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El Mes de

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la Biblia

Este lunes 30 de septiembre, la Iglesia celebra la conmemoración de San Jerónimo, el más célebre traductor de la Biblia de toda la historia. Forma parte del grupo de los Padres de la Iglesia latina al lado de San Agustín, San Ambrosio y San Gregorio. San Jerónimo ostenta además el título de Doctor de la Iglesia.

Jerónimo de Estridón, como también se le conoce, fue el gran traductor de la Biblia en los tiempos antiguos. Por la pulcritud de su trabajo y su conocimiento, tanto de la Escritura como de las lenguas antiguas, marcó para siempre la tradición exegética de la Iglesia.

San Jerónimo tradujo el texto bíblico desde las lenguas en las que fue escrito originalmente al latín. Como se sabe, el latín fue la lengua más importante de su tiempo y hasta el día de hoy se le considera la lengua oficial de la Iglesia Católica. Esta titánica labor fue realizada por encargo del Papa Dámaso I.

Si hay algo que San Jerónimo representa para la tradición de la Iglesia es el amor a la Palabra de Dios. Escribió por eso el santo: "Ama la sagrada Escritura y la sabiduría te amará; ámala tiernamente y te custodiará; hónrala y recibirás sus caricias".

El santo había destacado además en el manejo de las lenguas más importantes de aquellos tiempos y en vista de que los libros de las Sagradas Escrituras estaban originalmente escritos en hebreo, arameo y griego, resultó que Jerónimo era el más adecuado para realizar esa tarea.

En honor al santo que hizo esta primera traducción bíblica es que la Iglesia celebra durante septiembre el Mes de la Biblia.

"Por la pulcritud de su trabajo y su conocimiento, tanto de la Escritura como de las lenguas antiguas, marcó para siempre la tradición exegética de la Iglesia".

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José Óscar Alvarado Bórquez: Profesor, animeño y líder familiar

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El popular barrio de Las Ánimas está de luto, porque uno de sus más preciados hijos se marchó de este mundo el reciente miércoles 25 de septiembre. Ese día y a los 98 años de edad emprendió el viaje final don José Óscar Alvarado Bórquez (Q.E.P.D.), quien nació el 19 de mayo de 1926 y fue hijo del matrimonio formado por Adolfo Alvarado y Adela Bórquez. José Óscar Alvarado Bórquez estudió y se tituló como profesor en la recordada Escuela Normal Rural de Ancud a mediados de la década de 1940, pasando a trabajar y enseñar las primera letras, a escribir y leer a generaciones de niños y niñas de Cahuach y el grupo de las Islas Desertores, que separan al golfo de Ancud del golfo Corcovado. Además, en Dalcahue fue uno de los directores fundadores de la Segunda Compañía de Bomberos. El 24 de enero de 1953 contrajo matrimonio con Alba Ofelia González Vásquez (Q.E.P.D.) y de esa unión nacieron cuatro hijos: Ivonne, Oriana, Ximena y Oscar; quienes a su vez prolongaron la descendencia a seis nietos: Natalia, Francisco, Fabiola, Alejandra, José Antonio y Daniela; a quienes se suman diez bisnietos: Antonia, Matías, Renata, Emilia, Consuelo, Pascual, Gaspar, Josefa, Dante y Mariano. En el año 1964, Don Óscar -como era conocido- se trasladó a vivir a Valdivia junto a su grupo familiar, echó raíces en el sector de Pedro Aguirre Cerda, en Las Ánimas, y se quedó para siempre a orillas del Calle Calle y a muy pocos metros del puente del mismo nombre. Ejerció como profesor en la Escuela N°24 de Las Ánimas, la Escuela Fedor Dostoievski, Inacap y la Escuela N°1 Nocturna de enseñanza para trabajadores. Después de acogerse a jubilación dedicó gran parte de su tiempo y como siempre a la familia, colaboró activamente como voluntario de la Iglesia San Judas Tadeo en temas de encuentros matrimoniales; se identificó y fue miembro activo de Club de Deportes Las Ánimas, especialmente a través de su rama de rayuela. También se caracterizó por su habilidad para escribir con letras góticas, razón por la cual muchas personas de la ciudad le encargaban la fabricación de diplomas, letreros y carteles. Y como buen hombre aficionado a la lectura, también derivó y explotó su vena literaria a través de la poesía. A pocos días de su partida, la familia de Don Óscar lo recuerda como "una muy buena persona, súper preocupado de todo y todos. Por ejemplo, siempre se acordada de las fechas de cumpleaños y santos de sus familiares. Disfrutó la vida, nos acompañaba en todo y amaba a su barrio Las Ánimas. Se preocupaba por todo lo que pasaba a su alrededor y especialmente por su familia. Cariñoso, hasta sus últimos días estuvo preocupado de sus hijos, nietos, bisnietos, fue muy querendón de todos quienes se fueron integrando a su familia. Y nosotros aprendimos a reunirnos en torno a él y valorar la importancia de la unión y el amor familiar". José Óscar Alvarado Bórquez falleció el 25 de septiembre de 2024 y desde el día de sus funerales, el viernes 27, su cuerpo descansa en el Cementerio Municipal N°1 de Valdivia.

