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Banco Central sube la tasa de interés a 7% para contener la inflación

ECONOMÍA. Medida fue criticada por representantes de las pymes, que dicen estar ahogadas por las deudas.
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Redacción

Nuevamente el Banco Central resolvió incrementar la Tasa de Política Monetaria (TPM), esta vez en 150 puntos base, con lo que avanzó de 5,5% a 7%. De esta forma, la entidad busca hacer frente a la elevada inflación que afecta al país.

Tras la Reunión de Política Monetaria de este martes, el organismo abordó el escenario económico internacional, marcado por la invasión rusa en Ucrania. Según explicó, este hecho "ha elevado la incertidumbre de forma significativa y ha intensificado el aumento de los precios de las materias primas, especialmente de energía, alimentos y algunos metales".

En este plano, destacó el alza que ha experimentado el precio del petróleo, que ha alcanzado niveles en torno a US$110 el barril.

Respecto de la situación local, el Banco Central indicó que según los datos disponibles de los primeros meses del año "la economía ya estaría en una senda de reducción de los elevados niveles de gasto del año pasado", destacando el retroceso en el consumo privado y en la actividad del comercio.

En cuanto al comportamiento de la inflación, el instituto emisor señala que el IPC acumula un alza anual de 7,8% a febrero, casi un punto más que lo previsto en diciembre. "Las perspectivas de inflación de corto plazo han vuelto a aumentar, acercando la inflación anual a cifras de 10%", expuso.

Con todo, las futuras alzas serán más acotadas. "De darse los supuestos del escenario central del IPoM de marzo (que se publica hoy), futuros aumentos de la TPM serían menores que los realizados en los últimos trimestres. De todos modos, esto dependerá de la evolución del escenario macroeconómico", indicó.

"sopa con tenedor"

El presidente de la Asociación de Emprendedores de Chile (Asech), Marcos Rivas, lamentó la noticia: "Se sabe que parte importante de la inflación en Chile se explica por razones externas asociadas a costos del transporte mundial, que encarecen los insumos y los bienes. Por lo tanto, subir la tasa de interés es como tomar sopa con un tenedor. Sirve, pero no mucho".

"El aumento de tasas se traspasa a los créditos cortos, al financiamiento del capital de trabajo, a las líneas de crédito y eso encarece el financiamiento de miles de pymes que ya están muy endeudadas, obligándolas a traspasar a precios ese mayor costo, generando inflación 'endémica'. Es una mala decisión si no se acompaña de un paquete de medidas de reactivación y recuperación, que permita desahogar a las pymes", agregó.

Hernando: "No nos interesa nacionalizar, expropiar ni ahuyentar la inversión..."

MINERÍA. Ministra envió mensaje de tranquilidad en Conferencia Mundial del Cobre.
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Un nuevo gesto para tranquilizar al sector privado realizó este martes la ministra de Minería, Marcela Hernando, en el marco de la Conferencia Mundial del Cobre.

En el evento, que reúne a ejecutivos de empresas mineras de todo el mundo, la autoridad abordó los planes del gobierno en relación a elevar los impuestos que pagan las compañías del sector, asegurando que el objetivo es aumentar la recaudación fiscal pero sin afectar las inversiones.

"No queremos ni podemos perder competitividad como país", dijo Hernando. "No nos interesa elevar extremadamente la carga impositiva y, de esa manera, perder la posibilidad de inversión de otros países e incluso de empresas que son nuestras", recalcó.

Respecto a la forma en que se podrían materializar estos cambios, la secretaria de Estado recordó que hay un proyecto sobre royalty minero que se tramita en el Senado, aunque también las modificaciones podrían realizarse a través de la reforma tributaria.

Según dijo la autoridad, la iniciativa parlamentaria ha sufrido varias modificaciones durante su paso por el Senado y es probable que no cuente con un respaldo mayoritario cuando vuelva a discutirse en la Cámara de Diputados.

Extranjeros vs. chilenos

La decisión "no está tomada", aclaró. En este punto, Marcela Hernando insistió en despejar las dudas sobre las intenciones del Ejecutivo: "Es una noticia en desarrollo sobre la cual pediría que tuvieran confianza, porque ni al gobierno ni al presidente Boric le interesa, no está en nuestro programa, ni nacionalizar, ni expropiar, ni ahuyentar la inversión".

Por otra parte, la titular de la cartera planteó la necesidad de construir un "nuevo modelo de relaciones laborales" en la minería, anunciando la creación de una mesa intersectorial con el ministerio del Trabajo. "A veces son las empresas extranjeras las que se portan mucho mejor con los trabajadores que lo que se portan nuestras propias empresas chilenas", manifestó.

Minsal admite descoordinación y asegura que hay suficientes vacunas

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Luego de una serie de reclamos por parte de municipios y usuarios sobre una supuesta falta de stock de vacunas en algunas comunas y regiones del país, el ministerio de Salud señaló que en el país existen las dosis "suficientes" para cubrir la campaña de inmunización de covid-19 y apuntó a una descoordinación entre seremis y administraciones comunales.

