Buen presupuesto para un nuevo año
El nuevo Gobierno Regional, con Luis Cuvertino a la cabeza, aprobó su primera propuesta de inversión pública. La proyección es favorable y permite mirar al 2022 optimismo. Además es probable que se produzcan cambios en las formas de financiamiento para las regiones.
El primer presupuesto elaborado bajo la responsabilidad del Gobernador Regional Luis Cuvertino fue aprobado por el Core de Los Ríos. Son más de 57 mil millones de pesos, una cifra superior en 5,2% a la de 2021, que llegaba a casi $54 mil millones.
La planificación para 2022 constituye, también, a la mayor en siete años. De acuerdo a antecedentes de la Dipres (Dirección de Presupuesto) en 2015 los ingresos regionales llegaron a $46.120 millones; en 2016 marcaron $53.581 millones; en 2017, $49.953; para 2018 fueron $49.118; a 2019 correspondieron $53.606 y en 2020, $49.367 millones.
Los fondos proyectados para invertir el próximo año son altos y cercanos -dicen desde el Gore- a lo que efectivamente se podrá usar; al revés de lo ocurrido en 2019, por ejemplo, cuando se anunciaron cerca de 83 mil millones de pesos, pero el uso efectivo fue de 30 mil millones menos. Este punto resulta muy importante, pues debemos recordar que los dineros públicos regionales provienen, en su mayoría, de transferencias del gobierno central, según dispone la Ley de Presupuestos; y que deben usarse, o se pierden. Al revés de lo que ocurre en el área privada, donde el ahorro se ve como sinónimo de eficiencia; en lo estatal, la baja concreción del gasto previsto es algo negativo, pues implica que no llegaron los beneficios correspondientes a la comunidad.
En tal contexto se explica, por ejemplo, la polémica que surgió hace algunas semanas por la no recepción de fondos traspasados por el Gobierno Regional al Serviu (Servicio de Vivienda y Urbanismo) para la compra de terrenos para viviendas sociales.
Hasta noviembre recién pasado, la ejecución del presupuesto regional de 2021 se encontraba cercana al 60 por ciento. Es decir, no se ha podido utilizar todo el dinero, aunque una nueva evaluación debería conocerse en los próximos días.
Con todo, la proyección es favorable y permite mirar con optimismo el año que comienza mañana y durante el cual debieran producirse cambios administrativos (ya en discusión en el Congreso) que otorguen a las regiones nuevas formas de financiamiento más flexibles y equitativas, que permitan responder de mejor manera a las promesas de bienestar hechas a la comunidad.