Valorar, apoyar y fortalecer a Conaf
En estos días de emergencia, la comunidad ha podido apreciar el gran rol que juega la Corporación Nacional Forestal. Desde 2014 se anuncian proyectos para reforzar la institucionalidad pública forestal, sumando tareas de prevención y cuidado de áreas protegidas.
En estos días en que los incendios forestales han llamado la atención del país se ha podido ver el despliegue y la importancia que tiene una institución como la Corporación Nacional Forestal, Conaf, en la protección del patrimonio natural chileno. Sus brigadistas, profesionales, equipamientos y recursos se encuentran desplegados por todo el país, enfrentando los más de 280 siniestros que aún se mantienen activos en el país (89 de ellos en combate) y que a la fecha han destruido 420 mil hectáreas, cobrando vidas y generando daños gravísimos en poblados, plantaciones, siembras y bosques nativos.
La labor de la institución también ha sido clave en la coordinación, junto con el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (Senapred), con Bomberos, Carabineros, Fuerzas Armadas, los equipos de las empresas forestales; como también con las brigadas internacionales que llegaron para colaborar y con las cuales -han señalado expertos del área- mantienen similares niveles de capacitación y de efectividad.
Es decir, en medio de la tragedia que se encuentra viviendo Chile, la Corporación ha permitido dar seguridad y confianza a la comunidad. Y se ha visibilizado un rol que muchas veces pasa inadvertido y que, posterior a las emergencias, deberá abocarse también a la reforestación de los sectores devastados. En Los Ríos, ellos suman más de cuatro mil hectáreas en esta semana; pero se elevan a 8.182 en la temporada 2022-2023, más 5 mil por ciento más que en la anterior.
En este contexto es que resulta importante que se retome el diálogo avanzar desde una Conaf de derecho privado (como fue creada en abril de 1973) hacia una institución pública, ojalá centro de una nueva visión, que reúna al futuro Servicio Nacional Forestal y el Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, SBAP. Estas ideas están en proceso legislativo desde 2014 y avanzan con lentitud, pese que se requiere certezas para que la eficiente labor que hoy se desarrolla, se proyecte en el tiempo.
Desde el ministerio de Agricultura se trabaja en un proyecto en esa dirección, coordinando también con los trabajadores del área. Es de esperar que se avance, que tenga respaldo parlamentario y ciudadano, pues robustecer la institucionalidad nunca será errado.