Conciencia frente a incendios forestales
Las imágenes del fuego destruyendo bosques y casas impactan. Desde ellas, debe generarse una actitud preventiva. La cantidad de siniestros en Los Ríos ha subido. Entre junio de 2020 y junio de 2021 hubo 18 casos; pero entre julio y diciembre de este año, ya suman 41.
Un total de 50 incendios forestales de grandes proporciones se ha registrado en los últimos días a nivel nacional. De ellos, 18 se encuentran activos, 29 están controlados y tres ya fueron extinguidos, dejando una secuela triste de viviendas destruidas, personas damnificadas y más de 18 mil hectáreas consumidas.
Las imágenes del fuego en las regiones de O'Higgins, Ñuble, La Araucanía y Los Lagos han impactado a la comunidad y, desde ellas, deben multiplicarse los llamados a la prevención, pues la temporada de verano recién comienza y -tristemente- crecen las probabilidades de que más casos surjan en otros lugares. Sequía, altas temperaturas e irresponsabilidad humana se conjugan de manera peligrosa y, por lo mismo, los mensajes que informan deben extremarse.
No encender fogatas, limpiar desechos, denunciar todo posible foco (al número 130), construir cortafuegos en las cercanías de bosques y viviendas, respetar las restricciones de quemas particulares, son algunas de las medidas básicas para disminuir probabilidades de que estas situaciones ocurran, dañen a la naturaleza y los espacios urbanos cercanos.
En Los Ríos, hasta ahora, no se producen emergencias de la magnitud observada en las regiones cercanas. Pero la cantidad de eventos de los últimos seis meses casi duplica a los del año pasado. De acuerdo a antecedentes de Conaf (Corporación Nacional Forestal), entre junio de 2020 y junio de 2021 hubo 18 incendios, que destruyeron 12 hectáreas; mientras que entre julio y diciembre de 2021 ya se contabilizan 41, con 65 hectáreas consumidas.
Las últimas dos emergencias fueron informadas ayer, en Máfil, y hay dos detenidos acusados de iniciar las llamas de manera intencional, con mecheros. Es decir, una prueba más de que el problema tiene vínculo con las personas, tanto por conductas inescrupulosas (como ésta), como por descuidos involuntarios, pero fatales: una colilla; restos de la parrilla de un asado; basura combustible; uso de acelerantes para una fogata.
Crear conciencia al respecto es una tarea colectiva. Y muy urgente. Los recursos estatales para combatir incendios forestales han aumentado, pero siempre serán pocos, si la comunidad no asume una actitud precavida y respetuosa del entorno. Cada acción cuenta.