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ENTREVISTA. eduardo moncada cortés, ex profesor, fotógrafo y dirigente deportivo:

"Quiero mantenerme como un adulto mayor activo, hasta donde sea posible"

VIGENCIA. Después de una vida de trabajo, Eduardo Moncada tiene el objetivo de seguir aportando a la sociedad.
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Juan Carlos Hernández G.

En el año 2018, Eduardo Moncada Cortés sufrió un accidente cerebrovascular que -por prescripción médica- lo obligó a abandonar la vida laboral que aún desempeñaba como fotógrafo en el deporte valdiviano, especialmente en las competiciones de Canadela, los Viejos Cracks y el Maxibásquetbol.

Fue el momento preciso para refugiarse en la localidad de Punucapa, desde donde luego de cuatro años de reposo, viaja esporádicamente hacia Valdivia. Sin embargo, no abandona la idea de regresar en algún momento a desempeñarse en una de las tres pasiones de su vida: la fotografía. Las otras dos han sido la educación básica, como buen profesor normalista, pedagogo por vocación; y la dirigencia deportiva, donde se identifica con el club de fútbol Escuela Superior.

¿Cómo derivó a la fotografía?

-Cuando estaba trabajando como profesor en Casma (comuna de Frutillar), me sobraba tiempo y un día, leyendo la Revista Vea, me encontré con unos cursos por correspondencia. Me inscribí en Fotografía Artística, me aceptaron, lo hice y saqué un diploma de fotógrafo profesional. A Valdivia llegué trabajando en fotografía en 1967. Aquí ingresé al Sindicato de Fotógrafos, trabajé en desfiles, eventos deportivos escolares y cuando jubilé como profesor, empecé a trabajar con el fútbol y beibifútbol adulto en el Canal Laboral, los Viejos Cracks y el Maxibásquetbol. Además, hasta el 2005 más o menos tuve mi estudio fotográfico "Edmon" en varios lugares de Valdivia.

¿Cuál es el mejor recuerdo que guarda de su época como profesor?

-En general tengo muy buenos recuerdos, pero el más especial es de cuando me eligieron co-mo el mejor profesor de la comuna de Frutillar, en 1962. Entonces se celebraba el Día del Maestro los 11 de septiembre.

¿Qué rescata de su experiencia en el fútbol amateur?

-Además de mi participación en campeonatos escolares, fui dirigente, entrenador de los infantiles, juveniles y adultos del club Escuela Superior, secretario y presidente. Creo que fue una buena experiencia con los colegas de esa época, cuando el club apenas sobrevivía. De ese tiempo recuerdo a dirigentes como los hermanos Goñi, Fernando Coñiam y Benito Rivera. Me gustaría volver, pero aún no me decido. Todo dependerá de si vuelvo a la fotografía.

¿Sus mejores vivencias las tuvo en la fotografía?

-Tenía buenos clientes a través de mis estudios fotográficos y la relación con instituciones deportivas como por ejemplo el club Teja Alejandro Martínez, donde me entregaron un lindo diploma y esos son buenos recuerdos, que permanecen.

A los 83 años de edad, ¿se siente realizado con todo lo hecho durante su vida?

-Sí, en todo sentido: en el aspecto educacional, como fotógrafo y en el deporte. Desde el 2013 que vivo con mi familia en Punucapa y desde 2018 estoy restringido por mi enfermedad, pero anhelo regresar a Valdivia y reabrir mi estudio fotográfico. Quiero volver a trabajar con Canadela, los Viejos Cracks y el Escuela Superior.

¿Por qué insiste en volver a trabajar?

-Porque quiero mantenerme como un adulto mayor activo, hasta donde sea posible. Por eso mismo, quiero desearle a mis amigos y colegas que tengan buena salud y recomendarles que cuando jubilen, no permanezcan inactivos. Es bonito y gratificante mantenerse siempre en actividad.

"Desde el 2013 que vivo con mi familia en Punucapa y desde 2018 estoy restringido por mi enfermedad, pero anhelo regresar a Valdivia y reabrir mi estudio fotográfico...".

Eduardo Moncada Cortés, Profesor y fotógrafo

Nacido en fresia

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Desde 1966 en Valdivia Eduardo Moncada Cortés nació en Fresia el 13 de febrero de 1939 y fue uno de los seis hijos del matrimonio formado por Samuel Moncada Sepúlveda e Hilda Cortés Carrasco. Realizó sus estudios básicos en el Colegio Arriarán Barros de Puerto Montt y cuando la familia emigró a La Unión, continuó su formación en el Liceo Coeducacional de esa ciudad. El paso siguiente fue la Escuela Normal, donde se tituló como profesor primario en 1958. Luego abrió las puertas a una prolongada carrera laboral junto a la enseñanza básica, con estaciones iniciales en las escuelas de Colonia Río Azul y Estación Llanquihue, la Dirección Departamental de Educación de Puerto Varas, la Escuela Cárcel y establecimientos de Casma y Frutillar Alto. Así hasta 1966, cuando llegó a Valdivia, a Escuela de Collico y continuó su labor formativa en la Escuela N°4 de los Barrios Bajos, Escuela N° 11 de Angachilla, Escuela N° 6 de René Schneider y reemplazos en los institutos Alemán y Comercial. Como profesor, jubiló en el año 2001. Casado desde hace más de medio siglo con María Eugenia Quintana, son padres de cinco hijos: Hilda, Juan, Arnoldo, Eduardo y Abel.

Una enfermedad silenciosa

Eduardo Cruzat Dir. carrera Kinesiología UST
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La osteoporosis se define como la pérdida de masa ósea y es una enfermedad silenciosa, porque no manifiesta síntomas.

Las personas que la padecen se rompen frecuentemente los huesos de la cadera, la columna y la muñeca. Varios factores aumentan el riesgo de sufrirla. Aquellos que están fuera de nuestro control son el sexo de la persona, ya que las mujeres padecen esta enfermedad con más frecuencia que los hombres; el paso de los años, porque aumenta con la edad; y las mujeres delgadas y pequeñas tienen mayores probabilidades de contraerla.

Además, los antecedentes familiares son un dato importante; y poseer una estructura ósea pequeña y frágil. También se ha reconocido variables modificables, relacionadas con el estilo de vida del individuo, como una baja ingesta de calcio -común en nuestro país- y vitamina D; una vida sedentaria, inmovilidad e inactividad; tabaquismo; consumo de alcohol y café; baja de peso; déficit estrogénico antes de los 45 años; alteraciones visuales; caídas recientes; y desórdenes alimenticios como anorexia nerviosa y bulimia.

En la misma línea, existen enfermedades que pueden afectar los huesos, como las endocrinas -un ejemplo es el hipertiroidismo- así como también la artritis inflamatoria; y la ingesta de medicamentos, como el uso de corticoides por más de tres meses.

Por lo tanto, mediante el tratamiento se busca controlar el dolor, retardar el proceso de pérdida ósea y prevenir fracturas. La terapia debe incluir una alimentación equilibrada rica en calcio y en vitamina D; un estilo de vida saludable y un programa de ejercicio físico bajo supervisión de un profesional, donde una opción puede ser caminar la mayor cantidad de días posibles; y medicamentos específicos que su médico le indicará.

Pero, si ya padece esta enfermedad, resultan fundamentales las estrategias para ayudar a disminuir las posibilidades de tener una caída.