18 de agosto: un día para la solidaridad
Fecha invita a reflexionar sobre acción efectiva frente a la pobreza, a la luz de las enseñanzas del santo Padre Alberto Hurtado. En Valdivia hay múltiples entidades a las cuales sumarse para ayudar; entre ellas el Hogar de Cristo, que ha pasado momentos muy duros debido a la baja de socios.
Desde 1994, cada 18 de agosto se celebra en Chile el Día de la Solidaridad. La fecha fue instaurada en homenaje a san Alberto Hurtado, canonizado por la iglesia católica en 2005, en reconocimiento a una intensa vida dedicada a crear conciencia sobre la pobreza en el país.
La obra más emblemática del santo es la actual Fundación Hogar de Cristo, pero su mensaje iba más allá de la caridad; fue también político, vinculado a la justicia social, a la calidad del empleo, a la igualdad de oportunidades y a la responsabilidad compartida de la comunidad frente a las personas que enfrentan carencias, tanto materiales y urgentes, como aquellas de más largo plazo, que requieren de acuerdos ciudadanos estructurales.
El modelo del Padre Hurtado es el de una persona comprometida con el entorno en que vive y atenta a las necesidades de sus semejantes.
Estas temáticas son especialmente atingentes hoy en Chile y en la región de Los Ríos, donde la pobreza por ingresos (recursos inferiores a 195 mil pesos mensuales) llega al 12.1% de la población, pero la pobreza multidimensional (que mide recursos, pero también acceso a servicios sociales básicos) alcanza al 22,1% del total de habitantes.
Ambas cifras corresponden a mediciones previas a la pandemia, pero sin duda que la crisis sanitaria dejará huellas que las agraven; como también lo hará el alza de la inmigración.
En este escenario, la palabra solidaridad debe traducirse en acción. Para algunos esto implica trabajo de voluntariado en instituciones que se dedican a labores sociales; para otros, puede significar hacer donaciones que financien ese trabajo. En ambos casos -ir a cooperar o proveer los medios a quienes lo hacen- hay un efecto positivo y multiplicador en el largo plazo. Pero también deben ir acompañados por sentido de urgencia y constancia: ayudar ahora y ayudar siempre, porque los pobres no pueden esperar, ni recibir explicaciones en vez de respaldo real.
En Valdivia funcionan múltiples entidades a las cuales sumarse para ayudar; entre ellas el Hogar de Cristo, que ha pasado momentos muy duros debido a la disminución de socios colaboradores. En este 18 de agosto, se puede visitar la página hogardecristo.cl y contribuir en la tarea que inició el Padre Hurtado.