Esperanza. Esa es la sensación que muchos tenemos estos días, luego de la asunción de este nuevo Gobierno, que viene a abrir las puertas al fortalecimiento de las regiones. La nueva Constitución, sumada al programa del Presidente Boric nos tiene entusiasmados y coordinados para trabajar en torno a la unidad de propósitos.
Somos parte de un pacto amplio de trabajo, desde el nivel central, pero también a nivel de las regiones. Vamos a tener una gobernanza que integrará este nuevo sistema de autonomía regional, con un reconocimiento a la figura del Gobernador como la principal autoridad, capaz de conducir y formar un solo cuerpo junto a la Delegada Regional, Paola Peña y el delegado Provincial del Ranco, Alejandro Reyes.Aspiramos a ser un solo equipo que haga frente a las pequeñas y grandes tareas del territorio.
Estamos optimistas, en la medida que este compromiso, que viene desde el Presidente de la República, se haga carne en cada una de las regiones, tal como lo asumió con la Asociación Nacional de Gobernadores y Gobernadoras recién creada. Nuestro territorio cuenta con todas las condiciones políticas y técnicas, para que ese trance se produzca sin sobresaltos y lógicamente presentemos ante la comunidad regional un desafío de carácter unitario y mucho más eficiente para abordar los temas que tenemos pendientes. Estamos optimistas respecto a la formación de los equipos, a la metodología de trabajo y a los resultados.
El Gobierno Regional, mirado desde el punto de vista de la composición de las directrices nacionales, ha quedado al debe en la región. Nosotros asumimos esos déficits, con el objeto de rectificar, pero seguimos teniendo tres grandes áreas que son muy sensibles. En vivienda, necesitamos orientar el trabajo, dejando de politizar esta problemática; en salud, hay que hacer un esfuerzo único entre Ministerio y Gobierno Regional, para complementar los recursos en salud primaria, listas de espera, urgencias generadas producto de la pandemia, así como también en infraestructura hospitalaria.
Finalmente nos interesa fortalecer la agricultura familiar campesina, para dar respuesta a la seguridad alimentaria. Es por ello que necesitamos la correcta coordinación con cada una de las seremias y direcciones regionales, cuya coordinación estará a cargo de nuestra delegada regional y delegado provincial.
Estamos en plena sintonía con nuestra delegada, tanto en prioridades, en los ejes estratégicos, como en la metodología de trabajo que expresa voluntad política y compromiso para hacer de nuestra gestión regional una gobernanza integradora, eficaz y con resultados concretos, que lleven beneficios de bienestar a nuestra ciudadanía.
"Vamos a tener una gobernanza que integrará este nuevo sistema de autonomía regional, con un reconocimiento a la figura del Gobernador como la principal autoridad..."