"Estamos monitorizando diariamente los stocks de vacunas", dijo el subsecretario de Salud Pública, Cristóbal Cuadrado. El Minsal ayer reportó 3.017 casos nuevos de covid-19, con una positividad de 8,02% a nivel país; 18 fallecidos y 26.867 casos activos.

Minera BHP anuncia inversión de más de 10 mil millones de dólares

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El gigante minero angloaustraliano BHP Billiton anunció ayer planes de inversión en nuestro país por más de 10.000 millones de dólares.

El presidente de BHP Minerals Americas, Rag Udd, dijo que la posible inversión sería parte de la estrategia de crecimiento del portafolio de cobre de la compañía.

El plan "permitirá generar beneficios compartidos por los próximos 50 años, y se podrá llevar a cabo si se cumplen condiciones como estabilidad fiscal, certeza jurídica y un camino claro para la obtención de permisos", sostuvo la compañía en un comunicado.

Carlos Peña

El Estado soy yo

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"El Estado soy yo" es una frase atribuida a Luis XIV. Si bien la frase parece ser apócrifa, es significativa. Y no obstante haber sido pronunciada en la monarquía absoluta (que no por causalidad es el origen del estado moderno) subyace en ella un fondo de verdad que el político debiera repetir una y otra vez.

Una verdad que las actuales autoridades -el presidente, la ministra del interior- deberían tener presente.

El estado -tal como se le conoce más o menos desde el XVII- equivale, según la famosa fórmula de Max Weber, a una agencia que reclama para sí, con éxito, el monopolio de la fuerza. Y entonces, arguye el mismo Weber, parece obvio que el político que aspira a conducir el estado tendrá, más temprano que tarde que usar la fuerza. De ahí la famosa frase según la cual el hombre o la mujer de estado hace un pacto con el diablo puesto que se dispone, lo reconozca explícitamente o no, a emplear la coacción para llevar adelante lo que piensa. Vale la pena citarlo:

"Quien se mete en política -explica Max Weber en una famosa conferencia dictada a estudiantes- debe saber que el instrumento de la política es la coerción y debe estar dispuesto a hacer un pacto con el diablo. En el sentido de aceptar que, de acciones buenas pueden derivar consecuencias malas, de acciones malas, algunas veces, derivan consecuencias buenas".

La misma idea apareció más temprano en Hobbes (y también aparece en la obra de Marx) quien la presenta como una fórmula homeopática: la violencia de los particulares, la violencia que disputa el monopolio de la fuerza al estado, se cura con violencia, solo que esta última se imparte en base a reglas. La violencia se cura con violencia. Y, en fin, todavía vale la pena recordar la observación de W. Benjamin (exonerado de cualquier sospecha de conservadurismo). Benjamin observó que un rasgo del moderno estado de derecho es que admite todos los puntos de vista a condición de que no llamen en su auxilio a la fuerza o, si se prefiere, que no empleen la coacción o la amenaza de coacción para imponer sus ideas. El moderno estado acepta todos los fines; pero excluye el empleo de un medio específico, la violencia, para promoverlos.

Las páginas anteriores (que aquí he citado en apenas algunos fragmentos) debieran ser lectura obligada para el político que logra hacerse del poder y que, habitualmente, viene precedido, como ocurre con una parte de las actuales autoridades, de una relación biográfica más o menos alérgica con la policía o con aquella parte del estado que monopoliza la fuerza. Mientras pujaba por hacerse del poder, el político o la política, podía tomar distancia de la fuerza estatal, criticarla, fruncir el ceño cuando se hablaba de ella o incluso increpar a quienes se disponían a ejercerla (como, dicho sea de paso, lo hizo en una ocasión el propio presidente Boric); pero cuando alcanza la cúspide del estado descubre que de lo que se trata es justamente de eso: de administrar el empleo de la fuerza sea porque dispone su empleo, sea porque debe apoyar a quienes la emplearon o la administran, como acaba de ocurrir con el carabinero que disparó para defenderse de una turba que lo golpeaba, sea porque está obligado a reprimir a quienes le disputan su monopolio (como tarde o temprano ocurrirá en la Araucanía).

Por supuesto la fuerza del estado es la fuerza legítima -administrada por órganos y en base a procedimiento previstos en reglas- pero no hay manera de ocultar el hecho que posee el mismo rostro que cualquier otro acto de fuerza. Llegado el caso, pues, el estado debe ejercer la fuerza y aceptar su fruto amargo, salvo que consienta en dejar de ser lo que es, dejando expuesto a los ciudadanos a la ley del más fuerte (como desgraciadamente y durante tanto tiempo ha ocurrido los viernes santiaguinos).

Lo anterior exige de quienes han logrado, en buena hora, hacerse del poder, no pretender que están fuera del estado y hacer la vista gorda frente a la violencia de los particulares, porque estos últimos no están desafiando a la policía, sino al estado o, aunque cueste aceptarlo, a la autoridad política que en la sociedad moderna se confunde con él como, con rara clarividencia, habría declarado Luis XIV.