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Descubren en Australia la planta más grande del mundo, de 4.500 años

HALLAZGO. Fue descubierta de manera fortuita en la bahía Shark. Organismo es una especie de hierba marina que tiene unos 200 kilómetros cuadrados y tiene el doble de cromosomas que otras plantas de su misma especie.
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Agencias

La planta más grande del mundo -un organismo marino de unos 200 kilómetros cuadrados, nueve veces la comuna de Santiago- fue hallada en el oeste de Australia por científicos que determinaron además que tiene unos 4.500 años de antigüedad.

Los investigadores se encontraban recolectando plantas para un proyecto de restauración cuando, a través del uso de herramientas de estudio genético, descubrieron que los 18.000 marcadores recolectados en la Bahía Shark pertenecían a un único espécimen.

"Nos dejó boquiabiertos", reconoció Jane Edgeloe, líder de esta investigación publicada ayer en la revista científica Proceedings of the Royal Society B, en un comunicado de la UWA, donde realiza estudios doctorales.

"Los 200 kilómetros cuadrados existentes de praderas marinas parecen haberse expandido a partir de una sola planta colonizadora", apunta Edgeloe a la agencia Efe.

Esta enorme planta es una especie de la hierba marina "Posidonia australis", también conocida como hierba bola de fibra o hierba cinta, común en aguas del sur de Australia.

Hasta la fecha, la colonia clonal Pando, en el estado de Utah, se consideraba el organismo conocido más grande del mundo al conectar a través de las raíces 47.000 arboles de álamo genéticamente idénticos a lo largo de 43 hectáreas.

Doble de cromosomas

Además de su enorme tamaño, la kilométrica planta descubierta en Australia se distingue de otras hierbas de su misma familia por ser poliploide, es decir que tiene el doble de cromosomas que sus parientes oceánicos, según explicó la bióloga Elizabeth Sinclair, experta en evolución de la UWA y coautora del estudio.

Las plantas poliploides, característica genética que comparte esta hierba marina con las papas o plátanos, suelen residir en lugares con condiciones ambientales extremas y a menudo son estériles, aunque pueden seguir creciendo como lo ha hecho este espécimen.

"Incluso sin la floración ni la producción de semillas, parece ser realmente resistente, ya que (esta hierba marina) experimenta una amplia gama de temperaturas y salinidades, además de condiciones de luz extremadamente altas, que en conjunto serían típicamente muy estresantes para la mayoría de las plantas", precisó Sinclair, en la revista The Conversation.

Resistente

A pesar de las condiciones hostiles de la Bahía de Shark por la abundancia de luz, bajos niveles de nutrientes, grandes fluctuaciones de temperatura y alta salinidad, esta planta ha logrado sobrevivir durante siglos.

Este espécimen, que crece alrededor de 35 centímetros al año, tendría unos 4.500 años de antigüedad, según estima el estudio, en el que también participan científicos de la Universidad de Flinders.

Los científicos sospechan que la enorme planta, que ha afrontado temperaturas que varían entre los 17 a los 30 grados y diversos niveles de salinidad, tiene un pequeño número de mutaciones que la ayudan a persistir en las condiciones locales, según apuntaron en The Conversation.

Las praderas marinas que existen en la Bahía Shark se formaron en aguas poco profundas mediante la creación y la captura de sedimentos, lo que hizo que el agua sea más salada, después de que se inundaran las dunas arenosas de esta zona patrimonial hace más de 8.500 años.

35 centímetros al año crece el espécimen descubierto en Australia. Sus mutaciones la ayudan a subsistir.

La historia de canibalismo y hienas que esconde la cueva neandertal del Guattari

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La cueva italiana de Guattari, donde se encontró uno de los de los cráneos de neandertal más antiguos de Europa, esconde una historia de vida y muerte marcada por el canibalismo y las hienas, explicó el equipo de arqueólogos que excava para conocer el origen de este importante yacimiento paleolítico.

La historia de este cráneo, hallado por casualidad en 1939 por el italiano Alessandro Guattari en medio de un círculo de piedra y con un gran agujero que contrastaba con el estado excepcional de la calavera, ha estado ligada durante años a la impactante hipótesis de que los antiguos pobladores de San Felice Circeo practicaban rituales de canibalismo.

"Que el cráneo hubiese estado intencionalmente roto y que posteriormente se le hubiese extraído el cerebro dio a entender que se trataba de canibalismo. Una idea que impactó mucho al imaginario colectivo y que se convirtió en la historia más famosa de la gruta Guattari", explicó el arqueólogo italiano Francesco di Mario.

