Vivienda en mal estado
Escribo esta carta porque me encuentro muy desesperado y cansado de esperar soluciones de parte de Serviu y Banco Estado para la reparación de mi casa ubicada en la Población Inés de Suárez.
Recibí un subsidio para vivienda usada en 2013; en 2017 logré un crédito hipotecario para comprar la casa, que aún estoy pagando. En 2018 la vivienda empezó a tener problemas muy serios con el techo, el piso, las paredes. La Municipalidad la declaró en inhabitabilidad y el Serviu se comprometió a arreglarla en un plazo breve; lo mismo que el Banco debía activar el seguro por el crédito hipotecario.
Hice todos los trámites, tengo todos los antecedentes que me pidieron, pero nada se ha hecho todavía. He esperado cinco años.
En el intertanto me enfermé gravemente de los pulmones y me tuve que ir a Santiago para operaciones y trasplante. Ahora vivo con oxígeno y la condición de la casa (con humedad sobre todo) afecta mi salud cada día. De hecho tuve una recaída en 2023.
El año pasado vinieron una vez más del Serviu; me hicieron firmar unos papeles supuestamente para apurar mi caso en enero, pero nada se avanza.
Hago público esto, porque ya no sé a quién más recurrir y, de verdad, necesito ayuda con esta situación.
Luis René Tobar Torres
Uso de bicicleta
Todos los días de trabajo voy desde mi hogar hasta el hospital base de Valdivia en bicicleta, ida y regreso, pasando por calle Roberto Fernández, Av. Pedro Montt, Villa Europa, Av. Francia, calle Italia hasta el hospital. Un recorrido que no me toma más de 15 o 20 minutos, dependiendo el ritmo que den mis piernas al pedaleo.
Durante este trayecto, respetando todas las normas de tránsito, el único tramo que me siento seguro es tomando la pequeña ciclovía desde el Supermercado Acuenta hasta cruce con calle Hualaihue, donde debo volver a la Avenida Pedro Montt.
En lo personal es mucho más cómodo, práctico y económico usar la bicicleta, especialmente los días feriados donde el transporte público disminuye considerablemente, además es una oportunidad de mantenerse un poco activo y contribuir a descongestionar una ya saturada ciudad de vehículos.
Ahora bien y frente a la polémica de las nuevas ciclovías que se están construyendo, concuerdo plenamente que Valdivia es una ciudad perfectamente transitable (aún en invierno) en bicicleta y si ha sido necesario más infraestructura que permita ello, de seguridad y sea un incentivo, mucho mejor.
Es cómodo criticar desde el automóvil, sin entregar soluciones a la alta congestión vehicular; es más fácil acusar de irresponsable al ciclista que "no respeta las normas del tránsito" cuando en su gran mayoría los automovilistas no respetan la velocidad de 50 km. por hora y menos la distancia de 1.5 mts entre un vehículo y otro.
Por ello creo que las acciones que se están realizando para aumentar la red de ciclovías tienen una mirada de futuro y es un desafío de ciudad que todos debemos intentar sumar y no restar por el bienestar en la calidad de vida y buen vivir de nuestra población.
En el caso del Hospital, el porcentaje de trabajadores en bicicleta ha ido en aumento y de uso transversal, desde auxiliares a médicos, en contraste con la mayoría que genera congestión no solo en el recinto hospitalario sino también en las calles y barrios aledaños al hospital.
Sin duda, la convivencia vial no es solo pensar que el automóvil sólo existe y debe cobrar sentido la palabra convivencia.
Jaime Gonzalo Rosales Ojeda jaimegro@gmail.com
Nuevo sistema educativo
Las élites políticas inventaron un nuevo sistema educativo para los colegios públicos. Se supone que hará más eficiente la resolución de los problemas menores y mayores de infraestructura e introducirá nuevas prácticas educativas, que mejorarán en forma sistemática el rendimiento del sistema. No obstante, en vez de un ferrari, las élites idearon una citroneta llena de imperfecciones y de "mochilas de arrastre".
Creo que como sociedad, debiéramos generar en cada colegio un presupuesto en base cero bi anual, que les permitiera resolver sus problemas de infraestructura y quedar óptimamente operativos, solventar talleres extraprogramáticos de calidad que refuercen los aprendizajes y en algo devuelvan la "deuda de 2 años sin clases" que desde el 2020 se les debe a los niños de Los Ríos.
Nilo Emil Zúñiga nilzuniga@yahoo.com