Grave atentado contra los alerces
Personas sin criterio sacaron la corteza a 29 árboles en el Parque Alerce Costero. El daño es severo y constituye un delito. Para dimensionar lo ocurrido: el ataque perpetrado contra los alerces equivale a que se le arranque la piel a un ser humano. Así de grave. Así de doloroso.
Acciones legales en contra de quienes resulten responsables inició Conaf Los Ríos luego de denunciar la vandalización de 29 árboles en el Parque Nacional Alerce Costero. Los ejemplares sufrieron la destrucción de sus cortezas, parte de su estructura que es un escudo de protección y está entre los factores para que esta especie sea tan longeva.
Afortunadamente los delincuentes que cometieron estos actos no llegaron hasta el Gran Abuelo o Alerce Milenario, que da nombre al recinto, tiene más de 5 mil 400 años de edad y es el ser vivo con mayor edad en la Tierra. Pero sí afectaron a todos los cercanos. Y con mala intención: recorrieron un tramo atacando a los árboles uno por uno.
Pamela Moreno, directora regional (s) de la Corporación Nacional Forestal, explicó que el daño perpetrado contra los alerces equivale a que se le arranque la piel a una persona. Así de grave. Así de doloroso. Además detalló que el atentado fue perpetrado por turistas, que ni siquiera se llevaron los trozos que sacaron. Si lo hubiesen hecho, quizás se podría pensar que buscaban las propiedades medicinales de ellos (antinflamatorio, expectorante), aunque -enfatizó- nada justificaría una acción de estas dimensiones.
En entrevista con www.soyvaldivia.cl, Moreno detalló que falta conciencia ciudadana respecto de ver a los árboles como seres vivos y de respetar a la naturaleza en su conjunto. "Todas las personas somos parte del ecosistema; es deber de todos cuidarlo", profundizó y recordó que los alerces son Monumento Natural de Chile desde 1976 y quienes atenten contra ellos se exponen a sanciones penales.
Mientras se realiza la investigación, el Parque permanecerá cerrado. Cuando reabra, solamente se permitirá visitas guiadas, ya no más público solo recorriendo los senderos. Es lamentable llegar a estos extremos, incluso recurriendo a la justicia, pero también es de enorme gravedad el abuso perpetrado por visitantes inconscientes.
Ahora la tarea es reforzar la educación, porque la ignorancia es peligrosa. Solamente aquello que se conoce se puede valorar y resguardar adecuadamente; eso no solamente vale para los alerces del Parque en particular, sino para los bosques en su conjunto, fundamentales en tiempos de cambio climático.