Pero esta hipótesis dio un giro de 360 grados con el reciente descubrimiento de centenares de huesos de animales devorados por hienas y que ahora se recopilan en el libro "Gruta Guattari. 80 años tras el descubrimiento" (Ed. Atlantide).

Todo salió a la luz el año pasado, ocho décadas después de que Guattari y el paleontólogo Alberto Carlo Blanc identificasen como neardental el cráneo "mejor conservado del mundo", declaró a Efe Angelo Guattari, hijo de su descubridor.

"Con nuestros trabajos llegamos a la certeza de que todos los restos humanos encontrados fueron llevados ahí por grandes carnívoros, probablemente hienas", dijo Di Mario.

Entre los cientos de huesos de animales hallados en los últimos años figuran los de un rinoceronte, un ciervo gigante extinto, un oso de las cavernas y un elefante, lo que confirmó a los arqueólogos que el trágico final del hombre neandertal del Circeo fue a manos de una manada de hienas y no por canibalismo.

"Las hienas del pleistoceno se extinguieron hace 20.000 años y eran mucho más grandes de las que conocemos ahora. Eran los principales depredadores de esta región y se encontraban en lo alto de la cadena alimentaria", explicó Di Mario.

Gracias a la última ampliación de las excavaciones se ha podido saber que este era el lugar donde vivían los antepasados del Homo Sapiensa. "La novedad es que el hombre vivía fuera y no dentro de la cueva como se creía y los artefactos que hemos encontrado nos han ayudado a entender cómo se vivía aquí", describió Gilda Iadicicco, editora del libro. "Este lugar de vida que se contrapone al de muerte del interior de la gruta" es 40.000 años más antiguo que la capa más superficial donde vivían las hienas y en él se han descubierto otros ocho cuerpos de neandertales que datan el más antiguo de 100.000 años de antigüedad a hace 50.000 años.

La cirugía bariátrica también reduce el riesgo de cáncer y diabetes, según expertos

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La cirugía bariátrica, por medio de la cual se reduce el estómago, puede aminorar el riesgo de cáncer, según un estudio publicado por el British Journal of Surgery, mientras que se ha convertido en la única alternativa para muchos casos de diabetes, según expertos de la red de hospitales Cleveland Clinic.

Un equipo de científicos franceses, tras observar datos de más de un millón de pacientes entre 2010 y 2019, pudo constatar una reducción del 11% del riesgo de cánceres relacionados con la obesidad en aquellos que se sometieron a una cirugía bariátrica.

Según explicó a agencia Efe el médico Raúl Rosenthal de la estadounidense Cleveland Clinic, cuyos centros tratan este tipo de casos procedentes de todo el mundo, esta intervención se ha convertido en la mejor alternativa para más de una decena de tipos de cáncer y para muchos casos de diabetes, pero sigue siendo una intervención poco común en EE.UU.

La obesidad está asociada al 40% de los cánceres diagnosticados en EE.UU., y ese índice aumenta al 55% en el caso de las mujeres debido a los cánceres de útero, ovarios o mama.

Pero también el cáncer de colon, páncreas, esófago, hígado, riñón o estómago, entre otros, pueden verse favorecidos por la obesidad. Rosenthal explicó que muchas de estas enfermedades pueden tratarse con cirugía bariátrica.

Rápida y efectiva

El tipo de cirugía bariátrica más frecuente, describe Rosenthal, es la llamada "manga gástrica", que consiste en reducir el estómago extirpando gran parte de él, y pasa de ser "una especie de balón grande a una manga finita".

Esto produce dos efectos en el paciente: por un lado, tiene menos capacidad de almacenar comida, pero además carece de hormonas del hambre retiradas con la parte extirpada, por lo que se reduce el apetito.

La operación dura 45 minutos, y el paciente sólo tiene que estar 24 horas en el hospital. En una semana el paciente regresa a sus actividades normales.

"Con la pérdida de peso se cura la diabetes en muchos casos", que sufren el 30% de las personas con obesidad," se regula la presión de la sangre y los desarreglos del sueño", añadió Rosenthal.

Un caso muy especial

El doctor recuerda el dramático caso reciente de uno de sus pacientes, de 32 años, casado y con hijos que tenía un grave problema cardíaco y necesitaba un trasplante de corazón, pero su caso era más complejo debido a su obesidad.

"Hicimos cirugía gástrica y a los tres meses se le consiguió un órgano, se le trasplantó y el hombre volvió a su vida normal", celebra Rosenthal.

En EE.UU. hay unos 30 millones de candidatos esta intervención, pero solo se realizan 250.000 al año, el 1%.