Usurpación y Estado de Derecho
Durante las últimas semanas los delitos de usurpación volvieron a tomarse la agenda, específicamente en la que afectó, durante dos fines de semana seguidos, al fundo Ponhuipa, en el sector Carimallín, de la comuna de Río Bueno.
Tras el primer intento de toma, desde la Delegación Presidencial Regional de Los Ríos, aseguraron que han "decidido emplear el diálogo con todas las partes, para llegar a soluciones pacíficas", sin embargo, días más tarde el mismo grupo intentaría nuevamente ocupar ilegalmente y de forma violenta el fundo.
Desde la Multigremial del Sur observamos con preocupación estas declaraciones y hechos. Cualquier tipo de diálogo debe partir de la base de garantizar, por parte del Gobierno, que todos los habitantes vivan en un Estado de Derecho. Resulta incomprensible que colaboradores y dueños de predios deban pagar los costos de una inseguridad que, a juzgar por los hechos, va en aumento, para ellos y sus familias.
El traslado del conflicto tanto a las regiones al norte y al sur de La Araucanía es evidente, manifestándose con un rebrote en casos de usurpaciones de predios, es por eso que llamamos a las autoridades, bajo los recursos de la legislación vigente, a realizar mayores acciones enfocadas en la seguridad.
No pedimos ningún privilegio, solamente que se nos respeten nuestros derechos, que no seamos atacados y que podamos vivir en paz. Los agricultores generamos parte importante del alimento de nuestro país, cada vez que se usurpa un predio se está afectando la producción y eso, querámoslo o no, nos afecta a todos como chilenos.
Jaime Heinrich, Director Multigremial del Sur
Asalto al Palacio de Invierno
El Comité Central del Partido Comunista nos ha advertido que aprobar la nueva Constitución es "la batalla de las batallas". Resulta obvio. Los comunistas están haciendo lo que tienen que hacer. ¿Recuerdan la fábula del escorpión y la rana, atribuida a Esopo?.
Para los seguidores de Lenin y Stalin, el Estado y, por lo tanto el Derecho, o sea, la Constitución, son instrumentos de dominación al servicio de los intereses de una clase social. Así, en la sociedad capitalista, todavía vigente y hegemónica, el Estado estaría al servicio de los intereses de la burguesía. Sólo desde la necesaria e inevitable caída de la democracia liberal o burguesa, el poder pasaría al proletariado, quien conducido por el PC, ejercería ese poder. Sería la "Dictadura del Proletariado".
No obstante, el proletariado como clase dejó de existir para el PC y fue reemplazado por una heterogénea coalición, conducida por este Partido e integrada por algunos chilenos racistas con ancestro indígena; por algunos ciudadanos que buscan que las mujeres tengan más derechos que los hombres, o bien, que la naturaleza tenga derechos; por animalistas y por veganos; por algunos burgueses que han dejado de ir al sicólogo y, un largo etcétera. Son los nuevos oprimidos. Son el rebaño del nuevo PC, ahora inspirado en el Peronismo Kirchnerista.
Es por eso que para el PC aprobar la nueva Constitución es "la batalla de las batallas". Será la antesala del tantas veces soñado asalto al Palacio de Invierno. De tener éxito, pondrán ponerle fin a la República destruyendo la democracia representativa, iniciándose el gobierno de una asamblea, denominada "Congreso de los Diputados y Diputadas", cuyos integrantes no serán elegidos democráticamente. Será como la Convención. Será como en la Convención. De nosotros dependerá que nada de esto ocurra.
Jorge Vives Dibarrart.
Patrimonio a conciencia
En los últimos años vivimos una contradicción en nuestra relación con el patrimonio. Si bien revalorizamos el patrimonio inmaterial (costumbres, modos de vida), no afrontamos el expolio del patrimonio material monumental.
Al cumplirse un nuevo aniversario de la celebración del patrimonio en Chile, me pregunto ¿Hemos cuidado los espacios arquitectónicos y patrimoniales que datan de nuestra historia y refieren nuestra identidad? Esta pregunta me invita a pensar, por ejemplo, en la Iglesia de San Francisco en Santiago Centro y en cómo ha sido dañada en su fachada exterior con rayados; o también en la escultura "Ícaro y Dédalo" en la entrada del Palacio Bellas Artes, dañada por el vandalismo y la falta de cuidado en actividades masivas. La tarea de proteger el entorno patrimonial no solo recae en las instituciones o el Estado, sino que forma parte de nuestra educación y responsabilidad hacia la cultura.
Este 28 y 29 de mayo celebraremos el día de los patrimonios, evento que debe unirnos en una misma intención: evitar el expolio de cualquier tipo de patrimonio y revalorizar la narrativa histórica, artística y cultural como base de nuestra identidad.
Debemos cuidar tanto el patrimonio originario americano como las herencias europeas, que evidencian el sincretismo cultural; ambos hablan de lo que somos como chilenos y latinoamericanos. Es fundamental mantener la huella del patrimonio, evidencia de nuestra historia para las futuras generaciones.
Sonia Martínez Moreno, Académica U. Andrés Bello.