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En cuanto a los campamentos, la realidad regional no es distinta al resto del país. De los 23 registrados, para 2023 se proyecta el cierre de Malalhue, en Lanco; y El Milagro, en Mariquina.
Desde el Minvu aseguran que con este plan, se espera absorber al menos el 40 por ciento de la demanda habitacional, además de robustecer el Banco de Suelos del que dispone el Estado, asegurar el equipamiento social que requieren los proyectos y mejorar los procesos de producción habitacional, involucrando para ello al Estado.
Hacia la meta
Para concretar la meta regional se dispone de diversos mecanismos y entre ellos se dará inicio a un sistema que permita la ejecución directa de proyectos urbano-habitacionales por parte del Estado, que incorpore gestión de suelos, participación de las comunidades y el desarrollo de viviendas y equipamientos de calidad, sustentables, incluyendo concursos de arquitectura.
Junto a ello, se presentan varias líneas de trabajo, como por ejemplo un programa de cooperativas de vivienda y trabajadores organizados que fomente el acceso colectivo a la vivienda, con ayuda mutua y autoconstrucción; programa de micro radicación en barrios consolidados, a través de pequeños condominios, incluyendo estrategias de regeneración de barrios y reajuste de suelo; crear un parque masivo de vivienda pública en arriendo y residencias humanitarias para situaciones sociales críticas y para el adulto mayor; modificar viviendas existentes y transformarlas en viviendas multifamiliares para arriendo protegido, incluidas zonas patrimoniales, a través de la adecuación de viviendas, del Programa de Mejoramiento de Viviendas y Barrios.
A estas líneas de trabajo se agrega la ampliación de viviendas y copropiedades para hogares con allegamiento interno; un modelo de construcción progresiva o autoconstrucción con lote urbanizado para campamentos; producción de vivienda a través de distintas modalidades como sistemas prefabricados, industrializados, incrementales, impresión 3D, entre otros; mejoramiento de subsidios individuales destinados a la compra y el arriendo, incluyendo medidas de flexibilidad, apoyo al financiamiento mediante créditos; aumentar el monto del subsidio y crear modelos de movilidad y estímulo al arriendo con promesa de compraventa.
Las restantes líneas apuntan a la adecuación de programas vigentes para incrementar su eficacia y pertinencia: Fondo Solidario de Elección de Vivienda, Sistema de Subsidio para Sectores Medios, Programa de Habitabilidad Rural, Programa de Integración Social y Territorial, Programa de Subsidio al Arriendo de Viviendas, Programa de Mejoramiento de Viviendas y Barrios.
"Estamos enfocados en trabajar para disminuir este déficit habitacional que nos duele y que entendemos, debemos afrontar con altura de miras".
Daniel Barrientos, Seremi de Vivienda y Urbanismo
260 mil soluciones están registrados en la región y dos de ellos tienen cierre proyectado para el próximo año: Malalhue, en Lanco; y El Milagro, en Mariquina.
de casas o departamentos considera el Plan Habitacional de Emergencia elaborado por el Gobierno, bajo el concepto de "vivienda digna". de la demanda habitacional de la región se pretende solucionar con el plan de emergencia, además de robustecer el Banco de Suelos.
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