Celebrar el Año Nuevo del Sur
En todo el mundo, el solsticio de invierno marca el inicio de un nuevo ciclo de la naturaleza y para las personas. Las rogativas, actos escolares, discursos públicos -como en años anteriores- han hablado sobre voluntad de buen vivir, concepto transversalmente compartido...
El solsticio de invierno marca el Año Nuevo. En el Hemisferio Norte se produce en diciembre y eso rige el calendario tradicional consensuado a nivel internacional; en nuestro hemisferio se registra entre el 21 y 24 de junio y se conmemora con el "Año Nuevo del Sur".
Todas las antiguas culturas de la Tierra han reconocido en el mismo momento -cuando el sol se encuentra en la posición más alejada de la Tierra y las noches se hacen más largas- un período de renacimiento. Cambio, fiesta, encuentro. En Chile, desde 1998 en esta fecha se celebra el Día de los Pueblos Originarios, en reconocimiento a las tradiciones ancestrales para evidenciar esta renovación simbólica de las personas y la física vinculada a la actividad agrícola.
Regularmente estos festejos son actividades familiares, marcadas por la privacidad del hogar; pero la difusión pública que de ellas se ha hecho en las últimas tres décadas, ha permitido conocer diferentes costumbres, e identificar en ellas tradiciones que se mezclan (no olvidemos que San Juan se festeja el 24 de junio y su mítica noche de víspera está llena de leyendas chilenas), además de generar conciencia y mirar hacia la naturaleza poniéndose en sintonía con ella.
Este 2022 el We Tripantu, Machaq Mara, Inti Raymi, Aringa Ora o Koro (nombres que diferentes pueblos dan a la misma fiesta) encuentra al país en procesos de revisión social profunda, no libres de polémicas, a través de los cuales se resignifican los vínculos culturales y políticos. Por lo mismo, la fecha permite reflexiones sobre la importancia de hacer énfasis en la gran cantidad de elementos que unen a las personas nacidas en Chile y que, pese a contar con historias de origen diverso, tienen un destino común por el cual trabajar, con intercambio de aprendizajes y una identidad en la cual reconocerse.
Las rogativas efectuadas en Los Ríos desde el lunes en distintos lugares, los actos escolares, los discursos públicos -al igual como sucedió en años anteriores- han hablado sobre voluntad de buen vivir, que es un concepto transversalmente compartido respecto de buscar la paz, buscar entendimiento y respeto aunque se piense distinto.
Desear el bien y generar armonía son buenos deseos para este Año Nuevo del Sur.