Potenciar la educación
Luego de que la ONU levantara las alertas en la comunidad educativa a nivel regional, señalando que América Latina y el Caribe no alcanzarán las metas de educación planteadas por la Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible, no podemos quedarnos en el mero asombro.
Esta es una afirmación preocupante, porque estamos hablando de alfabetización, acceso, equidad, inclusión y calidad de la educación, aspectos que -de no estar garantizados- generan un impacto negativo, no sólo en el correcto desarrollo de niños, niñas y jóvenes, sino que, a la larga, en el crecimiento de los países.
Todos tenemos nuestra propia receta para mejorar la educación -¡aunque no hay fórmulas mágicas!- y concordamos en que es rol del estado establecer una base sólida sobre la que se pueda seguir construyendo. Pero la pregunta clave es, ¿qué estamos haciendo el resto de los actores para garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad? La discusión sigue abierta.
Isabel Loncomil Profesora y cofundadora de LIRMI
Tempus fugit
La expresión "el tiempo vuela" -derivada del latín "tempus fugit"- ronda a menudo en nuestras mentes, aun cuando ni siquiera estemos disfrutando de un buen momento. La sensación que el tiempo camina a un ritmo lento en nuestra niñez para después apurar el paso a medida que nos transformamos en adultos, es una experiencia universal.
Como destaca Stephen Hawking en su obra clásica "Historia del Tiempo: Del Big Bang a los Agujeros Negros", cada ser humano tiene su propia percepción del tiempo; no obstante, la edad y memoria juegan papeles importantes en ello. En la niñez el proceso de aprendizaje nos lleva a coleccionar numerosas imágenes en nuestra memoria cuyo proceso nos hace sentir más largo el tiempo. En cambio, a medida que avanzamos en la vida de adulto -donde damos muchos hechos por sabidos-difícilmente coleccionamos imágenes que nos lleven a elongar el tiempo.
Cuando somos niños, un año de vida equivale a mucho más que eso en términos porcentuales. "Para una persona de 10 años, un año es equivalente a un 10 % de su vida. Para una persona de 50 años, un año lo es al 2 % de ésta". De ahí que un año a los 50 de edad se siente más rápido que un año a los 10. Porcentualmente pasar de 10 a 11 años de edad equivale a pasar de 50 a 55 (i.e., 10/11=50/55).
El tiempo reloj y nuestro tiempo mental son cosas muy diferentes -"Think Well"- Clifford N. Lazarous Ph.D. Tema de reflexión.
Gustavo M. Astorquiza, P. Eng. normaandgus@easterlink.ca
Universidad y salud mental
La crisis de salud mental que enfrenta la comunidad educativa ha alcanzado tal magnitud que el propio Ministerio de Educación ha instalado una mesa de trabajo para abordarla. Es un paso necesario.
La pandemia convirtió la brecha digital en una fuente de angustia no anticipada. Miles de jóvenes se enfrentaron a la falta de conectividad para asistir a clases y hacer sus tareas. Sus profesores debieron desarrollar un método de trabajo completamente nuevo.
El impacto en la educación superior ha sido enorme. Somos testigos del aumento en la deserción universitaria, con cientos de estudiantes retirándose o congelando sus estudios, esgrimiendo -principalmente- motivos económicos, y cada vez más, de salud mental. La ansiedad, la depresión y los problemas del sueño han sido algunos de los diagnósticos médicos más comunes, junto a graves problemas en sociabilización y capacidad de aprendizaje.
El desafío es enorme. Por un lado, aprovechar y multiplicar las oportunidades de esta digitalización acelerada, pero al mismo tiempo, y en el caso de la educación superior, proteger el núcleo de la "vida universitaria" con la vuelta a la presencialidad, aquella que permite el desarrollo integral de la autonomía de los jóvenes. Todos quienes tenemos responsabilidades en la educación chilena, debemos aunar esfuerzos para enfrentar esta realidad, y velar por el futuro de generaciones completas, dando las herramientas necesarias a todos los estudiantes que hoy se forman en las distintas casas de estudios, para aliviar, proteger y prevenir las alteraciones de salud mental que viven algunos alumnos.
Cecilia Echeverría Jaque Vicerrectora Acad. U. del Alba
Todo o nada
El todo o nada, así no más fue, cuando el gobierno decidió no apoyar la candidatura del académico y jurista chileno Claudio Grossman para integrar la Corte Internacional de La Haya, pero sí apoyar decididamente, para obtener un cupo para Chile, en el Consejo de DDHH de la ONU.
La elección será el próximo 11 de octubre y entre los actuales 8 representantes están Cuba y Venezuela.
Si la apuesta del presidente Boric y su gobierno tiene éxito, Chile podrá estar en la Comisión para sumarse y estar a la altura de Cuba y Venezuela para continuar e intensificar junto a ellos, la defensa estricta de los DDHH en América Latina y el Caribe...
¡Un "medianamente" entendedor (de DDHH), necesita muy poquitas palabras!
Luis Enrique Soler Milla lsolermilla@gmail.com