Augusto Silva Triviño
Quisiera recordar el camino de vida de un hijo de esta tierra, a la cual enalteció y honró dondequiera que él fuera. Se trata de Augusto Nibaldo Silva Triviño, quien nació a mediados de la década de 1920, hijo de un matrimonio de campesinos nobles que vivían del cultivo de la tierra y la crianza a menor escala de vacunos y animales domésticos. Fue el mayor de diez hermanos y desde niño demostró una gran inteligencia y un gusto irrefrenable por el estudio y la superación. Al ingresar a primero básico ya sabía leer y escribir, además de dominar las cuatro operaciones de matemáticas. A mitad del año lectivo, fue adelantado a cuarto básico y al año siguiente promovido a sexto básico según lo permitían las reglas de una época que detentaba altísimas tasas de analfabetismo.
A los 13 años ingresó a la Escuela Normal de Valdivia. Al cabo de los seis años de duración del proceso de formación para profesor normalista, obtuvo el título con máxima distinción.
Fue destinado como profesor en Corral y luego de tres años fue seleccionado a una beca de perfeccionamiento en la Escuela Normal Abelardo Nuñez de Santiago.
De manera simultánea estudió Pedagogía en Castellano en la Universidad de Chile, obteniendo el Titulo con máximos honores lo cual le valió ser agraciado con una beca en la Universidad Complutense de Madrid. Dos años después obtuvo el Doctorado en Filosofía y Letras. Se trasladó entonces a Alemania haciendo uso de una beca del Gobierno Alemán. Se tituló como sicólogo en la Universidad de Tubingen.
En su paso por la Universidad Alemana conoció a la también docente universitaria Elke Dierks con la cual contrajo matrimonio formando una hermosa familia con cuatro hijos, todos nacidos en Chile: Elke, Ingeniera química; Margarita, médica cirujana; Augusto, abogado, odontólogo y profesor (fallecido); y Sigrid, Técnico en Turismo, políglota con dominio de cinco idiomas representante de una cadena de hoteles de cobertura mundial.
Retornó a Chile a la Escuela Normal de Antofagasta, integrándose al plantel académico de la Universidad de Chile, labor que alternó con estudios de Orientación y Conserjería Educacional. Luego ingresó a la PUC para un segundo doctorado.
A raíz de los sucesos políticos y sociales de 1973 emigró a Brasil donde rápidamente estableció sus marcas en la Universidad Católica de Porto Alegre. Fue director de la Escuela de Graduados en Educación.
En su retiro, fue galardonado por dicha Universidad como Profesor Emérito.
Dominó cuatro idiomas: alemán, inglés, portugués y español; fue autor de 22 libros, varios de ellos de investigación y de procesos educativos del niño y del adolescente.
En su niñez y adolescencia combinó sus estudios con la práctica deportivas destacando en la disciplina de tenis de mesa, e integrando el seleccionado de Básquetbol de Valdivia.
Pese a su intensa actividad profesional, siempre estuvo pendiente de su padre y de cada uno de sus nueve hermanos regresando regularmente desde Brasil, su segunda patria, a esta tierra que lo vio nacer.
Cada año, sin descanso, convocaba a una junta y reunión anual de hermanos. Una mención aparte merece que ocho de los hermanos abrazamos la vocación docente.
Es justo entonces reconocerlo como un genio intelectual valdiviano.
Nelson Silva Triviños Mg. en Administración Educacional
Llamado a la paz
La Gran Logia de Chile, institución que se inspira en los altos principios que promueven la fraternidad, la convivencia pacífica, la tolerancia, el respeto al derecho, el diálogo y la solución pacífica de las controversias, entrega el presente texto ante la invasión que sufre Ucrania, Estado miembro de las Naciones Unidas.
Señalamos a la comunidad masónica internacional la fraterna solidaridad con la Gran Logia de Ucrania y con el pueblo ucraniano, ante la violenta invasión de su territorio, lo cual ha producido un elevado número de muertes.
Estos hechos son una violación de las reglas que el Derecho Internacional y las Naciones Unidas imponen en favor de la convivencia pacífica de los Estados y los pueblos; de la negociación como mecanismo de solución de controversias; y del respeto a los tratados, a las fronteras y a soberanía territorial.
Expresamos nuestra preocupación por la situación que está afectando a millones de personas, que se están desplazando hacia los países vecinos, buscando refugio y condiciones esenciales de seguridad.
Hacemos un llamado a que los países involucrados, los órganos e instancias internacionales pertinentes, actúen con prontitud para garantizar la soberanía de Ucrania, su derecho a la autodeterminación, su integridad territorial, su derecho a la paz y a la convivencia pacífica con sus vecinos.
Todo lo anterior, en el ejercicio pleno de los instrumentos que la obra civilizatoria humana ha plasmado en convenciones y acuerdos internacionales, a fin de erradicar la guerra y la violencia como mecanismo de imposición, sometimiento o destrucción de quienes plantean sus controversias e intereses.
Sebastián Jans Pérez Gran Maestro Gran Logia de Chile