Los órganos tienen derecho a ser donados". Esa es una de las ideas fuerza de la campaña del Ministerio de Salud para crear conciencia y apoyar la realización de trasplantes en Chile, procedimientos que se han visto disminuidos debido a la contingencia generada por la pandemia, pero que lentamente comienzan a reactivarse.

El mensaje invita a la donación, pero ya no la presenta sólo como un acto caritativo o bondadoso, como se hacía habitualmente; sino también como el justo respeto a la capacidad del corazón, los pulmones, el hígado y otros componentes del cuerpo, a seguir existiendo cuando su dueño actual ya no los necesite.

La propuesta comunicacional -que se puede conocer en www.yodonovida.cl- fue lanzada el año pasado y, acertadamente, se adhiere al momento actual de revisión de vínculos sociales en que se encuentra el país. Y empodera a quien decide ser donante.

Otra iniciativa innovadora similar es el libro infantil descargable en el sitio de la Sociedad Chilena de Trasplante (www.sociedaddetrasplante.cl) "Luciano y su mochila de estrellas luminosas", de las autoras Alejandra Santana y Claudia González (U.A. 2019). Relata la historia de un niño que es invitado a dejar su hogar para ir al Planeta Amor Supremo y que, antes de partir, pide a su mamá que regale las estrellitas brillantes que él usaba todos los días y que no se llevará en el viaje. La mamá, aunque tiene mucha pena porque él se fue, respeta esa opción de su hijo.

Revisar estos temas coincide con que el 9 de abril se cumplieron 23 años del primer trasplante de pulmón realizado en Chile (1999) y que en septiembre serán 42 años desde el primer trasplante renal (ahora suman casi 500) realizado en el Hospital de Valdivia (HBV), recinto que es un referente nacional en intervenciones, procuramiento e investigación. Además, desde 2018 el HBV lidera un programa de trasplante de médula, que hasta diciembre del año pasado alcanzaba 70 procedimientos en total.

Cada uno de esos números representa a seres humanos, quienes recibieron una nueva oportunidad gracias a la acción de profesionales de la salud; pero especialmente debido a la decisión de alguien que ejerció su derecho a donar vida.

En la vida de una persona, ésta tiene que tomar muchas y variadas decisiones. Hay algunas que se toman a diario, y otras que se eligen en momentos críticos. Estas últimas, tienen implicancias profundas en nuestras vidas, y una vez escogidas, muchas veces, sólo dejan la opción de seguir adelante, porque es en ese momento que nos enfrentamos con el punto de no retorno. Es decir, ya no hay marcha atrás.

El punto de no retorno es un término de navegación aérea que define ese momento de un vuelo en el que, debido al consumo de combustible, el avión ya no es capaz de volver al punto de origen y no tiene otra opción que buscar un nuevo destino. Si el plan de vuelo se elabora con prolijidad y profesionalismo, el punto de no retorno lo sabes antes de despegar.

La presidenta de la Convención Constitucional, señaló hace unos días que los 161 artículos que se encuentran en la propuesta de texto, han recibido en promedio, 122 votos, por lo que "un 79% de los convencionales votaron a favor de estas normas", siendo reflejo de un "diálogo profundamente democrático".

A su conclusión, que considero estadística y políticamente errónea, quiero agregar dos puntos.

Primero, que la centroderecha, al ser una minoría en la Convención, tiene hoy dos funciones claras respecto al mandato ciudadano y político. Uno es, mediante indicaciones, tratar de mejorar cada una de las normas que se consideren que o son maximalistas o erráticas, o están mal redactadas, o sencillamente son fuente de potencial conflicto en su implementación. Dos, sacar la voz, cuando una norma de las características anteriores haya sido incluida en el texto constitucional.

Segundo, cada vez que se vota en el pleno, se planifica la votación y si se concluye que hay un inciso o artículo que es positivo, se concurre con el voto, y si no, no.

De lo aprobado, no basta con poner porcentajes, es más profundo.

De hecho, ya hay muchas y variadas voces, que concluyen que no se va por el camino correcto, y llaman a la Convención a enmendar el rumbo. Sin embargo, ¿tendrán la humildad y capacidad para modificar el plan de vuelo? O ¿simplemente se llegó a un punto de no retorno, y ya no hay marcha atrás?

Felipe Mena V.

Constituyente por Los Ríos