Reforma Previsional
El actual sistema de pensiones se creó el año 1980, para remplazar al quebrado sistema de reparto que existía. Con la expectativa de vida de la época, se calculó que con 10% de ahorro individual daría buenas pensiones, pero al pasar los años, se detectó que los supuestos iniciales habían cambiado sustancialmente.
En 2006, la Presidenta Bachelet en su primer mandato crea una comisión técnica, que se le llamó comisión Marcel, pasaron 9 años y la misma ex Presidenta en su segundo mandato creó una segunda comisión, con el mismo objetivo, la Comisión Bravo.
Han pasado 42 años de que rige el actual sistema previsional, pero el resultado es que tenemos muy malas pensiones y el problema son las AFP según el actual Gobierno, siendo que si se repartieran todas las utilidades de la AFP no variaría en prácticamente nada las pensiones y ninguna de las dos comisiones técnicas, Marcel o Bravo, recomendaron eliminar las AFP.
Los problemas fundamentales de las bajas pensiones en nuestro país son tres: estamos ahorrando muy poco, casi un 45% menos que el promedio de los países de la OCDE que es 19%; la evasión por informalidad y/o no pago de cotizaciones y/o sub-cotización es del orden del 50%; la edad de jubilación entre hombres y mujeres no tiene ningún fundamento técnico para ser distinta y debe adecuarse a la expectativa de vida actuales.
La reforma propuesta genera toda una nueva estructura, nuevas organizaciones, con nuevas siglas (donde claramente no pueden utilizar la palabra AFP, está prohibida por la ideología), con la misma buena intención que el Transantiago. Se borra todo y se hace de nuevo, con un resultado incierto. Además, se hace un sistema solidario donde los que cotizan más ayudarán a los que cotizan menos y los que pagan cotizaciones ayudarán a los que no las pagan, esto ultimo parecido al Transantiago, donde hoy solo el 60% paga el pasaje de la micro.
Creo que el objetivo debiera ser mejorar las actuales pensiones, sin ideología, sin hipotecar el futuro, para lo cual se debiera volver a la leer las recomendaciones de la Comisión Marcel y la Comisión Bravo. Se debiera subir no un 6%, si no un 9% las cotizaciones de cargo del empleador y este dinero debiera ir a una cuenta de capitalización individual y las mejoras a las actuales pensiones financiarlas con impuestos generales como lo es la PGU, igualar la edad de jubilación de hombres y mujeres, aumentar la edad de jubilación, aun cuando no sea políticamente correcto y que el cobro de las cotizaciones las realice el Servicio de Impuestos Internos, vía Tesorería que ha demostrado ser muy eficiente.
En resumen, la actual reforma en trámite en el Congreso, es el tercer intento de modificación al sistema de pensiones o seguridad social como políticamente correcto se le llama ahora, pero lamentablemente es refundacional, no es una mejora a la presentada por la Presidenta Bachelet o el Presidente Piñera; es un Transantiago Previsional, con mucha ideología y poco fundamento técnico, con claros conflictos de intereses.
Esperamos que en la tramitación vuelva el sentido del bien común y de urgencia de este tema, pero se debe hacer bien, por los actuales y futuros pensionados.
Iñaki Larraza Alberdi iñaki.larraza@gmail.com
Propuestas para educación
Como resultado del Observatorio Regional de Educación desarrollado por Fundación Caserta, en colaboración con múltiples instituciones y expertos latinoamericanos, se elaboró el documento "Educación para el siglo XXI: Guía para tomadores de decisiones", que reúne una serie de iniciativas concretas destinadas a encarar la crisis actual del sistema educativo con foco en el bienestar docente y la educación integral para el desarrollo sostenible. Entre las propuestas destacan medidas para el acompañamiento de docentes hacia el nuevo rol del siglo XXI, el desarrollo de competencias socioemocionales, relevar la pertinencia cultural del currículum flexible. Invitamos a conocerlas y a reflexionar al respecto.
Carolina Albornoz Directora Ej. Fundación Caserta
Listas de espera
Más de dos millones de personas se encuentran en la lista de espera por un especialista, cirugía o atención GES. En 2021 hubo 20.600 fallecimientos por no recibir atención médica (Subsecretaría de Redes Asistenciales del Ministerio de Salud) y un alza del 27,5% de las listas de espera (Tercer Informe de Políticas Públicas en Salud 2022 del Instituto de Salud Pública de la Universidad Nacional Andrés Bello).
Es un problema, agravado por la pandemia y el envejecimiento de la población y los sectores público y privado buscan soluciones. Para el 2023, el Gobierno presupuestó $ 28.374 millones para un Plan de Productividad Quirúrgica, que disminuya las listas de espera de patologías GES y no GES. En el área privada hay innovaciones en los modelos de gestión que usan la telemedicina, que cuenta con consultas, diagnósticos y tratamientos remotos.
En Chile ya es posible atender a más de 200 mil pacientes mensuales, gracias a la Inteligencia Artificial y Big Data que procesan información. ¿Para qué retrasar la atención, si ya contamos con tecnología? Las condiciones para innovar existen. Quizá falta la voluntad colaborativa pública-privada para terminar con esta cansadora espera.
Sergio Hott Armando Director Médico Atrys Chile