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Claus Grob Berkhoff: Adiós a un referente de la medicina valdiviana

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A los 95 años de edad, el pasado 7 de abril de 2023 abandonó el mundo terrenal el Dr. Claus Grob Berkhoff, ex decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral durante tres periodos, ex director del Servicio de Salud de Valdivia y ex presidente de la Sociedad Chilena de Traumatología. Claus Grob Berkhoff nació en Valdivia el 30 de octubre de 1927 y sus padres fueron Ottmar Grob Reinhardt y Lina Berkhoff Wiebrig. Realizó sus estudios profesionales entre 1947 y 1953 en la Universidad de Chile, titulándose de médico cirujano y sumando las especialidades de Ortopedia y Traumatología; y posteriormente Administración en Salud. En septiembre de 1954 comenzó a desempeñarse profesionalmente en el Hospital Regional de Valdivia. Dentro de su carrera académica, desde la Facultad de Medicina de la UACh lo destacaron como "fundador del Instituto de Aparato Locomotor; director del Departamento de Clínicas, del cual emergieron las unidades docentes clínicas actuales de la Facultad de Medicina y decano de la facultad durante tres períodos, logrando hitos como la creación de las carreras de Terapia Ocupacional y Odontología, las bases para concretar la Escuela de Kinesiología y la gestión para las construcciones del Centro de Docencia de Atención Integral Ambulatoria (Cenaia) y el Edificio de Ciencias Biomédicas, el cual lleva su nombre. Además, fue impulsor de la gestación del Campo Clínico Osorno de la Facultad de Medicina". Asimismo, se desempeñó como docente del Instituto de Salud Pública de las carreras de Medicina, Enfermería, Obstetricia y Puericultura y Tecnología Médica. Otros aportes fueron su activa participación en la introducción del sistema de Correas de Pavlik en Chile para el tratamiento de la displasia luxante de cadera, tercer país en el mundo en utilizar esta técnica y también fue quien inició en Valdivia la colocación de prótesis de cadera. También resaltan dentro de su trayectoria importantes contribuciones a la salud regional, como jefe del Servicio de Traumatología y Ortopedia del Hospital Regional de Valdivia y director del Servicio de Salud Valdivia. En el año 1977 fue elegido presidente de la Sociedad Chilena de Traumatología (SOCHT), de la cual posteriormente fue distinguido como socio honorario, en 1999. "El Dr. Grob realizó una activa labor formativa de numerosas generaciones de profesionales de la salud, muchos de los cuales son actualmente parte de la SOCHT, destacando además por sus importantes contribuciones y también por su calidad como persona", destacaron en la web de la SOCHT. En el año 2012 fue invitado a Berlín, donde fue investido como miembro de la Sociedad Alemana de Ortopedia y Traumatología. Y en el año 2015, la Facultad de Medicina de la UACh le rindió homenaje al instalar una placa conmemorativa en el frontis del edificio de Ciencias Biomédicas, que ahora lleva su nombre. El Dr. Claus Grob también fue un destacado bombero y director honorario de la Primera Compañía de Valdivia. Fue rotario, gobernador de distrito, miembro del Rotary Club Valdivia y socio honorario del Rotary Club Kuriñanku. Sus funerales se realizaron en el Cementerio Alemán de Valdivia, hace una semana.

7 de abril de 2023 se registró el fallecimiento del destacado médico y ex decano de la Facultad de Medicina de la Universidad Austral de Chile. También fue un reconocido socio rotario.

Del temor a la alegría

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El evangelio de este domingo (Jn 20,19-31), nos relata que la tarde de aquel día, el primero de la semana (el domingo), el grupo de los discípulos está invadido de un temor que los lleva a esconderse y cerrar las puertas. La presencia entre ellos del Resucitado hace que la actitud de temor se convierta en inundación de alegría al ver al Señor. Semejante cambio de disposición interna ya se había insinuado cuando Jesús se apareció a la Magdalena (evangelio domingo pasado). La presencia del Resucitado ahuyenta el temor. Del temor pasan a la alegría de ver al Señor.

El saludo del Resucitado significa lo que produce: "paz a ustedes". Al igual que la nueva presencia de Jesús es el don de su iniciativa que sale al encuentro, la paz es el regalo que hace a los que busca. Así como Jesús tiene y comunica su mandamiento del Amor, también posee y obsequia con su don, su paz. Esa paz es distinta de la que da el mundo, excluye también la turbación. La exclusión del temor y el don de la paz están ligados a la promesa de una vuelta a sus discípulos. Al presentarse en medio de sus discípulos, el saludo de la paz les quita el temor y la paz se convierte en alegría de ver al Señor.

Junto con esto Jesús infunde en ellos el Espíritu. Mediante el don del Espíritu se hacen permanentes la paz del saludo de Jesús y la alegría de la visión que tienen los apóstoles. Jesús les promete el Espíritu Santo consolador. Así el Señor Resucitado confía a los suyos su misión: "Como el Padre me envió, también los envío a ustedes". La misión en el evangelio de hoy tienen una finalidad peculiar: perdonar los pecados, ya que para esto les comunica el Espíritu. La ausencia de temor, la paz y la alegría que ellos han recibido en su encuentro con el Resucitado, lo han de transmitir a otros mediante el perdón de los pecados. La resurrección de Jesús, resulta así, fuente inagotable de paz, alegría y consuelo.