Una de las alegrías de la semana pasada fue el desarrollo de la nueva versión de uno de los mayores eventos culturales de nuestro país: el Festival Internacional de Cine de Valdivia (FICV), el cual, luego de dos largos años, pudo volver a desplegarse presencialmente en los teatros y calles de nuestra capital regional.
Como sabemos, la industria cinematográfica y cultural ha sido una de las más golpeadas por la pandemia, por ende, este tipo de instancias son un verdadero bálsamo para nuestra sociedad.
El cine es un espejo que nos obliga a reflexionar sobre nuestro recorrido en común. Es memoria y una potente fuente histórica. Por medio de este arte, nos enfrentamos a la vida desde otra perspectiva, la cual nos invita a cuestionar nuestro pasado, presente y futuro. Durante estos años como parlamentario, he apoyado diversos proyectos que buscan mejorar las condiciones del rubro y que han aportado al fortalecimiento de las instancias de difusión de la cultura. A modo de ejemplo, cabe destacar el apoyo al proyecto de reconstrucción del Teatro Cervantes, a las obras del nuevo edificio del MAC, la designación de recursos para la apertura del Museo de la Memoria de Valdivia y para el del Neltume, acompañamiento al Centro Cultural de La Unión, como a diversos proyectos gráficos y audiovisuales de nuestra región. Actualmente, hemos impulsado la creación de una comisión de Cultura y Artes en el Senado con la finalidad de agilizar la tramitación de los proyecto de ley de estas temáticas.
Las instancias otorgadas por el FICV, son una gran plataforma para mostrar al mundo el potencial de nuestro cine local. Lo demostró así, las más de 170 películas en exhibición en esta nueva versión, junto con las presentaciones de grupos musicales y los diversos conversatorios que trajo aparejado este festival. Sin dudas, aporta al dinamismo de la ciudad, retroalimentando y nutriendo a nuestros habitantes y visitantes.
Debemos seguir trabajando para fortalecer las artes y las culturas por considera y estimar que son elementos esenciales para la construcción de sociedades sanas y críticas. Ha sido ampliamente demostrado que el acceso a la cultura mejora la salud mental y física de quienes miramos o participamos de instancias de este tipo. Como dijo el Presidente Allende "un pueblo sin historia es un pueblo sin futuro"; el cine y las expresiones artísticas nos entregan herramientas didácticas para mirarnos, pensarnos y reflexionar sobre nuestro devenir.
Alfonso de Urresti L.
Senador por Los Ríosl