¡Bien por Chile!
¿Quién lo diría?, pero en una de esas, el Presidente Boric lograría finalmente la aprobación de su agenda legislativa en curso con el apoyo de la oposición y no, como tal vez lo esperaba, de todos sus socios directos...
En todo caso "Da lo mismo quién (quiénes) haga(n) el gol, lo que importa es que es gol de Chile"
¡Bien por Chile!
Luis Enrique Soler Milla lsolermilla@yahoo.es
Escolares y consumo de drogas
El último estudio nacional de drogas del Senda, reporta datos esperanzadores al mostrar una disminución significativa en el consumo de casi todas las sustancias medidas, particularmente en tabaco y alcohol. Esta baja se puede atribuir en parte a las políticas de prevención y también a la dificultad de acceso a estas sustancias durante la pandemia.
Sin embargo, y considerando este dato, es crucial que la política nacional de prevención pueda generar acciones para sostener este efecto.
Para generar acciones preventivas que sostengan el efecto de disminución en el consumo declarado por escolares, es fundamental referirse a los datos que surgen de la investigación a nivel internacional y la experiencia nacional. En este sentido, un primer aspecto a considerar es que, de acuerdo con la evidencia externa, se ha demostrado que las iniciativas preventivas basadas solamente en un enfoque biomédico (como las que sólo ofrecen información respecto al efecto nocivo de las drogas o resaltan imágenes impactantes) tienen un bajo efecto. Las personas olvidan esa información en dos semanas. En cambio, las iniciativas de mejor impacto son aquellas que responden a un enfoque más complejo, de carácter bio-psico-social.
Hoy, considerando los datos del último estudio de Senda, se hace necesario enfocar estas medidas en los principales focos de preocupación en términos de consumo: la alarmante prevalencia de consumo en estudiantes de 3º y 4º medio, los colegios de dependencia municipal y el aumento en el uso de tranquilizantes sin receta. Aquí, una política dual de carácter educacional y de control sobre el acceso y tenencia puede ser una clave importante para enfrentar el escenario preventivo en un contexto post- pandemia.
Fernando Murillo Académico Facultad de Educación Universidad AutónomaCalle sin Violencia
Sabemos que los barrios de nuestro país son la cancha donde debemos ganarle a la violencia, la falta de oportunidades y el escaso bienestar de las familias. "Que la calle no sea su sala de clases" es el mensaje que el Hogar de Cristo está desplegando para la campaña de recolección de recursos que busca fortalecer nuestras escuelas y dispositivos de reingreso para niños, niñas y jóvenes en situación de pobreza y vulnerabilidad que han abandonado el sistema escolar. La cifra oficial registra a más de 227 mil excluidos de su derecho a la educación, muchos de los cuales ahora mismo están siendo reclutados por el crimen organizado y el narco en los territorios más marginales, populosos y carenciados del país.
(...) No es casual que un alto porcentaje de niños, niñas y jóvenes en la Encuesta de la Defensoría de la Niñez declararan que el lugar más inseguro para ellos era su barrio.Hoy en las comunas con mayores índices de violencia, los pequeños y los grandes se están restando de la educación.
El plan Calle sin Violencia, que se adelantó a raíz del asesinato del cabo primero Daniel Palma, tiene cinco pilares, uno de los cuales es tan obvio como descuidado: la prevención. "Hay que intervenir en la estructura social de ese barrio", precisan las autoridades. Esa prevención es necesariamente educación. Es contar con ofertas de reingreso -escuelas y aulas- para que abuelas, tías y vecinas nos alerten dónde hay un niño, una niña, un joven que ha dejado de ir a clases y estemos preparados para ir a buscarlo y ofrecerle algo concreto para recuperar su trayectoria educativa.
Eso lo que hacemos en Súmate desde hace 30 años, sin apoyo, sin presupuesto, sin visión de lo crucial de estas intervenciones preventivas que van más allá de la escuela formal escolar. Las razones del abandono escolar las conocemos. Es más, hemos construido un decálogo con ellas. Todas tienen que ver con la pobreza, la vulnerabilidad y la falta de Estado en amplios territorios del país, permitiendo que se imponga la ley del más fuerte. Y hoy todos sabemos dónde radica esa fuerza.
Ojalá, que en la intención de rescatar y fortalecer las redes de apoyo de los barrios, valorar el esfuerzo de los municipios por estar presentes y nuestro porfiado arrojo de aplanar calles buscando jóvenes para ofrecerles alternativas de reingreso, sean seriamente consideradas en esta estrategia de Calle sin Violencia.
Liliana Cortés Directora de Fundación Súmate