El próximo 6, 7, 9 y 10 de diciembre un total 275 mil personas rendirán la Prueba de Transición (PDT) 2021, requisito para postular a algunas de las 45 universidades que se encuentran adscritas al sistema de acceso a la educación superior.

La cifra de inscritos marca un incremento de 3,6% respecto del año pasado y existe una serie datos a los que debemos poner atención. El año pasado el 53% de quienes rindieron la PDT eran egresados de colegios particulares subvencionados; el 36% provenía de un establecimiento público 33% municipal y 3% de servicio local de educación; y el 11% estudió en un colegio particular pagado. Además, el 55% de quienes rindieron el examen eran mujeres.

Respecto a la distribución geográfica, en 2020, el 62% eran inscritos de regiones, y un 38% de la Región Metropolitana. Por su parte, nuestra Región de Los Ríos concentró el 2% de los inscritos, correspondiente a 5.725 personas.

Sin duda, cada uno de estos datos nos muestra el alto interés de jóvenes de distintas partes del país, que desean ingresar a los más 160 mil cupos que ofrecen las universidades adscritas al sistema de acceso a la educación superior.

A partir de ello, es necesario valorar el aporte que significan para el país y las regiones, la existencia de las universidades privadas, que se han hecho cargo de parte de la alta demanda de los jóvenes por educación superior, diversificando además los proyectos educativos a los cuales pueden optar sin la necesidad de abandonar sus hogares.

A esto debemos agregar, que las universidades, por medio de su labor, están impulsando el desarrollo regional, tal como explican distintos autores, mediante la creación de conocimiento, la formación de capital humano, la transferencia de conocimiento, la innovación tecnológica, el liderazgo regional, la infraestructura de conocimiento, e influencia en el medio regional.

De esta forma, miles de jóvenes y también adultos, rendirán la PDT a lo largo y ancho de nuestro país en las próximas semanas, con la certeza que en sus regiones existen planteles educacionales de calidad y con diversos proyectos educativos en los que pueden hacer realidad sus sueños de convertirse en profesionales y técnicos.

Finalmente, desde este espacio, queremos desearles éxito a quienes rendirán este examen.

Laura Bertolotto Navarrete

Rectora Santo Tomás Valdivia

Hace tres años, desde el Ministerio de Desarrollo Social, fueron definidas prioridades para abordar el problema de la vulnerabilidad social y se identificó a algunos grupos de la población que requieren atención prioritaria, como mujeres víctimas de violencia; adultos mayores con discapacidad o dependencia que viven solos; mayores de edad con escolaridad incompleta: jóvenes que no estudian ni trabajan; jefes de hogar que llevan mucho tiempo cesantes, entre otros.

Era 2018, la tasa oficial de pobreza por ingreso en Chile llegaba a un 8,6% y se proponía que las soluciones debían estructurarse con esfuerzos públicos, privados y de la sociedad civil. En 2021 esa propuesta de labor integral sigue vigente. Pero es todavía más urgente que entonces, pues la pandemia elevó los niveles de pobreza a 10,8% y en Los Ríos la llevó a un 12,2%, si se considera solamente la medición por ingresos; pero alcanza a 22.2% si se considera las carencias multidimensionales, es decir problemas de acceso a salud, a educación, a redes sociales, a la integración de la vida en comunidad.

En este contexto es que resulta interesante apreciar el esfuerzo que se realiza a través del Fondo Chile Compromiso de Todos, que financia proyectos comunitarios orientados a personas carenciadas y que en su convocatoria del segundo semestre dispuso más de $4 mil millones a nivel nacional.

Los Ríos se verá beneficiada con 10 proyectos multirregionales y con tres de alcance regional ($73 millones). Uno de ellos tendrá como contraparte a la Corporación de Adelanto de la Comuna de Panguipulli y entregará atención sanitaria y social a la zona rural de Cerro Pitrén; otro, será ejecutado por la Fundación Nutram, orientado hacia la población inmigrante haitiana; mientras que el tercero lo realizará la Corporación Amigos de Lago Ranco, para trabajar en la salud mental de niños, niñas y adolescentes.

Estos esfuerzos están bien encaminados y atenderán problemas que desde el Estado no siempre es fácil abordar. Es de esperar que muchas iniciativas similares surjan y se mantengan, pues la etapa post pandemia que ahora se vive en la región y el país requerirá de trabajo compartido, unidad y capacidad de mirar hacia objetivos de largo plazo.