25 de septiembre de 2024, Don Óscar dijo adiós a su familia y a su existencia terrenal. Con él se marchó la figura de un gran líder familiar y valioso vecino de Las Ánimas.

Sergio Fernando Cabrera Encalada: Un señor del deporte valdiviano

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El 4 de septiembre del año 2021 abandonó el mundo terrenal y partió al encuentro con el Señor, el destacado hombre del deporte valdiviano Sergio Fernando Cabrera Encalada (Q.E.P.D.), un personaje de eterna sonrisa, gentil, respetuoso y siempre atento a la posibilidad de entregar un consejo o sus conocimientos del ámbito del fútbol. Nació el 29 de mayo de 1936 en Valparaíso y fue hijo de Amador del Carmen Cabrera y Elvira Encalada. Apasionado por el fútbol, durante su niñez y adolescencia soñaba con ser futbolista y en ese afán integró las divisiones inferiores del Wanderers de Valparaíso, pero la decisión familiar fue que se enfocara en los estudios. Durante su juventud, se incorporó a las filas del Ejército y como integrante de la Escuela de Caballería establecida en Quillota llegó a ser seleccionado nacional de equitación, hasta que en la década de 1960 su institución lo destinó a Valdivia, ciudad que lo recibió con los brazos abiertos y donde Sergio Cabrera Encalada consolidó su vida profesional y cimentó su vida personal. En esta tierra sureña conoció el amor y se quedó para siempre. El 12 de febrero de 1970 contrajo matrimonio con la dama Victoria Vásquez Ramírez y de esa unión nacieron sus hijos Ximena, Claudia y Sergio, quienes dieron inicio a una descendencia formada además por sus nietos Marcela y Martín Ignacio. Sergio Cabrera Encalada perteneció a las filas del Ejército hasta el año 1985, cuando se acogió a retiro con el grado de suboficial mayor. A partir del término de su vida como uniformado, pudo dar rienda suelta a su pasión por el fútbol. Su esposa Victoria Vásquez, como siempre lo acompañó en el nuevo desafío, como parte de un itinerario ligado estrechamente al club amateur valdiviano Unión Teniente Merino, donde fue entrenador de todas las categorías del club, desde la Tercera Infantil hasta la serie de Honor. También y como entrenador de la selección valdiviana Sub-19 ganó el campeonato regional juvenil amateur y fue protagonista del Campeonato Nacional desarrollado en Vallenar en el año 1995. Como entrenador enfocado especialmente en el ámbito formativo, Sergio Cabrera Encalada irradió la imagen de un hombre sencillo, educado, cariñoso y siempre atento a orientar a diferentes generaciones de futbolistas jóvenes. Estas características las transmitió también a su familia, a quienes lo rodearon y al ambiente deportivo valdiviano en general, donde se le recuerda con cariño y respeto, como el hombre que tenía la virtud de entregar un consejo en el momento preciso, siempre de manera positiva. A poco más de tres años de su partida, su familia mantiene el recuerdo de un esposo, padre y abuelo que legó una infinidad de valores y lecciones de vida y para toda la vida. Sergio Fernando Cabrera Encalada se marchó el 4 de septiembre del año 2021 y su cuerpo descansa eternamente en el Cementerio Parque Los Laureles de Valdivia.

4 de septiembre de 2021 falleció el ex militar y entrenador de fútbol valdiviano Sergio Cabrera Encalada. En la década de 1960 se radicó en Valdivia y se quedó para siempre.