Invitación para el diálogo en paz
Cabildos, eventos vecinales, reuniones con los constituyentes, son algunos de los espacios regionales abiertos para participar. Chile y la región se encuentran en un momento clave; de todos y todas depende transitar con éxito a través de él. La participación pacífica es una manera de hacerlo.
Una serie de espacios de participación ciudadana se están llevando adelante en la región de Los Ríos para que la comunidad opine respecto del proceso constituyente, el cual iniciará hoy su etapa de redacción de la nueva Carta Magna, luego de tres meses de instalada la Convención.
Para facilitar ese vínculo, los cinco representantes regionales (Ramona Reyes, Aurora Delgado, Pedro Muñoz, Felipe Mena y Victorino Antilef) comenzaron sus labores "distritales" y de acercamiento de su gestión a los vecinos y vecinas. La idea -explican- es que las inquietudes de las personas también incidan en los contenidos del texto que regirá al país por las próximas décadas. De ese modo, su legitimidad y pertinencia se verán multiplicadas.
Ahora es, entonces, el momento para entregar aportes sobre equidad territorial y humana, descentralización, cuidado del medioambiente, derechos básicos, pensiones, normas de comportamiento y otros aspectos siempre vigentes entre los discursos colectivos locales.
Claramente, la convocatoria que se logre es gravitante. Y ello no debiera resultar difícil en la zona, considerando el alto número de cabildos efectuados durante el primer ejercicio constitucional del gobierno de la Presidenta Bachelet; así como también las reuniones autoconvocadas luego del llamado estallido social de 2019, las cuales marcaron aquí algunos de sus mayores números a nivel nacional.
Diálogo es la palabra que mejor describe el espíritu que inspiró todas esas iniciativas y que se mantiene vigente en la invitación actual frente a la Nueva Constitución. Y es una palabra potente, porque de ella nace la oportunidad de compartir las ideas que luego se traducen en cambios, acuerdos, avances, desarrollo.
Hacer esta reflexión resulta importante hoy, cuando se cumplen dos años desde el 18/0 y cuando se hacen urgentes tanto una apuesta por el entendimiento, como un rechazo explícito y transversal a la violencia; a la material y a la simbólica; a la histórica y a la que adquiere formas ideológicas nuevas.
Chile y la región se encuentran en un momento clave; de todos y todas depende transitar con éxito a través de él. La participación pacífica es una manera de contribuir en esa dirección.