La clínica
A propósito de la frustrada compra de una Clínica por parte de la I. Municipalidad de Santiago y de las explicaciones que ha intentado hasta ahora dar la Alcaldesa de esa comuna, srta. Hassler, me acordé de algo que dijo Abraham Lincoln y que tantas veces hemos leído.
Cito: "Se puede engañar a todo el mundo algún tiempo y a algunos, todo el tiempo. Lo que es imposible es engañar a todo el mundo todo el tiempo".
No es bueno irritar a la gente. No somos bobos.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado jvivesd@gmail.com
Madres en la ESI de sus hijas
La educación sexual integral es un tema sin duda controversial y con diferentes miradas políticas, culturales, incluso religiosas. Pero si entendiéramos la sexualidad como parte inherente de las personas, algo natural, parte de ser humanos, ya podríamos no sólo sacarla de las "relaciones sexuales" como se ha querido simplificar, sino también empezar a conversar sobre su educación como algo mucho más natural y medular.
Para nosotras, como feministas, estudiantes de la sexualidad y los derechos sexuales y reproductivos, la sexualidad humana es un aspecto central de las personas, que abarca sexo, erotismo, placer, intimidad, reproducción, pero también interacción con factores biológicos, psicológicos, sociales, económicos, políticos, culturales, espiritualidad, etc y que nos afectan en salud y bienestar. O sea que cada decisión e interacción con estas aristas va a afectar nuestra salud sexual.
Para poder abarcar la educación sexual adecuadamente, sin sesgos, sin generar diferencias ni discriminación entre las personas, y desde una mirada responsable y positiva, es que se agrega el concepto "integral", para abordarlo desde la naturalidad del ser personas todas.
También es importante recordar que la sexualidad es un derecho humano, como bien se decretó en El Cairo en 1995 en la comisión de derechos humanos de las Naciones Unidas.
En este contexto y considerando los múltiples beneficios que traerá la educación sexual integral a nuestras hijas, y que los cambios y aprendizajes son más completos cuando se trabajan de manera multidisciplinaria, se hace fundamental la participación activa de madres y medios de comunicación.
Para las madres y/o cuidadoras, su preparación y acercamiento a la salud sexual es sin duda un objetivo importante en la implementación de cualquier plan de trabajo con niñas, ya que son las madres y/o cuidadoras las que pueden transmitir y reforzar la educación en salud sexual con enfoque de género, basado en derechos, y también desde su propia experiencia o vivencia.
Otro rol muy importante para poder difundir la información adecuada en materia de educación sexual y sexualidad, es el que tienen los medios de comunicación formales, por lo que consideramos pertinente el mensaje de ésta carta; nuestra intención es que la prensa pueda participar activamente de la educación de nuestras hijas, con su alta credibilidad y formalidad, considerando noticias relacionadas con la ESI, reforzando el enfoque de derechos y de género en las publicaciones de éste y todos los medios de comunicación del territorio, para poder acabar con la normalización de la violencia, de los estereotipos de género y otras cuantas desigualdades en materia de derechos en las que aún estamos al debe, y que nos competen a las personas que cuidamos y enseñamos continuamente a niñas.
Les invitamos a sincronizar con estas buenas prácticas, con el lenguaje positivo en sexualidad, visualizar a la ESI como una excelente oportunidad en la educación de nuestras hijas, capacitarse en lo que aún no nos sintamos preparadas, hablar "el mismo idioma", contribuir a un lenguaje y reflexiones que apunten a una salud sexual y afectiva sana, sin miedo y libre de violencia de género.
Normalizar los derechos sexuales y reproductivos con nuestras hijas, tanto en casa como a nivel educacional y comunicacional, va a permitir que la sociedad se llene de respeto, amor, justicia, empatía, y mejor salud.
Camila Rosas Maldonado, Matrona Barbara Jara, Matrona Nadya Barba, Comunicadora visual
Compleja situación
Qué manera de jugar mal derecha e izquierda con las esperanzas de los ciudadanos de a pie.
Los chilenos queremos soluciones; empero, en una órbita cuasi kafkiana seguimos desplazándonos -según mi opinión- hacia un hoyo negro.
El gobierno debe asumir esta realidad tan compleja. Bueno, y después, ¿qué? "Food for thought", habría dicho Winston Churchill.
Gustavo M. Astorquiza, P. Eng. normaandgus@easterlink.ca