La matrícula en educación superior en Chile en el año 2021, alcanzó a 1.294.739 personas, de los cuales alrededor del 65 porciento eligieron una institución privada, y el restante se desglosa entre casas de estudio estatales y las pertenecientes al Consejo de Rectores de la Universidades Chilenas (CRUCH). Todo esto, según datos del Consejo Nacional de Educación (CNED).

Esta realidad de la educación superior en Chile, nos da cuenta de la importancia que han adquirido las instituciones privadas en la formación del capital humnano que el pais y sus regiones. En este mismo sentido, y de acuerdo con distintos estudios se ha podido determinar que entre los años 1983 y 2020, la matrícula en educación superior aumentó 10 diez veces, siendo clave las casas de estudio privadas que se han establecido a lo largo y ancho de Chile, faciltando el acceso a miles de jóvens de las comunas de pais, aumentando los cupos y posibilidades de ingreso a la educación superior.

No obstante, el aporte de los privados a la educación, no lo podemos reducir solo a los últimos cuarenta años, dado que en Chile existe una tradición en el desarrollo de una provisión mixta en materia de proyectos educativos. Basta con recordar, el aporte de la Iglesia Católica en este ámbito, y el nacimiento entre 1920 y 1960 de un número significativo de universidades a lo largo del territorio.

Producto de toda esta labor, en la que han participado de manera conjunta instituciones privadas y públicas, en la actualidad se cuenta con un sistema de educación superior fortalecido, que ha permitido la valoración social de la educación superior, así como su contribución en su rol público al desarrollo de las regiones, y lo más importante el reconocimiento de las familias que ven en ellas una posibilidad cierta para cumplir los sueños de miles de jóvenes que hoy están impactado con sus talentos en sus territorios y sus comunidades.

Desde esta perspectiva, resulta desconcertante que en el actual borrador constitucional no esté plasmada la importancia de la educación superior privada, dado su aporte a la sociedad; por otra parte la educación pública se convierte en un monopolio estatal, lo que resultará perjudicial para la generación de conocimiento, el aumento de la cobertura y la pertinencia territorial.

En este sentido, debemos señalar que nuestro pais cuenta en la actualidad con un robusto sistema de provisión mixta en educación superior, el que se ha fortalecido gracias a la Ley 21.091, que permite contar con instituciones que responde a los criterios calidad establecidos por la CNA en todo el territorio, y que se hacen cargo de las demandas de formación de pre y posgrado e investigación, de los jóvenes de las comunas y regiones de nuestro pais.

Inicialmente, el uso de la bicicleta era visto como una tendencia recreativa, pero con la llegada de la crisis sanitaria que vive el mundo, producto del coronavirus, la bicicleta se convirtió en una herramienta fundamental que fue sumando cómplices, haciéndola parte de su vida diaria, tanto como medio de transporte - al no estar en contacto con otras personas - como para liberar tensiones, ansiedad, energía y al mismo tiempo hacer actividad física.

En la actualidad, mientras vamos volviendo a la normalidad de manera lenta, pero segura, también nos encontramos en una situación diferente a la de hace unos años, donde la infraestructura y conciencia vial era mínima. Según el último informe entregado por el gobierno, las ciclovías en Chile durante los años de pandemia aumentaron en un 28%, abriendo las ciudades para que esta actividad sea cada día más común. Por otra parte, las calles no fueron las únicas que se abrieron a la práctica de bicicleta, cerros y rutas diferentes a las que se acostumbraban comenzaron a tomar protagonismo, siendo cada vez más usual ver bicicletas especializadas dentro del panorama de los chilenos.

Según Javiera Córdova, gerente de marketing en Mall Sport, existe la posibilidad de usar las nuevas bicicletas eléctricas, un producto que se ha ganado su espacio en la población "cletera" invitando a todos a subirse y pedalear sin importar la edad, el clima o el momento, ayudando a quienes padecen algún impedimento físico como lesión, asistiendo en el pedaleo para optimizar la subida de cerros, personas de edad avanzada o aquellos que la utilizan como herramienta de trabajo durante largos periodos de tiempo, entre otras.

La electromovilidad llegó con todo y las bicicletas no podían quedar fuera de este nuevo boom.

Es común que en invierno se deje un poco más de lado realizar actividades al aire libre, pero el llamado es a disfrutar en familia, subirse a la bicicleta y hacer de ello un buen panorama sin que el frío los detenga, no existe excusa mientras se esté bien equipado, ese es el espíritu.