La seguridad al interior de la cárcel
Dos asesinatos en menos de un mes han ocurrido en Llancahue. Estos hechos no son aislados y es preciso observarlos. En junio de 2020 había 1.158 reclusos en el centro penitenciario de Valdivia; el último informe publicado por Gendarmería (agosto) se establece que hay 1.499.
En menos de un mes, dos internos de la cárcel de Valdivia han sido asesinados dentro del recinto penitenciario. El 27 de agosto un hombre fue acuchillado y el 12 de septiembre un joven de sólo 21 años de edad fue apuñalado. Ambos hechos ocurrieron en el módulo 43.
Lamentablemente, no se trata de noticias aisladas. En un recuento de las que más visibilidad han tenido en los últimos dos años se puede recordar que en junio de 2020 el joven Erwin Flores, músico, fue atacado por tres sujetos que lo mataron con armas blancas. En enero de 2021, tres crímenes ocurrieron en una semana. En mayo de este año, el reo Pablo Palma fue asaltado en un patio y murió luego de denunciar amenazas. Le dijeron que saldrían "a dar una vuelta", lo cual implica ser sometido a agresiones en distintos puntos de la cárcel.
Las familias de las personas privadas de libertad han pedido revisar los hechos y hace unos días se informó -extraoficialmente- que hay más de 300 solicitudes de protección. Desde Gendarmería han multiplicado los allanamientos preventivos. En el operativo más reciente (incluyendo al mencionado módulo 43) incautaron 118 armas blancas, 10 teléfonos celulares, licor artesanal, marihuana, comprimidos y pasta base.
En lo que llaman "cultura carcelaria" este tipo de situaciones tiene que ver con el ejercicio del poder en el interior de los recintos. Es algo descrito ampliamente y de antigua data; sin embargo en los últimos años se ha profundizado con violencia debido a la existencia de bandas que operan favorecidas por las condiciones de los recintos y por situaciones como traslado de internos.
En Valdivia, en junio de 2020 había 1.158 reclusos; en el informe de agosto publicado por Gendarmería se establece que hay 1.499 (gendarmería.cl) Si bien no se trata de una cárcel sobrepasada en su capacidad, sí hay inquietud por la llegada de detenidos de mayor peligrosidad, incluyendo implicados en extorsiones y torturas, o miembros de carteles internacionales.
Claramente, se trata de temas que deben ser abordados. No se debe olvidar que estos hechos intramuros también tienen vínculos fuera de ellos y, si el crimen organizado se instala en Llancahue, puede ser una señal de su crecimiento en Valdivia y Los Ríos.