Lingüística ¿ideologizada?
La Lingüística es un campo altamente técnico hoy en el mundo, con un vocabulario especializado imposible de evitar y metodología de investigación acotada. A pesar de ello es un campo despedazado por controversias académicas donde cada experto toma su porción sin mirar para el lado o visualizar horizontes que ayuden, por ejemplo, a entender el lenguaje humano y sus funciones/disfunciones así como contribuir a la enseñanza de lenguas.
Las pruebas -lo hemos señalado en otras ocasiones- están justamente en lo que podemos observar examinando las mallas de formación de profesores de castellano e inglés. Seguramente pueda deberse a la cantidad de Universidades "comprometidas" en la formación de estos profesionales de la educación.
Las diferencias son enormes y a menudo prejuiciadas, que a la larga repercuten en el diseño de metodologías efectivas para la enseñanza de lenguas (L1-L2) y el correcto uso de la lengua hablada y escrita. Otra cuestión igual de grave es lo que ocurre en la formación de comunicadores (periodistas, relaciones públicos, y afines). La pregunta que surge es más o menos igual a lo que pudiera ocurrir en un campo clínico ¿se podría formar un médico sin anatomía humana, o, agrónomos sin conocimiento de análisis de suelos. ¿Por qué la lingüística tiene un espacio tan reducido en la academia hoy? Incluso hoy confundida con el quehacer "político-ideológico" como lo hemos visto en la CC. La lingüística actual no puede relacionarse solo al estudio descriptivo de una lengua originaria en sus niveles fonético/fonológico, sintáctico. ¿Qué ocurre en la "ingeniería lingüística (lenguaje- informática)". Además, ¿cuál es la relación entre lenguaje y pensamiento, por no decir la "neuro-cognición humana"? Más de un departamento académico debiera llevar el nombre de esta disciplina en el estudio del lenguaje humano y no confundirla con los así llamados "estudios del discurso", lenguas, literatura, filología, o, la comunicación.
Omer Silva Villena osilvaville@gmail.com
Obispos y Derechos Humanos
Ocurrido el golpe de 1973, el Cardenal Raúl Silva Henríquez no dudó un instante en donde estaba su deber; según él mismo señaló posteriormente: "Nosotros supimos desde el primer momento que debíamos estar al lado de las víctimas, sin que nos importara su color, ni ideología. Nuestra obligación era salvaguardar la vida humana y, para ello, debíamos proteger intransigentemente los derechos de las personas".
En conferencia de prensa del 25-4-1974 dijo "Nos honra a nosotros, que fuera de nuestra patria, se considere a la Iglesia y al Episcopado Chileno, que va a la vanguardia en defender los derechos del hombre, las doctrinas humanas y sobre todo la doctrina de Cristo el Señor".
Un reconocimiento y gratitud a todos los prelados chilenos que junto con el cardenal Silva Henríquez, actuaron a la luz del Evangelio en la defensa de los derechos humanos; entre ellos Alejandro Jiménez Lafeble, obispo de Valdivia.
Derico Cofré Catril derico.cofre@gmail.com
¿Despertamos o desertamos?
La educación es el eje fundamental para el desarrollo económico y social de un país. Sin embargo, 50.529 escolares abandonaron el sistema educativo entre el 2020 y 2021. Estas cifras auguran que la futura generación arrastrará pérdidas intelectuales que harán imposible sostener el progreso socioeconómico, cultural, científico y tecnológico que hemos logrado desarrollar en el último siglo.
El sistema de alerta temprana de deserción escolar "SIESE" es una herramienta basada en evidencia y diseñada por la Universidad de La Frontera, de Valparaíso y Autónoma, que puede contribuir a una mejor política pública para enfrentar este grave problema y asegurar la justicia social, la igualdad de género, la democracia y el desarrollo de las próximas generaciones. Ninguna sociedad prosperará si una cantidad considerable de sus niñas y niños no están escolarizados. El Ministerio de Educación debe decidir si despertamos o desertamos del futuro.
Dra. Vania Figueroa Ipinza Directora InES Género, U.Autónoma
Legitimidad previsional
Uno de los principales argumentos del Gobierno para sacar adelante su reforma previsional, refiere a la legitimidad de nuestro modelo previsional. En primer lugar debemos recordar que nuestro sistema previsional ha tenido distintas modificaciones durante 7 Gobiernos democráticos, los que a su vez han necesitado de la aprobación del respectivo Congreso de turno. En segundo lugar, hay que mencionar el efecto de los tres retiros previsionales, los cuales cambiaron la percepción del chileno a pie, empoderándolos respecto a sus ahorros previsionales.
Por último, es importante que el Gobierno internalice las encuestas respecto a la reforma previsional, en donde la gente quiere tener propiedad sobre su cotización adicional, lo que finalmente legitima nuestro actual sistema previsional.
Eduardo Jerez Sanhueza eduardo@masprevision.cl