Rechazar para Gobernar
El triunfo del Rechazo en el Plebiscito de Salida (qué bien puesto el nombre) no sólo será una estupenda noticia para la subsistencia de la República y la Democracia Representativa, sino que también para el Presidente Boric y gran parte de aquellos que, de buena fe, lo respaldaron en la Segunda Vuelta de diciembre del año recién pasado. Me explico.
Seguirá rigiendo la Constitución, tantas veces reformada, que le permitió ser electo a él y a otros cinco mandatarios (Bachelet y Piñera dos veces). Continuará en funciones el Congreso Bicameral, generado íntegramente por los ciudadanos, sin escaños reservados según la raza o privilegios según el sexo. El Poder Judicial seguirá siendo independiente. El Estado seguirá siendo Nacional y el Bien Común, su norte orientador. No obstante, a la Constitución de Lagos le faltan enmiendas.
El Rechazo del texto de la Convención le dará al Presidente Boric y al Congreso Nacional una gran oportunidad, casi diría histórica.
Al primero, la posibilidad de gobernar (para eso fue elegido) y sacar adelante su Programa.
Su éxito, por definición siempre parcial o acotado, dependerá de la amplitud de la mayoría que pueda construir en el Congreso, lo que ciertamente implicará renunciamientos, compromisos, moderación y gradualidad. En otras palabras, volver a la "cocina".
Al segundo, Cámara de Diputados y Senado de la República, la posibilidad de restaurar el brillo y relevancia que alguna vez tuvo.
A ambos, Presidente y Congreso, la posibilidad de concordar un conjunto de enmiendas sensatas a la Constitución, continuando, de esta forma, con el proceso político que los "controladores" de la Convención impidieron.
El Rechazo del texto de la Convención será bueno para el Presidente. En vez de tener que dedicarse a poner en forma un texto mal concebido y peor elaborado, repleto de conceptos indeterminados, difusos o impropios de nuestra tradición constitucional, podrá gobernar. Y eso, será bueno. Para la Nación y para él.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jevivesd@gmail.com
Más allá de un contrato
El presidente del Colegio de Profesores Sr. Carlos Díaz ( en un contexto de crisis sanitaria), reclama a las autoridades del Ministerio de Educación : "Nuestros contratos de trabajo en ninguna parte dicen que los docentes estemos contratados para cuidar niños.No somos guardería... Y tampoco está en nuestro contrato dar almuerzo a los estudiantes"
Respetuosamente quiero recordar que los (as) profesores, tienen un considerable listado de funciones que no están en sus contratos de trabajo y que realizan cuando las circunstancias lo ameritan o emergencias: asistir a un educando accidentado o enfermo y si es necesario, llevarlo al hospital y esperarlo ; ir a buscarlos o llamar a su hogar por reiteradas inasistencias; esperar hasta tarde que retiren a un alumno(a) de la escuela o llevarlo a su hogar; acompañarlos a un paseo o actividad deportiva; cautelar la entrega de un buen servicio de alimentación a los estudiantes ; disponibilidad total y adaptarse, a situaciones extremas, con turnos de docentes y asistentes de la educación, en pandemias, incendios, inundaciones o sismos y tantos imprevistos.
Esas actividades no las hacemos por contrato, lo hacemos por "compromiso", voluntad, de corazón, afecto y cariño, por nuestros alumnos (as) Todo eso y más, sin descuidar los Programas de Estudios.
Nuestra poetisa, Premio Nobel, y "Maestra", en uno de sus clásicos poemas, nos aconseja: "Enseñar siempre: en el patio y en la calle, como en el salón de clases.Siempre con la actitud, el gesto y la palabra".
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com
Hospital para Valdivia
De verdad causa angustia, ver la vieja estructura de nuestro Hospital Base, donde las aglomeraciones de gente son dolorosas, y para qué hablar de la urgencia, donde los pacientes a veces hasta demoran doce horas para ser atendidos y, como si fuera poco pacientes en los pasillos, en camillas arriesgando sus vidas para conseguir una cama para ser atendidos.
No es posible que una Capital Regional como la nuestra no tenga un recinto hospitalario digno que no solo represente lo que somos sino que también termine con el calvario de los tumultos de gente esperando atención médica.
¿Que pasa con el viejo anhelo y de tener un nuevo hospital?, quién está fallando para solucionar un problema tan grave como este?
Pareciera que los que deben adoptar las decisiones no han tomado ninguna conciencia sobre esto que sinceramente ya no da para más, promesas, proyectos, reuniones lo mismo de siempre lo que ya es una rutina de la burocracia.
Ojalá las autoridades, parlamentarios se preocupen de la gente que los eligió para solucionar sus problemas y no de algunas nimiedades que en nada se comparan con la construcción de un nuevo recinto hospitalario para Valdivia.
Arturo Goddard Bravo Profesor Normalista normalista1949@hotmail.com