Noche Valdiviana
Como cada año en verano, salvo Pandemia, he recibido familiares de Concepción y Limache en este periodo. Ha sido una tradición familiar finalizar el verano disfrutando de la Noche Valdiviana. Por ello y luego de dos años de receso, esperábamos entusiastas este evento. Sin embargo, la decepción fue mayúscula al comprobar que este show careció de brillo y el cierre que nos tenía acostumbrados, se había esfumado.
Al ubicarnos en la zona del helipuerto, no se escuchaba el audio y el famoso show de luces no se veía, las críticas de la gente fue creciendo lo que se acrecentó cuando se escucha muy lejanamente que el show lumínico había finalizado. Decepción y pena nos embargó. La Noche Valdiviana había cumplido su ciclo y el famoso show de luces fue un fiasco.
Ante ello y esperando que las autoridades tenga la humildad necesaria para escuchar, les pido que hagan una autocrítica y reconsideren la decisión de haber eliminado los fuegos de artificio, porque es el sello, es el verdadero remate de una tradición que todos los valdivianos amamos.
Arnoldo Huepe P. arnoldohuepe@gmail.com
Biodiversidad en la agenda
En todos los estudios realizados para medir el estado de avance de la Agenda 2030, después de la pandemia, se comprueba un retroceso promedio de cuatro años en el mundo y diez, en América Latina, lo que es muy difícil de remontar. El ODS que aparece más postergado es el ODS15, relativo al cuidado de los ecosistemas y protección de la biodiversidad. Las empresas no conectan necesariamente, la acción para abordar el cambio climático, con la gestión por el cuidado de la diversidad. Esta falta de integración de ambos temas se ha traducido en que las empresas han venido realizando menos iniciativas destacadas en pro de la biodiversidad, con respecto a otros Objetivos de Desarrollo Sostenible.
De acuerdo a datos de KPMG, solo el 40% de las 5.800 empresas líderes en 58 países, informan sobre su gestión en biodiversidad.
El Marco mundial de la diversidad biológica tiene como objetivo abordar la pérdida de biodiversidad, restaurar los ecosistemas y proteger los derechos de los pueblos Indígenas. El plan estratégico del marco incluye medidas concretas para detener y revertir la pérdida de la naturaleza, incluida la protección del 30% del planeta y el 30% de los ecosistemas degradados para 2030. Asimismo, el plan incluye propuestas para aumentar la financiación destinada a los países en desarrollo, lo que representó una barrera durante las conversaciones.
Los acuerdos suscritos allí, por los países participantes, incluidos Chile son relevantes, a diferencia del escepticismo reinante en Cop27. Son ya un millón de especies de plantas y animales las que están en peligro de extinción, gran parte de las cuales lo estarán en cuestión de unas décadas. Chile asumió el compromiso de aumentar sus áreas protegidas, que hoy representan casi el 22% de su superficie lo que, sumando las zonas de conservación privada, abarca más del 23%. Sin embargo, el desafío de llegar al 30% no solo significa resolver un tema presupuestario, sino de gestión, ya que se requieren planes de manejo eficaces y específicos.
La institucionalidad debería ser una ayuda, con la creación del Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP). Aunque su tramitación legislativa ha demorado once años, ya está muy cerca de convertirse en realidad, pues el pasado 22 de enero, la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el proyecto que crea este organismo, considerado clave para el resguardo de las áreas protegidas en Chile.
De esta manera, el proyecto -que robustecerá la institucionalidad ambiental del país, pasará a discusión en la Sala de la Cámara, marcando un hito en un largo anhelo del Estado de Chile y de las organizaciones medioambientales. Sin duda, la protección de la biodiversidad ha pasado a un lugar más importante de la agenda mundial, y en nuestro país también se están viendo los efectos.
Margarita Ducci Dir. ej. Pacto Global Chile (ONU)
Garantía, no subsidio
El Fondo de Garantías especiales, en particular el dirigido a créditos hipotecarios, es un buen esfuerzo por parte del Gobierno en materia habitacional, pero insuficiente por donde se le mire.
En primer lugar se debe aclarar que en ningún caso es un subsidio habitacional, sino simplemente un fondo que permite que el análisis por parte de un banco sea más favorable para el potencial comprador, al ser el Estado el que garantice un 10% en caso de incumplimiento de pago, pudiendo así entregar créditos hipotecarios con un 10% de pie, y no un 20%. El esfuerzo es insuficiente pues sólo podría beneficiar a cerca de 24.000 familias, muy lejos del déficit de 650.000 viviendas a la fecha.
Los esfuerzos del Gobierno debieran estar en fortalecer la capitalización individual, generando nuevamente condiciones como las de hace pocos años, con tasas de créditos hipotecarios de un 2%, a 30 años plazo, y con sólo un 10% de pie, y para ello debe destinar la cotización adicional de la reforma previsional a las cuentas individuales de cada trabajador.
Eduardo Jerez Sanhueza eduardo@masprevision.cl