era uno de los sellos distintivos del comercio y la industria valdivianos. Paralelamente se relacionó con el deporte. Fue futbolista de Las Ánimas y boxeador del antiguo club Fernandito. Y como parte de ambas instituciones, en 1960 se transformó en uno de los socios fundadores de Club Deportes Las Ánimas. Fue presidente de la rama de fútbol del club y director de la Asociación de Fútbol de Valdivia a mediados de los años '80. Jurado y árbitro de boxeo. También, su curriculum lo indica -en algún momento- como parte de la Facultad de Ingeniería y Administración de la Universidad de la Frontera. Casado en primeras nupcias con Lastenia Cea Cocio, viudo y unido en segundas nupcias con Maximina Salazar Gallardo, es padre de tres hijos, abuelo de 18 nietos, bisabuelo de 12 bisnietos y tatarabuelo de cuatro tataranietos.

Mayores y su real condición de salud

Directora Terapia Ocupacional UST
E-mail Compartir

Las personas mayores enfrentan hoy en día, una condición de salud que ha ido mutando frente a las diversas situaciones sociosanitarias. Es así que la condición de salud y la calidad de vida de nuestros adultos mayores, ha estado marcada por patrones que persisten durante su ciclo vital, como son la presencia de enfermedades crónicas, falta de redes primarias de apoyo y la vulnerabilidad socioeconómica que engloba las otras variables.

Por lo tanto, hablar sobre condición de salud de las personas mayores, debe considerar una mirada integral que permita comprender y abordar de forma eficiente y efectiva sus reales necesidades.

Los grandes esfuerzos del área de la salud siguen siendo insuficientes, si no consideramos el real apoyo en la protección y vínculo social, que son determinantes para la calidad de vida. Así mismo, la subestimación de la condición de salud en esta etapa y asumir que "la enfermedad es parte de la edad" comienza a generar un deterioro global inminente, si a ello sumamos la deprivación socio ocupacional, que día a día las personas mayores enfrentan y la que se agudizó este último año por el confinamiento.

Es así como los resultados de la V Encuesta Nacional de Calidad de Vida y Vejez (UC-Caja los Andes 2019), arroja que una de cuatro personas mayores se siente aislada o excluida previo a la pandemia, condición que podría incrementarse post pandemia, agudizando consigo la percepción de sentimiento y de soledad.

De esta forma, se puede mencionar que los esfuerzos por mejorar la calidad de vida de nuestras personas mayores deben estar focalizadas en generar estrategias y programas orientados a su salud integral, con fuerte énfasis en la salud mental, propiciando espacios de enriquecimiento social, esparcimiento y de vinculación e inclusión social, ¿Cómo? Resignificando roles, validando y revalidando experiencias, que promuevan un trato digno y de vejez de calidad.

Claudia Aros