Destacan restitución de cauce de río tras daño ocasionado en Reserva Mocho-Choshuenco
TRABAJOS. Fueron ordenados por el Tribunal Ambiental tras acoger demanda del Estado en contra de la Compañía Forestal y Maderera Panguipulli.
Como "ajustado a lo que esperábamos como servicio, tras las primeras denuncias efectuadas por nuestro equipo hace ya dos años". De esa forma calificaron desde la Corporación Nacional Forestal (CONAF) de Los Ríos el cumplimiento de la restitución del cauce del río Pillanleufu, al interior de la Reserva Nacional Mocho-Choshuenco, en la comuna de Panguipulli, obras que se completaron esta semana por encargo de la Compañía Forestal y Maderera Panguipulli, acusada de ocasionar un daño ambiental grave en dicho sector.
Los trabajos respondieron a una orden emanada del Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia (TA) y, a su vez, habían sido solicitados como medida cautelar por el Consejo de Defensa del Estado (CDE), tras la demanda interpuesta en 2021 en contra de la mencionada empresa ligada al holding Huilo Huilo, luego que un equipo de CONAF descubriera que se había realizado una intervención no autorizada del cauce del río de origen glaciar para fines particulares.
Fue el propio CDE que informó en sus redes sociales el fin de las obras, destacando que el citado mandato del TA establecía "elaborar y ejecutar un plan de restitución del cauce, aprobado por la Corporación Nacional Forestal y la Dirección General de Aguas (DGA) del Ministerio de Obras Públicas (MOP), que considerara la reorganización del sustrato en la zona afectada con la menor intervención posible del sector, evitar el uso de materiales ajenos a la propia ladera volcánica y la obligación del retiro de elementos en desuso que pudiesen intervenir el normal escurrimiento de los deshielos del glaciar".
En esa línea, Arnoldo Shíbar, director de CONAF Los Ríos, confirmó que "estamos contentos con este paso, ya que las obras que habían sido mandatadas por el Tribunal Ambiental, que era lo importante, ya se ejecutaron y con ello se logra la restitución del cauce del río".
Y agregó que: "todavía quedan algunas situaciones pendientes asociadas al plan que nos presentó la empresa, que tienen que ver con sacar algunos plásticos que están todavía en el lugar, pero aquello se va a hacer a la brevedad posible y nosotros estaremos atentos a que ocurra".
Origen del conflicto
Cabe recordar que este conflicto marca el 19 y 20 de abril de 2021 como fecha de inicio cuando un equipo de fiscalización de CONAF Los Ríos acusó el hallazgo de una serie de trabajos viales realizados al interior de la Reserva Nacional Mocho-Choshuenco, los que habrían ocasionado un grave daño ambiental por cuanto incluían la intervención no autorizada del cauce de origen glaciar en la cara este del complejo volcánico, la que alimenta la cabecera del río Pillanleufu.
A esa primera denuncia le siguió una serie de inspecciones por parte de organismos de competencia ambiental, derivando en que el Consejo de Defensa del Estado (CDE) interpusiera una querella criminal en contra de todos quienes resulten responsables en calidad de autores, cómplices y/o encubridores por el delito de usurpación de aguas desde la reserva.
El argumento para tal acción fue justamente la información levantada por CONAF, que advertía que el desvío del curso de agua, mediante una obra realizada con maquinaria pesada, permitía que esas aguas ahora fuesen redirigidas hacia el río Truful, afluente emplazado dentro del sector de Huilo-Huilo, también en la comuna de Panguipulli.
La conclusión en ese momento era simple: los autores o mandantes habrían desviado y extraído aguas desde un cuerpo de agua, que tiene calidad de bien nacional de uso público, siendo por esa razón que, aparte de la acción penal, el Consejo de Defensa del Estado (CDE) inició igualmente el estudio para la presentación de una demanda por daño ambiental.
Esta segunda gestión fue oficializada en septiembre de 2021 cuando se ingresó al Tercer Tribunal Ambiental de Valdivia como una demanda de reparación por el daño ambiental en contra de la Compañía Forestal y Maderera Panguipulli, que fue individualizada como responsable.
En su texto, la demanda indicaba que "la intervención de la demandada ha afectado la estructura de la microcuenca del río Pillanleufu, así como la dirección y forma natural del escurrimiento de sus aguas, con desmedro del instrumento de gestión ambiental que la protege y que la define como un área ambientalmente sensible".
A su vez, añadía que "la intervención se efectuó en un área caracterizada por la existencia de un ecosistema y paisaje altoandino, próxima a los glaciares y nieves eternas del volcán Mocho-Choshuenco, de los que se alimenta el torrente, afectando gravemente la cabecera de la microcuenca del río Pillanleufu, así como los ecosistemas ubicados montaña abajo y que dependen de los servicios ecosistémicos que se ella presta o se derivan de la misma".
Con meses de atraso
Finalmente, y acogiendo esta última acción fue que el Tribunal Ambiental de Valdivia ordenó la restitución del cauce del río Pillanleufu, lo que en principio debía cumplirse durante el año recién pasado, pero no pudo llevarse a cabo por razones climáticas (hubo intensas nevazones en la zona) por lo que recién se iniciaron el pasado 16 de febrero siendo ejecutados por una consultora contratada por la misma empresa demandada por el Estado.
Estas obras en terreno fueron fiscalizadas por personal de la dirección de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) Los Ríos, el administrador de la Reserva Nacional, Cristián Álvarez, y el jefe del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas del mismo servicio, Pablo Cunazza.