Bonos de carbono para crear conciencia
Las empresas pueden apoyar proyectos de conservación a través de aportes que certifican la voluntad de protección. Un buen ejemplo de estas acciones es el de la Reserva Costera Valdiviana, cuyos bonos son considerados entre los de mayor valor en el país y a nivel sudamericano.
En la región de Los Ríos se encuentra una de las principales áreas generadoras de bonos de carbono del país. Se trata de la Reserva Costera Valdiviana, ubicada en la costa de Corral, con más de 60 mil hectáreas de bosques protegidos, con un proyecto de conservación llevado adelante por The Nature Conservancy (TNC) y que ha ganado prestigio a nivel mundial. Para dimensionar esa importancia se puede considerar la apreciación de la institución Activo Austral, una de sus más recientes adquirientes de bonos, que se refiere a ellos como "los más caros y exclusivos en Sudamérica, alcanzando los 27 dólares por 1 tonelada de CO2e al año. Algo así como los Ferrari de los bonos de carbono".
Activo Austral es una de las principales empresas inmobiliarias dedicadas a los predios de conservación en la Patagonia y obtuvo la certificación CarbonNeutral®, el sello más reconocido en el mundo en carbono neutralidad. A través de un comunicado explicaron que "para ello, se calcularon sus emisiones de Gases de Efecto Invernado (GEI) para luego neutralizar dicho impacto, a través de la adquisición de bonos de carbono para la protección de la Reserva Costera Valdiviana y la conservación de la Selva del Amazonas".
Esta adquisición ayuda a TNC en su proyecto (genera ingresos para mantención) y también contribuye al medioambiente en general a nivel mundial. En palabras simples, las empresas evalúan cuánto CO2 liberan al ambiente producto de su actividad o negocio durante un período determinado, lo que es compensado mediante el apoyo a un proyecto carbono, el cual debe cuidar la superficie validada y verificada por estándares internacionales. Descontaminan directamente con los árboles, e indirectamente en el nombre de las empresas que las apoyan. En el caso de la Reserva, puede capturar 800 toneladas de CO2 por hectárea y sus bonos han sido adquiridos por empresas como Natura, Delta Airlines y Microsoft, entre otras.
Se trata de una manera de financiamiento, pero también la generación de una red de conciencia y de educación que crea círculos virtuosos, pues genera otras acciones vinculadas y conciencia ambiental. Y puede dar buenos ejemplos.
En una región como la nuestra, son iniciativas que se debe apoyar.