Antecedentes sobre adultas mayores
Estudio caracterizó a las mujeres de Los Ríos que tienen más de 60 años de edad. Los datos son muy importantes de ver. Conocer estos antecedentes con mirada de género, ayuda a orientar decisiones desde el ámbito público, pues entregan más luz sobre realidades del territorio...
Los adultos mayores han estado en el centro de la agenda pública a propósito del plebiscito. Llamados a facilitar su acceso a los locales de sufragio y a garantizar condiciones para que ejerzan su derecho democrático se han multiplicado, reconociendo que ellos y ellas son quienes más cumplen siempre con presencia en los procesos eleccionarios.
En ese contexto es que resultan interesantes todos los estudios que permitan conocer más a este segmento etario, que crece exponencialmente en el país y demanda no solamente atención preferente, sino presencia plena en la vida ciudadana. En especial las mujeres, que son mayoría en el segmento, en particular por su más alta esperanza de vida: 82,1 años, en comparación con los 77,3 de los hombres. Se calcula que hacia 2050 una de cada tres chilenas tendrá 60 años de edad o más.
En Los Ríos, un 54.1% del total de mayores que habita la región son mujeres mayores de 60 años. Eso equivale a 44 mil personas de acuerdo a un estudio elaborado por la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo y Caja Los Héroes a través del programa de Conocimiento e Investigación de Personas Mayores (Cipem).
Ese análisis buscó caracterizar la realidad de ellas en la región y arrojó varios datos interesantes de observar. Por ejemplo, se verificó que el 66% son jefas de hogar (a nivel nacional es el 64%) y eso deje a la zona en el cuarto lugar del país con este rasgo. Además, estableció que un 15,4% vive sola y que muchas enfrentan condiciones de precariedad previsional pues solamente un 47,1% está afiliada a alguna institución (pensionada), índice que es menor incluso al nacional, que llega al 50%.
Otros datos informados son que el 88,3% accede a atención de salud por Fonasa; el 80% cuenta con vivienda propia; tienen un promedio de 3,6 hijos y el 13,4% es miembro de algún pueblo originario.
Conocer estos antecedentes con mirada de género sin duda ayuda a orientar decisiones desde el ámbito público, pues entregan más luz sobre las realidades que se viven en el territorio, las acciones que se puede desarrollar para sumar bienestar y cómo abrir espacios de participación cada vez más necesarios, los cuales -ciertamente- no terminan en el ejercicio en la urnas. Requieren de atención diaria.