Orgullo valdiviano
El orgullo valdiviano ha sido siempre su río y su universidad. Las Universidades debieran ser algo casi sagrado, templos del conocimiento y la multiplicación de mejores ciudadanos.
El espíritu de la ley de la autonomía universitaria en Chile, hace ya 3 décadas, apuntaba a que fueran ellas mismas quienes decidiesen sus acciones educativas y administrativas. El conocimiento llevaría al mundo ideal, sin que el lento centralismo fuera el actor principal (despotricado por todas las regiones).
Pues bien, todo lo anterior en la UACH, que cumple 70 años, con una deuda aproximada de 90 MUSD, hoy no se cumple. Hoy, la UACH está empantanada, no por el maremoto valdiviano de 1960, sino que por el maremoto humano de sus propias elecciones de sus últimos 30 años.
Pareciera ser que la enseñanza que nos deja hoy la UACH es que la ideología nunca supere a la razón.
Nunca debemos perder el foco, menos en las Universidades, ahí está el futuro.
Jorge Ronda Un valdiviano de corazón jorge.ronda.tampier@gmail.com
La tan esperada paz
El conflicto en desarrollo en Medio Oriente no nos puede dejar indiferentes, la situación que ha originado la muerte de innumerables seres humanos, en ambos bandos, no debe seguir por el camino del conflicto armado.
La muerte y los sufrimientos, en especial de niños envueltos en una guerra sin sentido para ellos, no puede seguir ocurriendo.
Años atrás,al prestar servicios a Naciones Unidas en la zona, aprendí a respetar las posiciones divergentes entre árabes e israelitas, asumiendo que de alguna forma podían mantener una coexistencia pacífica, algo que quedó desmentido con los hechos que hemos presenciado. Creo sinceramente que deben dejarse de lado las motivaciones de ambos beligerantes, la paz debe llegar a la brevedad posible, basándose para lograrla en los más elementales motivos de humanidad, los que parece han sido olvidados.
Antonio Yakcich yakcich@yahoo.es
Fernando Ariztía Ruiz
Quisiera recordar hoy a don Fernando Ariztía (Q.E.P.D.), quien fue ordenado sacerdote en 1951 y el 25 de mayo de 1967 fue nombrado obispo auxiliar del Cardenal Raúl Silva.
El 18 septiembre 1973, le envió una carta al general Pinochet, denunciando la aparición de cadáveres en el Río Mapocho. En octubre 1973, al obispo Ariztía, lo nombran Co-Presidente del Comité Pro Paz, que más tarde dio origen a la Vicaría de la Solidaridad. En el año 1974, al entrevistarse con el general Pinochet, entre otros, le mostró fotografías del padre Antonio Llidó (detenido-desaparecido). El 14 diciembre de 1976, el Papa Pablo VI lo nombró Obispo de Copiapó. Fue Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile entre 1993 a 1995, y en 1998. En sus últimos años fue obispo asesor de la Pastoral Social de los Temporeros. Por razones de salud, presentó su renuncia al papa Juan Pablo II, la que fue aceptada el 26 de mayo 2001. Del año 2000 a 2003 ejerció en la parroquia El Buen Pastor en Diócesis de Osorno. Monseñor Fernando Ariztía, gran promotor de los derechos humanos, falleció el 25 noviembre de 2003; sus restos descansan en el mausoleo de la Catedral de Copiapó.
Derico Cofré Catril derico.cofre@hotmail.com
Invierno y personas mayores
Las enfermedades respiratorias en las personas mayores representan un desafío especial, principalmente durante los meses de invierno. Factores como el tabaquismo, la contaminación ambiental, las infecciones respiratorias previas y los contaminantes laborales contribuyen a esta vulnerabilidad, agravada por las comorbilidades comunes en este grupo de edad y sus condiciones sociales.
Con un Chile cada vez más envejecido, resultado de políticas sociales y avances en salud, se presentan desafíos significativos para el Estado. Es esencial tener en cuenta que cerca del 40% de las personas mayores residen en áreas con limitaciones en el acceso a servicios públicos urbanos y atención médica de calidad.
Por ello, la difusión de medidas preventivas simples podría tener un impacto positivo, mejorando la calidad de vida de nuestros mayores. Aunque aún queda un largo camino por recorrer en la reducción de las brechas sociales en salud, estamos avanzando en la dirección correcta.
María Fernanda Ruiz Enfermera,Máster en Salud Pública y Gestión Sanitaria U. Autónoma