Secciones

  • Portada
  • Actualidad
  • Opinión
  • Actualidad general
  • Deportes
  • Clasificados
  • Cartelera y Tv

Cery Nancy Toro González: Periodista y maestra de generaciones

E-mail Compartir

Durante la madrugada del 24 de octubre de 2010, se apagó la voz, se silenciaron los computadores y emprendió el viaje final la recordada periodista Cery Nancy Toro González, la profesional nortina -nacida en Tocopilla- que en el año 1986 aceptó una oferta de trabajo y cambió la aridez del norte por la lluvia y verde de una Valdivia que se transformaría en su hogar y sería testigo de su profesionalismo y sus enseñanzas hacia 22 generaciones de periodistas formados en la Universidad Austral. Cery Toro hizo toda su enseñanza preparatoria en la Escuela Whitting de Tocopilla y posteriormente en el Liceo de Niñas de la misma ciudad. Por influencia familiar ingresó a estudiar Pedagogía en Castellano y Filosofía en la Universidad del Norte, pero pronto también derivó a la carrera de Periodismo y se tituló en el año 1972. La docente y periodista siempre reconoció como su mentor y maestro de las letras al poeta, narrador y periodista antofagastino Andrés Sabellla. Su carrera en el periodismo la desarrolló inicialmente el periódico El Tarapacá de Iquique, fue corresponsal de Radio Cooperativa y durante siete años se desempeñó como periodista y jefa de crónica de El Mercurio de Antofagasta. A partir del año 1986, su vida personal y profesional estuvo ligada indisolublemente a una Valdivia que le abrió las puertas y donde vivió hasta el último de sus días. En la redacción de El Diario Austral se desempeñó como periodista especializada en política y luego fue jefa de crónica de este medio periodístico, durante 20 años, hasta 2006. En 1988 fue una activa colaboradora con el grupo de profesionales que impulsó la creación y apertura de la carrera de Periodismo en la Universidad Austral en el año académico 1989. Desde esa fecha y hasta el 24 de octubre de 2010, fue profesora de la cátedra de Redacción Periodística; y desde 1993 profesora guía de tesis para quienes se transformaron en nuevos profesionales de la carrera. Además fue colaboradora con artículos para la sección Linterna de Papel del diario El Mercurio de Anfofagasta.

11 años de la partida de Cery Toro González se cumplieron el 24 de octubre. La recordada periodista y profesora universitaria falleció en el año 2010.

Gabriel Guarda Geywtiz: Entre la religión y la historia

E-mail Compartir

Un año de la partida del religioso e historiador Fernando Guarda Geywitz -conocido como Gabriel Guarda- se cumplió el pasado 23 de octubre. Partió hacia el Más Allá cuando se encontraba en el Monasterio Benedictino de la Santísima Trinidad de Las Condes. Nació en Valdivia el 19 de enero de 1928 y fue hijo de Leopoldo Guarda de la Guarda y Graciela Geywitz Carrasco, quienes le transmitieron el gusto por la lectura y la historia. El joven Guarda cumplió con su enseñanza primaria en el Instituto Salesiano de Valdivia y completó las humanidades en el Internado Nacional Barros Arana, desde donde egresó en 1947. Luego ingresó a la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica y paralelamente desarrolló su afición por la historia de su Valdivia natal, mientras acudía a la Biblioteca Nacional. Allí, Guillermo Feliú lo instruyó en métodos de investigación y en 1953, Fernando Geywitz publicó su "Historia de Valdivia: 1552-1952". En Europa perfeccionó sus conocimientos de historia y arquitectura. Al regreso a Chile fue discípulo de Jaime Eyzaguirre, en 1958 se tituló de arquitecto y después, su vocación religiosa lo llevó a ingresar a la Orden Benedictina, se ordenó como sacerdote en 1968 y cambió su nombre de Fernando por el de Gabriel. En la década de 1970 comenzó a ejercer docencia en la Universidad Católica, la U. Austral y la Universidad de Sevilla; en 1984 recibió el Premio Nacional de Historia; fue miembro de número de la Academia Chilena de Historia; presidió la Comisión de Bienes Culturales de la Iglesia Católica en Chile; y recibió los premios Bicentenario en 2003 y Conservación de Monumentos Nacionales en 2004. Entre sus obras figuran Historia de Valdivia; La ciudad chilena del siglo XVIII; La toma de Valdivia,; La economía de Chile austral antes de la colonización alemana (1645 - 1850); Historia urbana del Reino de Chile; La sociedad en Chile austral antes de la colonización alemana 1645-1845; Conjuntos urbanos históricos arquitectónicos. Valdivia, s. XVIII-XIX; Cartografía de la colonización alemana 1846-1872; Capillas del valle de Elqui; Flandes indiano. Las fortificaciones del Reino de Chile 1541-1826; y la Nueva historia de Valdivia.

23 de octubre de 2020 falleció en la Región Metropolitana el destacado historiador y sacerdote benedictino, nacido en Valdivia el 19 de enero de 1928.

Mandamiento importante

E-mail Compartir

En el evangelio de este domingo, Jesús es interrogado sobre cuál de todos los mandamientos es el más importante (Mc 12, 28-34). El que le hace la pregunta es un escriba, es decir, uno que conoce los mandamientos de la Ley de Dios, ya que a su estudio de dedicaban los escribas.

En esta ocasión la pregunta es de buena fe, ya que el escriba ha escuchado las respuestas previas que Jesús ha dado frente a otras interrogantes.

La pregunta sobre el mandamiento más importante puede, sin embargo, parecer extraña precisamente hecha por un experto en la materia, pero esto no es tan raro si se piensa en la cantidad de mandamientos y normas en el que el judaísmo tenía en la época.

El Señor responde desde la tradición de sus padres, recitando un texto del Deuteronomio (Dt 6,4) que es clásico en la religión judía: "Escucha Israel".

El mandamiento más importante es amar a Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.

Jesús no ha dicho nada que el escriba no supiera, pero muchas veces lo obvio y fundamental pasa a segundo plano. ¿Cuántas veces también nosotros los cristianos, olvidamos la centralidad del amor a Dios? Dios es el único Señor, el único Dios, es el único Absoluto, frente a Él, todo se relativiza. A veces nos aferramos a las "cosas" de Dios y no a Dios mismo. Jesús nos recuerda la importancia de volver a lo fundamental.

El segundo mandamiento, Jesús lo asocia al primero. Este es el amar al prójimo como a uno mismo, que también viene de la Ley de Moisés en el Levítico 19,18. Esta correspondencia entre el amor a Dios y el amor al prójimo es propia de la enseñanza del judaísmo y que luego se traspasa al cristianismo. Es inseparable el amor a Dios con el amor al prójimo.

Es vital para la Iglesia y los cristianos volver siempre a la fuente de nuestra fe, como es la Sagrada Escritura y la Tradición.