Inflación en Argentina llegó a 52% anual y prevé nueva alza en 2022
ECONOMÍA. La cifra causa expectación por las medidas que podría aplicar el Gobierno, que presentará un proyecto de ley sobre su programa económico.
Efe
Argentina llegó al 50% de inflación anual, un caballo de batalla para el país en medio de la expectación por si el Gobierno de Alberto Fernández aplicará medidas de estabilización y el riesgo de que se acelere el alza de precios en 2022 a nuevos peldaños, entre el 50 y 70% anual.
Pese a que el tipo de cambio, los precios de los servicios públicos, de los combustibles y algunos alimentos y medicamentos están congelados y los sueldos atrasados, Argentina registró en octubre pasado 52,1% de inflación anual y un 3,5% mensual, en un contexto de rebote económico tras tres años de recesión.
Al analizar la inflación promedio de los últimos meses, se sostiene que Argentina encontró "un nuevo piso" de inflación, que los analistas coinciden en que va a empeorar. "Imposible que la inflación del año que viene sea más baja que este año", dijo a Efe el director Ejecutivo de la consultora LCG, Guido Lorenzo.
Para 2022, "el piso para la inflación lamentablemente es en torno al 50% o más", coincidió el director de Análisis Macroeconómico de la consultora Equilibra, Lorenzo Sigaut Graviña, "con la particularidad que si levantas el ancla tarifaria, cambiaria o incluso de las bencinas, en el corto plazo, significa más inflación no menos".
Complejo escenario
Argentina tiene un historial de inflación que se cortó en la década de los 90 con la llamada Convertibilidad, pero desde comienzos de este siglo ha ido subiendo hasta el 50% actual.
Los argentinos se han acostumbrado a indexar contratos para anticiparse a la inflación remarcando los precios de venta, renegociando sueldos, repactando los contratos de arriendos, cada vez en un plazo más corto de tiempo.
"El origen de todo esto es un exceso de oferta de pesos, pesos que el público no quiere tener y que termina convalidando vía aumento de precios", explicó Lorenzo, lo que se debe a "cómo la política monetaria quedó prisionera de la política fiscal" lo que significa que "hay pesos en la calle, porque se emitió, principalmente, para financiar el déficit fiscal".
El proyecto de presupuesto para 2022 del Gobierno de Alberto Fernández prevé una inflación del 33%, pero la falta de credibilidad en esa meta provoca que no sirva para anclar las expectativas.
Tras la derrota electoral en las recientes legislativas, Fernández anunció que en la primera semana de diciembre enviará al Parlamento un proyecto de ley "que explicite el 'programa económico plurianual para el desarrollo sustentable'", que contendrá "los mejores entendimientos" que haya alcanzado con el Fondo Monetario Internacional, en la renegociación de la deuda de 44.000 millones de dólares.