Agendas de nicho
Si quienes elaboran una Constitución pretenden que ésta perdure, lo que supone que sus normas hayan reconocido y garantizado, en su caso, derechos, libertades y deberes fundamentales y, asimismo, establecido, a partir de la separación de las funciones del poder del Estado, una forma de gobierno que efectivamente permita que el Gobierno pueda gobernar, resulta indispensable que la Carta Fundamental sea el reflejo de acuerdos sustantivos y que los acuerdos sean, además, coherentes. Es indispensable entender que la sumatoria de las "agendas de nicho" no son ni pueden ser una Constitución. Las Constituciones son, nada más y nada menos, que Constituciones.
Digo todo lo anterior porque hay normas contenidas en el texto que ha venido aprobando la Comisión Experta que si bien es cierto que reflejan "acuerdos", son incoherentes. Me explico.
Uno de los objetivos de la propuesta de la señalada Comisión es el fortalecimiento de la democracia representativa y del rol de los partidos políticos. En este ámbito destacan, entre otras, las normas que definen a los partidos, las que buscan sancionar la violencia política y, las orientadas a evitar el multipartidismo extremo. Sin embargo, se han aprobado también disposiciones que debilitan el logro de estos objetivos. Por ejemplo: la iniciativa popular en materia de ley, tanto en su gestación como en su derogación y, los "foros de deliberación ciudadana". En los tres casos, sobre todo en la iniciativa derogatoria como en los "foros", desde los "nichos" se podría violentar lo resuelto a partir de procedimientos que buscan excluir al populismo. Conviene recordar que hay Estados, como Venezuela, que transitaron desde democracias representativas a regímenes autoritarios por la vía del ejercicio de éstas y otras formas de democracia semi-directa.
Termino con una buena noticia. El líder de la "primera línea" gringa que intentó impedir que Biden asumiera la presidencia acaba de ser condenado a 18 años de prisión. Por sedicioso.
Jorge Eduardo Vives Dibarrart Abogado . jevivesd@gmail.com
Mito del estado emprendedor
Está claro que el Estado necesita de la iniciativa privada. Hoy en día, el "sueldo de Chile" tiene a sus grandes representantes en Codelco y ENAMI, quienes muestran considerables déficits con US$18,000 millones y US$581 millones , respectivamente. Por otro lado, este gobierno marca solo un 0.02% de ejecución del Programa de Desarrollo Productivo Sostenible. A esto se suma el gas a precio justo, donde los chilenos pagamos $117 mil por cilindro de gas, muy por encima de los $24 mil que cuesta en el mercado.
Es preocupante la manera sistemática en que este gobierno ha tomado malas decisiones en sus 440 días de gestión y cabe preguntarnos qué nos espera hacia el futuro.
Directiva Los Ríos Evópoli directiva.losrios@evopoli.cl
Sembrando arbolitos
En el marco del segundo llamado, de Conaf, a los pequeños propietarios forestales, destinado a recuperar los bosques nativos en nuestra región, recuerdo al Dr. Roberto Matamalaelorz, que en su misiva a esta dirección, destaca con cariño al añoso árbol "tulipero", de Don Lucho, que pese a su avanzada edad, se conserva en perfectas condiciones. Por tal motivo, me permito relatar una anécdota ecológica : hace un lustro, estaba afanado plantando arbolitos en un sector de mi propiedad, cuando un curioso trabajador agrícola, que me observó me preguntó, con un chispazo de ironía, de seguro por mi aspecto cano: "¿Para qué planta Ud. esos arbolitos? ¡ no creo que los vea crecer!" No le hice caso. Hoy esas plantitas son grandes y frondosos árboles; sus hojas y ramas cobijan a mi familia y nietos, con sus frescas y agradable sombras en veranos. El peculiar episodio, me recuerda a la emotiva poesía, escrita alrededor del siglo XV, por el poeta español, Marcos Rafael Blanco Belmonte, en su magistral prédica, hecha poema "Sembrando". Por ello, de corazón, le dedico a Don Lucho, a Don Roberto y a todos(as) los que siembran o están plantando arbolitos, para las generaciones venideras, una estrofa del poema futurista :
"(...) Quise saber, curioso lo que él demente sembraba en la montaña, sola y bravía. El infeliz oyóme benignamente y me dijo con honda melancolía : siembro robles y pinos y sicomoros, que llenar de frondas esta ladera, quiero que otros disfruten de los tesoros que darán estas plantas cuando yo muera"
Luis Omar Sepúlveda Navarro doncoyosepulveda@gmail.com