Esnobismo
"Esnobismo" es un anglicismo (palabra que desde el inglés, por adaptación fonológica, se convierten en propio por el uso cotidiano de las cosas del decir y del pensar). "Snob" se puede traducir como "escalar, "trepar". Se trata de una persona que le importa mucho la posición social y que desprecia a quienes son de una posición social "inferior". En "chileno", miran a los demás por "encima del hombro". Es una forma de discriminación que, como parasitismo social, vive "haciendo siempre la pata".
El esnobista quiere siempre ser "grande", goza diciendo "soy amigo del Senador o Diputado, del Alcalde(sa), Director, Rector, Decano, o, del General tanto, del doctor, del abogado, del juez, etc. Disfruta identificándose con los "grandes" o "talentosos", presume de influyente al estilo de Aristipo (435 a.c._350 a.c., filósofo Socrático, predecesor del hedonismo o la búsqueda de placer en la vida) que, frente a su maestro, éste una vez le expresó: "por los agujeros de tu vestimenta puedo ver tu vanidad".
El esnobismo es hoy otra epidemia que la podemos encontrar en el mundo científico, ambientes profesionales, incluso en un místico que desea ser "santo" o "maestro espiritual".
El esnobismo sólo muere con el amor y el sacrificio por la humanidad. Es un fenómeno que estamos viviendo hace muchas décadas como producto de un modelo económico y social que degrada nuestra esencia por el poder del dinero y las apariencias. Homo sum: Humani Nihila A Me Alienum Puto (hombre soy: nada de lo que es humano me es extraño)
Omer Silva Villena osilvaville@gmail.com
Sociedad del conocimiento
Se presentó la Estrategia Nacional de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación (CTCI), la que propone como visión de país una «Sociedad del Conocimiento», pero ¿qué significa? Generalmente se la define como una comunidad en la que la creación, difusión y utilización de la información son el factor más importante de la producción. En una sociedad así, la tierra, volumen de trabajo y capital físico o financiero no son tan importantes como los activos de conocimiento; es decir, el capital intelectual. Es por esto, por lo que es fundamental superar el déficit de personas con alto nivel de competencias en todas las áreas: gobierno, empresas y en los sistemas educativos. Es uno de los principales cuellos de botella de nuestro desarrollo.
Chile cuenta con 1 investigador por cada 1.000 puestos de trabajo mientras que las «sociedades del conocimiento» promedian 7,7.
En Chile hay 18.352 doctorados. Aunque hemos avanzado mucho en el último tiempo, seguimos siendo de los países de la OCDE (Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica) y con menos personas con doctorado entre su población activa (de 25 a 64 años). Esto quiere decir que en Chile hay 2 PhD por cada 1.000 personas, para la OCDE dicha cifra es de 12 por cada 1.000, lo que revelan que el país todavía se encuentra en una etapa que podría denominarse «inicial».
Además, la empleabilidad hoy de los doctores está principalmente en la academia, pero para insertarnos competitivamente en el mercado internacional, necesitamos aumentar el número de capital humano avanzado trabajando no solo en las universidades, sino en las empresas, de manera de mejorar nuestra capacidad innovadora. Para crecer económica y socialmente, Chile necesita más y mejores cuadros científicos y académicos.
Según la evidencia internacional es fundamental triplicar la inversión de Chile en I+D+i lo que no será posible sin la participación decidida del mundo privado. Como señala la Estrategia Nacional, debemos valorar el conocimiento como activo fundamental para el progreso integral, centrando los esfuerzos en facilitar que todas las personas puedan acceder a él, potenciarlo, difundirlo e intercambiarlo.
Es solo a través de mirada transversal e integradora que podremos transitar hacia ser una verdadera sociedad del conocimiento.
Dr. Iván Suazo Vicerrector Investigación y Doctorados Universidad Autónoma de Chile
¿Tos persistente?
Ya casi como algo "normal" pensamos en la persona que tose como un sospechoso de covid-19. Lo malo de esto, es que a medida que las nuevas variantes del virus parecen ser menos nocivas, también vamos "perdiéndole el miedo" a la tos. Sin embargo, hay otras patologías como la tuberculosis, frente a las cuales estar alertas. Esta es una enfermedad que ya antes de la pandemia era poco visibilizada, pero que sigue estando muy presente. Hasta el 2019 había 15,2 casos de tuberculosis por cada 100 mil habitantes en Chile. Una enfermedad que en algún momento pareció (o muchos creyeron) eliminada, sigue como una amenaza de propagación latente.
El gran problema es que ya hay estudios que indican que la detección de tuberculosis disminuyó un 25%, con un consecuente aumento del 13% en las muertes previstas, llevando los niveles de mortalidad por tuberculosis, a números que no veíamos hace años.
Por todo ello, resulta imperioso volver a poner el tema sobre la mesa.
El Programa de control y eliminación de la tuberculosis (Procet), es de alcance nacional, descentralizado y gratuito para los usuarios. Si tiene tos por más de dos semanas, acuda a su centro más cercano y exija que le realicen el test.
Dr. Claudio Olmos Unab/Indisa