El duelo y un mensaje ecológico se mezclan en obra de teatro fluvial
AGENDA. Hoy es el último día para ver "No le pido nada más a la eternidad", a bordo del Catamarán Marqués de Mancera.
El padre de Sol y Daniel ha muerto y como parte de un último adiós, ambos hermanos deciden reunirse para navegar por las aguas de Valdivia junto a un ánfora que tiene las cenizas del difunto.
El ritual parece sencillo, pero es emocionalmente complejo por un detalle no menor: el padre les ha dejado un mensaje grabado en audio, donde revela los pasajes más significativos de algo que en vida tal vez nunca estuvo dispuesto a hablar. Escucharlo por última vez, será parte del último adiós.
Así es "No le pido nada más a la eternidad", de la dramaturga Carla Zúñiga. Se trata de un inédito montaje dirigido por Néstor Cantillana, que ocurre a bordo del Catamarán Marqués de Mancera.
Interacción
El proyecto fue ideado exclusivamente como una obra fluvial y es parte de una búsqueda de espacios no convencionales para el teatro en Valdivia. Con ello además, Zúñiga propuso un texto que permitiera abordar, además del duelo, las implicancias ecológicas de una ciudad marcada por varios cursos de agua.
Los protagonistas de la ficción son Daniela Pino y Samuel González, quienes deben reencontrarse con el padre fallecido a través del relato en audio al cual también pueden acceder los espectadores. Para ello es que al ingresar al catamarán, cada persona recibe audífonos para escuchar el mismo mensaje hecho para Sol y Daniel. De esta forma, una voz en off, se encarga de retratar los significados de una paternidad imperfecta, las tareas inconclusas, el amor incondicional por los hijos y la familia, y el sentido de la felicidad por las cosas sencillas. Es en este punto que la propuesta conecta con la naturaleza al proponer que uno de sus personajes dedicó gran parte de su vida a proteger el entorno frente a la explotación de los recursos naturales.
El cierre
Las funciones de "No le pido nada más a la eternidad", que además cuenta con una breve intervención del músico Cristián Anabalón, comenzaron el lunes. A las 21:30 horas de anoche era el cuarto zarpe en dirección hacia el Cau Cau, en un periplo donde el montaje también invita a disfrutar de una navegación en tiempo real.
Hoy será el último día para ver la propuesta. Las entradas se pueden retirar entre las 10:00 y 14:00 horas en el tercer piso de la Municipalidad de Valdivia (que organiza la actividad). Las funciones son a las 20:30 y 21:30 horas.
El abordaje al Marqués de Mancera es entre el Puente Pedro de Valdivia y la Feria Fluvial. El aforo es limitado a solamente 48 pasajeros. para ingresar se exige portar mascarilla y el Paso de Movilidad.
2 funciones tendrá la obra en su tercer y último día en la cartelera local. La embarcación cuenta con una capacidad máxima de 38 espectadores.