Las responsabilidades de cuidado familiar permanente son parte de las razones que señalan las mujeres de Los Ríos que se encuentran fuera de la fuerza de trabajo, para explicar su situación. Esto se verifica en dos de cada diez casos, de acuerdo a los antecedentes entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) en su reciente informe de empleo con enfoque de género.

En el caso de los hombres, el mismo análisis indica que los "motivos de estudio" son los identificados por tres de cada diez varones como causa de estar fuera del grupo laboral activo, evidenciado que las diferencias sociales de tareas asignadas siguen muy presentes en esta materia.

Esta definición de roles también se ve reflejada en otras cifras regionales. Por ejemplo, la tasa de participación laboral femenina es de 42% (la de los hombres,65,7%) y el promedio de horas efectivas trabajadas semanalmente es de 35,1 en 2021 (41,5 horas los hombres), considerando que casi un 30% del total de ocupadas tiene jornadas parciales. Además otro dato no menos importante: casi el 60% de las mujeres ocupadas tiene solamente nivel de educación secundaria.

Estos antecedentes corresponden a 2021 y recogen en gran medida lo ocurrido en pandemia, cuando muchas debieron teletrabajar y sumar labores domésticas; o simplemente dejaron sus empleos y ya no regresaron a ellos. Este año, aunque las actividades han vuelto a la presencialidad y se abrieron más oportunidades; la cesantía femenina del último trimestre es de 9%.

Lamentablemente, estas semanas el tema del cuidado de otros como obligación femenina y sus efectos vuelve a rondar. El adelanto de las vacaciones de invierno y la extensión de ellas obligó a muchas madres a -otra vez- acomodar sus horarios y labores para hacerse cargo de hijos e hijas en este período. Y no basta el espacio implementado en algunos colegios para apoyar esa multiplicación de tareas, pues solamente llega hasta hoy, 6 de julio.

Por suerte la conversación comunitaria sobre corresponsabilidad parental está creciendo y generando cambios; pero es preciso apurar esa toma de conciencia, pues la falta de acceso a labores remuneradas fuera del hogar también se traduce en dependencia y en pobreza con rostro de mujer.

En enero del 2020 fue promulgada la ley 21.202, más conocida como la Ley de Humedales Urbanos; propuesta legislativa, nacida desde la región de Los Ríos y, de la cual fuimos autores e impulsores. Desde entonces, es decir, en un transcurso de dos años de vigencia, hemos protegido un total de 8.383 hectáreas correspondientes a un total de 83 humedales a lo largo de todo Chile. Sin duda alguna, la creación de esta norma marcó un hito único en el país, ya que, logró definir, reconocer y regular los humedales urbanos, estableciéndolos como un tipo de ecosistema vulnerable que cumple funciones indispensables para la mitigación y adaptación al cambio climático. Una de las novedades de ley, fue la incorporación de la definición utilizada por la Convención Ramsar, lo que sitúa en un estándar internacional de protección.

Dentro de los principales servicios ecosistémicos de los humedales, podemos mencionar la capacidad de protegernos de eventos naturales extremos, tales como inundaciones o sequías, la disposición a la regulación climática, la condición de ser fuente de agua y alimento para las múltiples especies de flora y fauna que habitan en estos lugares, además de ser grandes sumideros de carbono- los cuales absorben y capturan el dióxido de carbono (CO2) de la atmósfera reduciendo su presencia en el aire-, entre muchos otros.

Hasta hace no tantos años, los humedales eran utilizados como grandes vertederos y solo algunos pocos reconocían el valor intrínseco en ellos. Con la sociabilización de la ley, se releva la necesidad y la importancia de proteger estos ecosistemas debido a que la constante amenaza de degradación, especialmente mediante su secado y relleno para convertirlos en terrenos aptos para la construcción de viviendas, tanto por parte del sector privado como el público. En nuestra región, hasta le fecha, hay 6 humedales protegidos por la ley. De los cuales, 4 han sido declarados de oficios por el Ministerios y dos de parte de la Municipalidad de Valdivia.

Los humedales son nuestro patrimonio, fuente de vida y tienen una gran importancia en la lucha medioambiental contra el cambio climático. La ley de humedales urbanos es un triunfo ciudadano, dado que, es una norma que se gestó, desarrolló y nutrió gracias a la lucha de dirigentes ambientales, vecinos y miembros de las comunidades científicas que han dedicado gran parte de su vida a la promoción de la defensa de estos ecosistemas tan significativos. Es nuestro deber seguir luchando por su protección y conservación.

Alfonso de Urresti Senador