Un nuevo llamado por la Catedral
El principal templo católico de Valdivia cumple 25 años desde que fue levantado con aportes transversales de la comunidad.
El 9 de octubre de 1998 fue inaugurada la actual Catedral de Valdivia. La fecha era cercana a la fiesta católica de Nuestra Señora del Rosario, patrona de la diócesis, y la ceremonia contó con la presencia de obispos llegados de todo Chile, del entonces Presidente de la República Eduardo Frei Ruiz-Tagle y de la Primera Dama Marta Larraechea.
Fue un día histórico. El edificio estaba listo después de una intensa y larga campaña iniciada más de una década antes y en la cual tomaron parte cientos de personas de diferentes creencias, colores políticos y nacionalidades de origen, quienes vieron el simbolismo comunitario -más allá de lo religioso- que implicaba poner de pie la iglesia central de la capital de la Provincia. La anterior Catedral había sido destruida por el terremoto de 1960 y la ciudad centenaria había perdido su tradición de levantar el templo nuevamente; como ya lo había hecho tantas veces antes. Está sería la número 15.
Los años '80 eran tiempos de división y dolor en el país, de modo que la cruzada ecuménica convocada por el obispo de la época Alejandro Jiménez y el padre Gabriel Guarda también permitió estrechar lazos ciudadanos. Lideró la iniciativa Raúl Basso, líder emblemático del Comité Nueva Región y se recibieron donaciones de empresas, de arquitectos, de altruistas colaboradores anónimos; pero también se abrió un espacio para que todas las personas pudieran contribuir. La primera piedra de la construcción fue traída a Valdivia desde las catacumbas cristianas del Vaticano y bendecida por Juan Pablo II, durante la visita papal a Chile en abril de 1987.
Pasaron 25 años y la Catedral necesita nuevamente apoyo valdiviano. Se debe reforzar la construcción y también instalar un ascensor para las personas con movilidad reducida que no logran subir sus escaleras. Para ello se ha activado una nueva convocatoria abierta que, esperamos, logre buena respuesta.
En octubre comenzarán las actividades y sería hermoso ver voces distintas nuevamente sumándose. Como antes, hoy también se requiere de causas que unan y ésta puede convertirse en una de ellas.