Derecho, deber y responsabilidad
Participar en las elecciones es una decisión personal; pero sus consecuencias son colectivas. Es necesario tomar conciencia. El llamado para hoy es a sumarse. Concurra a votar, opine desde su papeleta, ejerza ciudadanía, respete los resultados y sume paz, aunque piense distinto.
Hay frases típicas relacionadas con la participación electoral que se escuchan con frecuencia, sobre todo en jornadas importantes como la que se vive hoy en Los Ríos y el país. "Si no vota; no opine", "Mayoría manda", "Es su derecho y su deber", son algunas de las habituales y encierran, de algún modo, experiencia colectiva en la materia.
Las afirmaciones ameritan, también, una reflexión. Por ejemplo, el derecho a opinar va más allá de sufragar o no. Luego, sí se debe acatar a las mayorías que ganan (de otra manera, imposible tomar decisiones), pero respetando a las minorías; no olvidemos que ese fue el argumento para cambiar el sistema binominal. Por último, derecho-deber son paralelos y aluden a la responsabilidad cívica. En esto cabe recordar toda la discusión legislativa sobre la libertad que rodeó la derogación del voto obligatorio y que ahora también pesa en el intento de reposición del mismo. De hecho, el avance parlamentario se ha entrampado porque no hay acuerdo en mecanismos para desafiliación de los Registros Electorales, ni claridad sobre las posibles sanciones a quienes no vayan a las urnas.
En ese contexto se entiende que participar es una decisión personal. Pero una que repercute en lo comunitario. Y ahí radica su importancia, tal como explica con claridad el currículo de Educación Ciudadana que se aplica en los colegios desde 2016 y que define a la participación como "fundamental para una democracia sólida e inclusiva" y como "clave para dotar de legitimidad y estabilidad al sistema político y otorgar igualdad de oportunidades de expresión política en la elección de autoridades". (formacionciudadana.mineduc.cl). Con ese espíritu, se enseña a decidir en conjunto, fijar reglas, escuchar a los demás, trabajar en grupo, incluirse como iguales. Sin duda, esas son lecciones que debieran aplicarse en toda la vida cívica del país y resultan interesantes de recordar, sobre todo tras revisar las bajas cifras de votantes de los recientes procesos nacionales y regionales (ver página 4 y Cuerpo de Reportajes).
Es de esperar que hoy esos números se multipliquen y que muchas más personas se involucren.
Y hay frases, también, para ese llamado: vaya a votar, opine desde su papeleta, ejerza ciudadanía, respete los resultados y sume paz, aunque piense distinto.