Daniel Navarrete Alvear

El viernes 17 de diciembre del año pasado, los residentes de las Cabañas Pumantú (calle General Lagos) fueron notificados del término de los arriendos por una nueva temporada.

Las viviendas son administradas por la Universidad Austral de Chile. Están sobre una superficie de casi cuatro hectáreas, propiedad de la casa de estudios superiores y actualmente son ocupadas por más de treinta familias.

Junto al aviso de 2021 se estableció además que quienes ocupan las cabañas, deberán desocuparlas y buscar nuevos lugares para vivir. Originalmente el plazo límite era febrero, pero se extendió hasta junio.

Aunque la determinación es legal, los vecinos optaron por hacer pública la inquietud del desalojo, al considerar que ocurre en una de las épocas del año donde es más complejo encontrar nuevos arriendos debido a la demanda de veraneantes por encontrar lugares de paso. Apelan además a la responsabilidad social de la UACh y exigen se les clarifique las razones por el cese del vínculo.

"Encontrar arriendo en una de las ciudades más turísticas de Chile es una misión prácticamente imposible, ya que todo el rubro se concentra en los turistas. A esto se agrega que en los meses de marzo y abril regresan los y las estudiantes a la presencialidad, lo que dificulta aún más la búsqueda de un hogar. Junto con que nuestra ciudad presenta un gran déficit habitacional, enmarcado en un déficit regional de más de 12.000 viviendas", explican en una declaración pública.

Y agregan: "Apelamos al sentido humano, responsabilidad social y compromiso de vinculación con el medio de la Universidad Austral de Chile. De esta manera solicitamos que se pueda replantear esta repentina y dramática decisión y que se otorgue una extensión razonable del plazo para el desalojo de los inmuebles".

La nueva fecha límite que proponen es diciembre de 2022, sin extensión adicional. Ello permitiría, según dicen en el documento, cumplir de buena forma con la búsqueda de nuevos inmuebles y el traslado progresivo de pertenencias a otros puntos de Valdivia.

Respaldo

En las Pumantú viven estudiantes, profesores y ex alumnos de la Universidad Austral de Chile.

La Federación de Estudiantes UACh también manifestó su malestar por el caso. Desde la entidad hay preocupación por la vuelta a clases en marzo y la consecuente ocupación de arriendos disponibles en la ciudad, lo que es una complicación adicional a quienes deberán dejar las cabañas de calle General Lagos, en las inmediaciones del Campus Miraflores.

"Resulta necesario transparentar este tipo de gestiones y velar por el bienestar de las y los integrantes de la comunidad de la UACh. A pesar de las complicaciones de financiamiento de los estudiantes, este estamento es una de las fuerzas económicas y culturales de Valdivia. Por eso instamos a las autoridades locales y arrendadores a pensar vías alternativas para recuperar lo perdido durante 2020 y 2021, y manifestamos nuestra total disposición a dialogar sobre este problema que aqueja a quienes desean vivir en Valdivia", explican desde la FEUACh.

30 junio próximo es el nuevo plazo para dejar las viviendas, que originalmente debían desalojarse en febrero.

17 diciembre ocurrió la notificación y el término del vínculo con quienes viven en el lugar, que es propiedad de la universidad.

El decano de la Facultad de Ciencias de la Ingeniería UACh, Richard Luco, explicó que la universidad decidió extender hasta el día 30 de junio de 2022 el plazo máximo para el desalojo. La decisión afecta únicamente al complejo habitacional de cabañas y no involucra la casa patrimonial, ni el hogar estudiantil que se emplaza en el mismo terreno. En relación al destino del complejo de cabañas, la autoridad académica señaló que hay una necesidad de mejorar las condiciones de habitabilidad del lugar y que ello requiere realizar intervenciones de mayor envergadura que no es posible ejecutarlas con moradores en las cabañas.

La Subsecretaría de la Niñez y la Defensoría de la Niñez iniciaron un trabajo conjunto para promover la participación de niños y adolescentes en el Proceso Constituyente, a través del proyecto "Mi voz constituye un cambio".

En Los Ríos participaron de manera voluntaria las residencias "Ahora", de Máfil; y "Las Parras" y "Sonrisa de Niño", de Valdivia. La propuesta consideró la realización de procesos de participación a través de diversas metodologías, tales como cuentos interactivos para niños de 4 a 6 años de edad, consultas dirigidas y cabildos para niños y adolescentes de 7 a 17 años de edad. Los resultados del proceso serán entregados a la Convención Constituyente, para ser tomado en consideración en el proceso de redacción de Constitución Política.

"Se destaca en realidad la participación y motivación que vivieron los niños, niñas y adolescentes que fueron parte del proceso, donde nos sorprendieron con las cosas que nos dijeron, recalcando que ellos necesitan ser escuchados, pero escuchados de verdad", dijo la analista de participación de Mejor Niñez, Patricia Caroca. Asimismo, Yasna Henríquez, encargada de la Subsecretaría de la Niñez en Los Ríos, agregó: "El proyecto es una es una clara señal del valor y el lugar que en definitiva la Subsecretaría de la Niñez en conjunto con la Defensoría de la Niñez han intentado establecer en nuestra sociedad, recordándonos a todos que los niños niñas y adolescentes son sujetos de derecho y que por lo tanto, se debe respetar su derecho a opinar".

"Se destaca en realidad la participación y motivación que vivieron los niños, niñas y adolescentes que fueron parte del proceso, donde nos sorprendieron con las cosas que nos dijeron, recalcando que ellos necesitan ser escuchados".

Patricia Caroca, Analista de participación, Mejor Niñez

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