Un total de 50 proyectos y una inversión global de 75 mil millones de pesos son dos de las cifras que marcan el Plan Maestro del Borde Fluvial de Valdivia, iniciado por el Ministerio de Obras Públicas, presentado oficialmente hace un mes y que deberá ser ejecutado por los próximos gobiernos, pues su horizonte de planificación es 10 años.

Para 2022 ya hay presupuesto aprobado para la primera obra: habilitación de un sendero escénico con acceso para personas de movilidad limitada en el sector de Avenida Matta, con conectividad a un embarcadero, vista hacia Collico y cercanía con la Escuela de Las Ánimas, que ha definido el vínculo con el río como parte de su Proyecto Educativo.

Para el tradicional barrio animeño también está contemplada posteriormente la habilitación de la antigua playa -con apoyo de la Cámara Chilena de la Construcción- y además el Plan estipula también otros parques-balnearios en las dos riberas, con equipamiento, buen diseño, acceso universal, conectividad a la red de transporte público fluvial y seguridad frente a la calidad del agua. En ese punto coincide con la norma secundaria (control de emisiones de riles vertidos al cauce) actualmente en trámite, la cual debe establecer parámetros estrictos para las mediciones de contaminación causada, tanto por uso humano como industrial. Al respecto el seremi Johnny Herrera, en entrevista con soyvaldivia.cl, pidió coordinación entre los diversos entes públicos para abordar el problema de las aguas servidas que aún llegan al río en sectores como el estero Leña Seca.

Para una mejor colaboración tanto en esa materia como en otras, el Plan Maestro contempla un elemento importante: gobernanza con participación de instituciones estatales, académicas, ciudadanas y privadas, que darán seguimiento a las propuestas para que ellas efectivamente se materialicen, más allá de las administraciones políticas que vengan.

El Plan está online en www.losrios.mop.cl. Es bueno conocerlo, porque la comunidad también puede estar atenta y contribuir a su materialización. Nadie quiere que esta iniciativa se sume a la larga lista de promesas jamás cumplidas (o demasiado demoradas) que abundan en el vínculo con el río, lamentablemente.

En reiteradas ocasiones hemos planteado la importancia estratégica del riego en los sistemas de producción de leche a base de pastoreo, dada la vulnerabilidad que estos presentan ante factores climáticos extremos que -desafortunadamente- se han transformado en fenómenos recurrentes y, por qué no decirlo, se han instalado casi como una nueva normalidad en regiones como la nuestra y la vecina región de Los Lagos. Ya no solo en el verano, sino también en primavera, la pluviometría está lejos de ser lo que era hace 15 años y nuestros sistemas productivos experimentan con frecuencia ese impacto, complementado habitualmente con temperaturas inusualmente altas. Al finalizar esta semana, el Ministerio de Agricultura difundió las estadísticas sectoriales para el primer mes del año, dando cuenta de un retroceso significativo en la producción nacional de leche que llegó a -5,6% respecto de enero 2021, particularmente influido por el comportamiento de los principales distritos lecheros del país, que concentran casi el 80% del volumen nacional de leche.

En Los Ríos, la recepción de leche en enero llegó a 67,1 millones de litros, que representaron una caída de -3,2% respecto de igual mes de la campaña 2021, mientras que Los Lagos registró una producción de 99,5 millones de litros, con un retroceso de -9,9%. Cabe destacar que este escenario climático ya venía afectando el dinamismo de la producción de leche desde el último trimestre de 2021, particularmente en Los Lagos.

Como Aproval, gracias al apoyo técnico de nuestros colaboradores de Lecherías del Sur, logramos determinar con antecedentes de campo generados por un grupo de asociados que viene regando hace más de una década, que en el periodo 2012-2020 las praderas de riego produjeron -en promedio- 3,5 toneladas de materia seca/año más que las praderas de secano, con lo cual el uso de esta tecnología se justifica plenamente, no sólo por la productividad estival, sino por las mejores condiciones con las que esas praderas continúan su desarrollo en otoño.

Sin descartar que el menor dinamismo productivo de enero también esté influido en parte por el fuerte aumento de los costos de insumos relevantes en alimentación y fertilizantes, todo indica que el factor climático ha dejado su huella. Y si intentamos explicar la diferencia en el impacto productivo en este primer mes del año en Los Ríos (-3,2%) y en Los Lagos (-9,9%), quizá el mayor porcentaje de praderas bajo riego en nuestra región (48%) pueda darnos algunas luces al respecto: 17.279 hás. versus 11.681 hás. en el periodo 2008-2020 (estimación Consorcio Lechero).

Jaime Heinrich Commentz

Vicepresidente Aproval Leche A.G.