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El diario que surgió de un regalo a María José Ferrada

"Diario de Japón" (Seix Barral) son las anotaciones sobre Oriente que llevó la premiada escritora chilena, María José Ferrada. Todo partió cuando un amigo, antes de morir, le dio parte de su biblioteca.
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El "Diario de Japón" (Seix Barral) que escribió María José Ferrada (Temuco, 1977) empieza así: "Un hombre se despide de la vida y decide comenzar por su biblioteca. Agrupa los libros por territorio: alemanes, latinoamericanos, ingleses y rusos. Y libros japoneses". Luego, ese mismo hombre, llama a la autora para saber si quiere quedarse con "algún país". Y le ofrece un té. Le confiesa que "de una bolsa es capaz de sacar tres tazas".

Luego, esos mismos libros que pone en la mochila, se irá a otro país y trabajará acompañando a niños con autismo severo. Allí aprendió sobre el silencio. Y sobre un sueño recurrente: una biblioteca vacía.

El año pasado María José Ferrada obtuvo el Premio Iberoamericano SM de Literatura Infantil y Juvenil. Para público adulto, escribió "Kramp" (2017), novela que ha sido traducida a 9 idiomas y fue reconocida como la mejor novela del año por el MINCAP y el Círculo de Críticos de Arte, misma entidad que reconoció también a su segunda novela, "El hombre del cartel" (2021).

"Siempre tuve pendiente escribir algo sobre Japón", nos dice Ferrada, en una conversación por Zoom.

Una mirada a jAPÓN

"Cuando vino la pandemia, me quedé encerrada como todo el mundo. Tuve el tiempo de sentarme y organizar la tesis que tenía guardada y la carpeta donde anotaba cosas que leía. A diferencia de otros libros fue muy fluido, dejé que existiera el desorden de mis recuerdos", relata.

Algo similar es lo que notó la escritora María José Navia en la última edición de Revista de Libros de El Mercurio sobre "Diario de Japón": "Es un texto dolorosamente hermoso (…) que celebra la belleza de lo fugaz, que alcanza a atrapar en la página, esos recuerdos que luego pueden mezclarse con la imaginación."

"Diario de Japón" tiene una estructura libre y fragmentaria, que considera entradas que narran desde el descubrimiento de la literatura japonesa por parte de la autora, su experiencia en los viajes a la isla y estudios sobre Japón en Chile.

Una inspiración clave es el libro al que Ferrada le dedicó su tesis, "Genji Monogatari" (escrito cerca del año 1000).

Los tiempos del libro se mezclan como sus distintas historias paralelas. "No se cortan los tiempos. No es que yo escriba 'estuve de tal fecha a tal fecha en tal lugar con tal persona'. No lo creo tan definitivo en uno, uno sigue estando. En un diario habrían sido importantes las fechas", apunta la autora, que prescinde de ellas en el libro. "Es ficción, claro que es ficción. Pero también hay una cosa que la memoria hace, que las fantasías sean reales, no tienen menos sustancia".

A los maestros

María José Ferrada entrega una extensa bibliografía al final de su libro, para quienes quieran acercarse a la literatura japonesa. Le pedimos que recomiende un libro, y se inclina por "Historias de la palma de la mano", de Yasunari Kabawata, el primer nipón en ganar el Nobel de Literatura.

"Por la relación que tiene con la trama, tan desapegada. Kabawata decía: 'a mí los finales no me interesan', si el final no lo publicabas no le importaba. Eso es muy radical para nosotros", explica.

"Diario de Japón" se enriquece con varias palabras en japonés que se envuelven con la trama. Para Ferrada, su favorita es senpai (guía o compañero de antes).

"Es un agradecimiento a los que han sido mis maestros en descubrir estas lecturas. No necesariamente son profesores de la universidad. Como Enrique Aisler, que fue el que me regaló los primeros libros, profesor de cine en Temuco, que conversó mucho conmigo pese a que era chica, era su amiga pese a que tenía 50 años menos que él".

"Hay maestros en distintas líneas. Es un agradecimiento a la gente que acompaña en la comprensión. A veces se te ilumina la lectura en una conversación con alguien que no tiene nada que ver. Un niño te puede revelar el 'Genji Monogatari'", dice. En ese sentido, la autora considera el libro "una especie de guía, pero amable. No que fuera de estar estudiando".

Fuera de la revisión de libros japoneses de grandes autores, Ferrada cita al poeta Jorge Teillier en su libro.

Sobre los puentes que unen la vida sureña y la oriental, nos explica que "cualquier lugar donde el ciclo de la naturaleza sea muy marcado, sobre todo dos periodos, el calor y la lluvia, va a haber una cosa que te hermana con la conciencia de lo efímero. Los japoneses tienen eso".

"Diario de Japón" contiene quince fotografías de Rodrigo Marín, pareja de la escritora. Ferrada nos explica esta inclusión: "Viajó conmigo las 2 últimas veces a Japón, que fueron los periodos más largos que estuve. Lo que me interesaba que apareciera en las fotos es que Rodrigo tiene otro Japón, desde su lenguaje de imágenes. Hay temas que coinciden y otras que no, porque no quedaron en mi mapa de Japón, que son las imágenes de sus propios recorridos".

Sobre la razón de la gente joven para vincularse tan fuertemente a los iconos orientales, Ferrada tienta que es por "imaginar un lugar donde sí se esté cómodo. Hay cierta disconformidad con la realidad, de la poca comprensión que ofrece el mundo adulto. Es una crítica. Entonces tú te creas tu realidad. Así se unen también, porque no están solos los otakus y uno necesita un grupo. Hay un Japón inventado, que yo también hice a medida, con mis necesidades. Con la lectura todos hacemos eso, todos construimos un país, un territorio".

María José Ferrada recibió el premio del Círculo de CrÍticos de arte por su novela, "Kramp".


"Diario de Japón"

María José Ferrada

Seix Barral

196 páginas

$14.900

Por Cristóbal Gaete

"No están solos los otakus y uno necesita un grupo. Hay un Japón inventado que yo también hice a medida".

mónica molina