Nuevas tendencias y turismo
Después del impacto que tuvo la pandemia en nuestras vidas, es fácil entender el alza que están tendiendo los viajes más relacionados con el disfrute que con el trabajo.
Si bien el 2022 cerró con una caída de 50% en la llegada de turistas respecto al 2018, creemos que en 2023 los viajeros estarán dispuestos a pagar tickets aéreos más altos.
Según una reciente encuesta de American Express Travel en USA, el 75% de los viajeros reconoce que las redes sociales los han inspirado para escoger un destino, el 52% declara que saldrá más en 2023 y el 50% planea gastar más dinero. ¿Qué está pasando que hay más voluntad para gastar en disfrute? "Vacaciones reparadoras" y "turismo de revancha" parecen ser las principales tendencias.
¿Está el sector turismo en Chile preparado para capitalizar estas tendencias? El nuevo aeropuerto de Santiago es 3 veces más grande en comparación con el que existía en 2019 y permite recibir 30 millones de pasajeros, pero el déficit está en la capacidad hotelera en los destinos turísticos.
¿En qué situación está Valdivia para capturar estas oportunidades? Este territorio, con turismo local y estacional desarrollado, con poca oferta hotelera aún, destaca por su propuesta cultural, culinaria e histórica. Es de esperar que la industria saque provecho de este contexto. ¿Está el sector público preparado para facilitar la inversión privada? ¿Puede Valdivia atraer al turismo internacional? ¿Cómo desarrollar la oferta hotelera? ¿Tendrá la región mejoras en su paso fronterizo y un nuevo aeropuerto? Son algunas de las preguntas que la industria del turismo local debe responder.
Hernán Passalacqua Director Ejecutivo de F. Turismo
Cambio de domicilio
Con todo respeto escribo a este espacio para manifestar mi molestia porque me cambiaron de local de votación.
Para el domingo 7 me han mandado a la punta del cerro. Literal. Vivo en Las Ánimas y me han derivado a la isla Teja, a la Escuela Alemana. Cuando supe, pensé que era una broma; pero no era broma. Con dos dedos de frente, se ve que es ridículo. No sé cómo pudieron hacerme esto.
Adulto Mayor afectado (78 años)
La limona es un astro
Se principia el reposo dorado de la tierra, la dulzura del otoño en sus frutos tostados, y el aroma dulzón de las manzanas "limonas" traspasa nuevamente los huertos y las quintas. Como incienso consagrado a lo terreno, entre los árboles cubiertos de líquenes, como celebración de una vida que permanece ofreciendo su sabor entre nuestras ruinas.
En el tránsito del verano al otoño la limona es una gloriosa estrella que marca el cambio de estación, una señal para el viajero en el tiempo del Huillimapu. Es como una luz encendida en el ocaso veraniego, un luminoso astro dorado que es su joya final, su meditado fulgor estival, su corona, su brillante despedida. Como su última luz es acaso la más real y verdadera, el mismísimo fruto del verano madurando en el alba del otoño. Y para esta última estación, el árbol limón es la estrella que en abril lo anuncia: ¡es la hora de aparición de su cabellera encendida, el candil que alumbra su sendero de hojas vencidas!
Acaso un sueño, la limona es como un sueño del verano. Cuando este ha presentido su retirada sueña y se despierta llorando, entre el sueño y la vida, lágrimas amarillas. Pronuncia entonces su última palabra, su verso más cuidado. Y cuando el manzano limón se sueña siendo el verano en verdad no sabemos, al frasear del poeta, si es el verano el que se sueña madurando en la limona, o si es el árbol limón el que se sueña como su encarnación verdadera.
Igualmente, la limona también es una llave que abre los portales de nuestro lluvioso otoño, y la copa del manzano limón se nos aparece ardiendo como una antorcha encendida.
Como el aromo de Jorge Teillier, "el tiempo lo guardó en su memoria /para soñar con él en las noches de invierno", y cuando el otoño despierta "los labios del tiempo (…) pronuncian, mojada de lluvia, /la primera palabra que recuerdan", y fulgura la luz en los ramajes del árbol limón, "sin temor al viento /sin envidia del sol" (Para ángeles y gorriones, 1956).
En esta hora en que el verano comparte sus suspiros con una exhalación de otoño, cuando casi toda la fruta ha caído, el manzano limón es un lucero resplandeciente en las quintas.
Juan Navarrete Espinoza Licenciado en Historia UACh juanepdlc@gmail.com