Participación de la ciudadanía
Escuchar a la comunidad es una obligación legal en Chile. Pero no siempre eso se traduce en incluir esas opiniones al decidir. Pero todo esfuerzo debe tener un correlato de resultados oportunos y medibles -más allá de la escucha activa- que refuerce la fe pública.
La participación ciudadana es una preocupación permanente en Los Ríos. Contar con una comunidad que opina y busca incidir en las decisiones que le afectan, es un sello local identitario y que no puede ser desconocido a la hora de planificar el desarrollo territorial, social, vecinal o político. Esa característica es vista por algunos como "polémica" o una complicación; sin embargo también constituye una fortaleza y garantía de que los pasos que se avancen serán sólidos y responderán -o se acercarán- efectivamente a las necesidades de las personas.
La Estrategia Regional de Desarrollo, en actual renovación, así lo recoge y también lo hicieron antes iniciativas como los FRIL participativos, para determinar pequeñas inversiones comunales, vistos como un ejemplo nacional en esta materia y mantenidos como fórmula en varios municipios. Paralelamente, todos los organismos públicos tienen -por ley- sus propios espacios de participación sobre las temáticas particulares que abordan.
Sin embargo, pese a esta voluntad de ser parte y de alzar la voz, muchas comunidades no logran que efectivamente se les haga caso en las miradas de más largo plazo o que se les considere como un interlocutor en igualdad de condiciones ante las autoridades, empresas o servicios. Se cumple con la normativa y se les escucha, pero ello no significa que se apliquen sus opiniones.
Hablar sobre estos temas ha sido la idea de las cuentas públicas sobre participación que ha impulsado el gobierno. La correspondiente a la zona sur será hoy en Valdivia (ver p.4) y hace pocos días se efectuó una en Santiago, en la cual el Presidente Boric indicó que "la participación ciudadana no es un favor que les estamos haciendo nosotros desde el Estado, es un derecho que el pueblo organizado se ha ganado y que además incide en tener mejores políticas públicas".
Sin duda que esas palabras logran acuerdo transversal, como también hay coincidencia en que actividades de este tipo ayudan a fomentar una cultura de participación, la cual debe ser fomentada en diferentes niveles. En tal contexto, la educación ciudadana también juega un rol importante. Pero todo esfuerzo debe tener un correlato de resultados oportunos y medibles -más allá de la escucha activa- que refuerce la fe pública.