TEAP cierra primera temporada con más de 14 mil espectadores
BALANCE. El Teatro Educativo de las Artes de Panguipulli cerró su primera temporada con un positivo balance. En abril se retomarán las actividades con un encuentro internacional. Para el segundo semestre se espera el estreno de dos nuevas producciones de alto impacto.
Con la presentación del grupo Funkypulli finalizó ayer la temporada regular de funcionamiento del Teatro Educativo de las Artes de Panguipulli TEAP.
El recinto, cuya construcción fue en los meses más duros de la pandemia, tuvo un primer ciclo de actividades culturales en vivo para los trabajadores. Entre enero y mayo de 2022 fueron los llamados "Conciertos en construcción"; en junio partió la marcha blanca y en octubre fue la gran inauguración. Hasta la fecha y tras un primer apronte de cinco meses de una cartelera abierta a todo público, el TEAP contabilizó aproximadamente 14.000 espectadores. La cifra implicó tener salas llenas entre dos a tres veces por semana y es el resultado de un positivo posicionamiento comunal.
Así lo explica Pamela Calsow, directora artística y de programación del TEAP. "El último tiempo hemos hecho un buen trabajo de reunirnos con las comunidades y hablar de lo que significa contar con un teatro como el nuestro. Hacer mediaciones fue fundamental, como también impulsar un trabajo con mesas temáticas específicas y las cocreaciones de obras. Todo eso ayudó a contagiar a las personas del entusiasmo de comenzar a usar este nuevo espacio", dice.
A lo anteriores se sumó la estrategia de disponer de buses de acercamiento para localidades rurales, lo que permitió que cerca de 70 pudieran conocer el teatro.
Participación
El TEAP es una iniciativa de la Corporación de Adelanto Amigos de Panguipulli. Es la primera edificación con fines culturales y artísticos levantada y entregada en la Región de Los Ríos tras el inicio de la crisis sanitaria. El proyecto implicó una inversión de $4.126 millones, con aportes privados, del Gobierno Regional y la Municipalidad de Panguipulli. El edificio de cerca de 1.300 metros cuadrados, está sobre terrenos donados por el Club de Boga y Deportes 21 de Mayo junto al lago Panguipulli.
Para estructurar parte de la programación es que se crearon cuatro mesas de trabajo para abordar temas como por ejemplo la multiculturalidad y el acceso universal. Además, gracias a fondos concursables del Servicio Nacional de la Discapacidad para el teatro fueron compradas mochilas que captan las frecuencias del sonido y lo transmiten como vibraciones. Ello permitió propiciar la asistencia de quienes presentan distintos niveles de discapacidad auditiva. Hasta la fecha son 220 las personas que han accedido al beneficio y que son parte de una experiencia que en Chile solamente ocurre en Panguipulli.
Oportunidades
Aunque durante la marcha blanca hubo tiempo para probar equipamiento, en los últimos cinco meses también fue necesario resolver problemas técnicos. Uno de ellos fue el inesperado reseteo que la mesa de sonido y problemas menores relacionados a las conexiones eléctricas.
"Los inconvenientes técnicos sin duda que nos pusieron a prueba como equipo y siento que los supimos resolver de la mejor forma posible, siempre pensando de manera positiva