Hemos sido testigos de una catástrofe, generada por una crisis económica mundial y los efectos de la pandemia, que trajo consigo la paralización de importantes obras públicas en nuestra región, poniendo en riesgo la fuente laboral de cientos de personas, el bienestar de las familias, comunidades completas, así como también la ejecución presupuestaria regional.
Estos últimos días, hemos entregado buenas noticias a la comunidad escolar de la Escuela Fusionada de Los Lagos y a los Bomberos de Malalhue porque afortunadamente ya existen más certezas en el mercado y flexibilidades administrativas por parte del Ministerio de Obras Públicas, que nos permiten proyectar soluciones reales. Es así que también se destinarán recursos de emergencia por parte del nivel central, Fondo de Infraestructura para el Desarrollo (FIDE), los cuales cubrirán los costos adicionales que se generen a partir de la reanudación de las obras.
Desafortunadamente hemos visto cómo la especulación del mercado también se aprovecha de esta situación tan difícil para las regiones, donde empresas interesadas en la concreción de las obras, vía trato directo, han propuesto valores que superan todo límite, con presupuestos por los saldos pendientes que faltan para terminar las obras (que van entre un 10% a un 38%) con valores superiores a lo que tenía asignado inicialmente. Un ejemplo de aquello es que, en el caso de Bomberos de Malalhue, donde quedaban $800 millones por pagar, por parte del Gobierno Regional, (38%) se presentó un presupuesto por casi $3.000 millones. En el caso de la Escuela Fusionada, que originalmente costaba aproximadamente $6.000 millones, llegó un presupuesto por $6.300 millones (12%). Evidentemente eso no es presentable desde el punto de vista del buen uso de los recursos públicos, en donde además no se puede corroborar si esos valores estaban acordes al mercado. Ante esto y en conversación con la nueva Directora Nacional de Arquitectura, le comunicamos que como región optaremos por el camino de la licitación pública, porque, aunque se paguen valores estimados altos, el proceso, sin duda será mucho más transparente y competitivo, para que operen realmente las reglas del mercado. Obviamente esto trae plazos asociados, en el caso de la Escuela Fusionada, un plazo realista es que en marzo del año 2025 los niños ya estarán en sus nuevas aulas. Por supuesto estamos abordando un plan de contingencia para mejorar las condiciones del actual establecimiento, que se construyó para la transición de la antigua a la nueva infraestructura.
Respecto a las otras obras, el Cuartel de Bomberos de Malalhue y la Tenencia de Carabineros de Mariquina, decidimos oficiar a la Dirección de Arquitectura. Valoramos la generosidad de las y los dirigentes, de las autoridades comunales y agradecemos la comprensión ante este difícil momento, especialmente de las comunidades más afectadas. Esperamos que una situación como esta, jamás se vuelva a repetir en nuestro país y región.
"Desafortunadamente hemos visto cómo la especulación del mercado también se aprovecha de esta situación tan difícil para las regiones..."